Algo (en principio) tan nimio como andar de noche puede dar miedo. A las mujeres les ocurre constantemente. Callejear a oscuras no es una opción, mejor coger un taxi o que alguien te acompañe. ¿Y si ese compañero fuese la tecnología? Esto es lo que ha conseguido la startup española Wave Location Technologies con Sister App, capaz de geolocalizar a la usuaria en caso de peligro con una precisión inferior a dos metros (la policía, con suerte, llega a 500 metros).
Esta empresa nació hace seis años con el foco en la geolocalización. "Vimos que los móviles eran más potentes que nunca, pero muchos problemas no se habían resuelto”, comenta su CTO, Pablo Clemente. Así lanzó Wave, con más de 12 millones de usuarios, y otras aplicaciones basadas en el mismo sistema.
Algo cambió cuando una compañera contó en la oficina que el fin de semana había sido perseguida de camino a casa. "Llamó a la policía, pero no tenía muy claro dónde estaba", recuerda el CTO, Pablo Clemente. "Precisamente, si nosotros sabemos algo es de localizar". ”. Así que lanzaron una encuesta en internet y, en cuatro días, recibieron más de 35.000 respuestas."Nos dimos cuenta de que las mujeres no se sienten seguras cuando salen solas y no confían en la tecnología actual para protegerse".
Hablaron con la Policía Nacional y se quedaron "más aterrados". Resulta que, para localizar una llamada, se utiliza la triangulación, que tiene una precisión de más de 500 metros. "No es información relevante", indica Clemente. Se suman otros factores como que los agentes no saben a qué se enfrentan cuando reciben el aviso.
Así nació Sister App. "No nos limitamos a crear un botón del pánico, sino que hemos creado un compañero de seguridad", afirma el CTO. Su funcionamiento es sencillo: la mujer añade en la aplicación (que es gratuita) nueve contactos de emergencia, que pueden ser amigos o familiares. Cuando va a realizar un trayecto en el que no se siente segura, solo tiene que marcar su destino y elegir uno de esos contactos.
Si deja de compartir la ubicación o si activa la alarma disuasoria (y no introduce el pin de seguridad), el contacto recibe un mensaje con un enlace que le lleva a un mapa con la posición en tiempo real de la usuaria. Cuando llega a su destino, recibe una notificación preguntándole si ha llegado bien. Si es así, no hay problema. Si no, pueden darse dos casos.
El primero se activa si la mujer no contesta a ese mensaje. Entonces automáticamente se activa el modo de pánico. La aplicación avisa al contacto de que algo ha pasado y el teléfono empieza a tomar fotografías y audios. "Ofrece mucha información sobre lo que está ocurriendo".
En paralelo, las personas autorizadas pueden ver dónde está la mujer. Con esa información, pueden llamar al 112. En este caso, Sister App está en conversaciones con asociaciones de mujeres para que también puedan ser alertadas en estos casos y, lo más importante, con los cuerpos de seguridad para que tengan acceso directo al panel (siempre que la usuaria dé su consentimiento).
En el segundo caso, el sistema funciona como un botón de pánico. Al deslizar un botón, se envía un mensaje de texto a todos los contactos de emergencia, diciéndoles que existe una situación de peligro y, automáticamente, se reciben toda la información sobre su localización. "Este botón siempre está accesible, en un acompañamiento o no". También existe una alarma auditiva que actúa como mecanismo disuasorio. Para desactivarla hay dos claves, una verdadera y otra falsa, donde parece que todo vuelve a la normalidad, pero en realidad sigue activada. "Este es el máximo nivel de peligro porque significa que alguien está coaccionando".
La tecnología es la clave de que nada falle. Por un lado, el sistema de geolocalización, que logra una precisión de menos de dos metros. "Supera ampliamente a la de la policía". La diferencia es que Sister App combina las tres formas que hay para obtener la situación del móvil: el GPS (que gasta mucha batería), las redes de telefonía (que tienen menos precisión) y los acelerómetros del dispositivo. Con todo ello no solo son capaces de ubicar con tal exactitud a la persona, sino que permiten ahorrar mucha batería. “Nuestra ‘app’ consume menos de un 5% por hora, Google Maps más del 35%”, dice el CTO.
Además, son los únicos que obtienen la localización en tiempo real. "La competencia lo que hace es refrescar la ubicación cada cierto tiempo; pero si te llevan en coche, cinco minutos es demasiado". Ellos consiguen una latencia de 200 milisegundos.
Todo esto no podría funcionar sin la nube. Desde el principio, la empresa española confió en Amazon Web Services (AWS). Esa relación ha ido evolucionando hasta el punto en que Sister App se ha posicionado en la vanguardia del cloud, el llamado serverless. Si durante un periodo muy corto de tiempo, unos minutos, se produce una sobre carga de peticiones, lo normal es que se pongan más máquinas a su disposición. “Con AWS eso es sencillo, pero sí que hay que esperar a que arranquen, por eso lo que muchos hacen es sobredimensionar el sistema”, explica.
Para evitar esa ineficiencia, la multinacional defiende que las aplicaciones sean serverless. ¿Qué significa? "Que el código sea lo más ligero posible". Sister App ha optado por este modelo. Así, ha dividido las distintas lógicas (por ejemplo, de acompañamiento, alertas o contactos) por código. Con eso consigue que los ficheros sean lo más pequeños posibles y así AWS puede mover el código entre máquinas en cada momento para cumplir con la demanda. “Este sistema cambia por completo el paradigma de programación de backend”. La ventaja: su sistema está preparado para escalar de 10 usuarios a millones en cuestión de segundos.