El uso y 'mal uso' de la propaganda es algo que siempre ha existido a lo largo de la historia humana. Sin embargo, el auge de las tecnologías digitales y las redes sociales están generando una nueva dimensión a esta práctica: el anonimato ha provocado la proliferación de cuentas falsas y automatizadas, usadas, por ejemplo, para amplificar cualquier información engañosa.
Para mitigar este problema, un grupo de investigación del Oxford Internet Institute ha puesto en marcha el Proyecto contra la Propaganda Informática (ComPro), financiado con fondos europeos, con el que ofrece herramientas y fuentes para investigar la interacción entre algoritmos, automatización y política. El reto es ayudar a las organizaciones que trabajan en asuntos sociales, políticos y ambientales urgentes y necesitan acertar con la información a la acceden.
La mala propaganda informática se vale del uso de robots, de perfiles-altavoces pagados, de contratación de trolls
El objetivo de este proyecto es ayudar a los investigadores a "comprender mejor cómo los bots manipulan las redes sociales" mientras se estudia el tamaño del problema y sus posibles soluciones.