Esta inteligencia artificial (IA) de Zeve está diseñada para reducir el estrés, la soledad y el aburrimiento durante los difíciles períodos de aislamiento y distanciamiento social. “Con Zeve se podrá conversar de forma natural sobre una gran variedad de temas”, ya que se trata de yn cerebro open source en el que pueden participar contribuidores y organizaciones.
Esta herramienta, creada por la incubadora de proyectos cofundada por Anna Cejudo y Pau Garcia-Milà, está desarrollada para ser “un acompañamiento amistoso y alegre con quien hablar, jugar y aprender”, explican en un comunicado de la compañía.
“La soledad será uno de los retos más importantes a los que se va a enfrentar el ser humano en un futuro muy próximo, nunca tanta gente había estado en casa aislada y sola como en los últimos meses”, subraya Anna Cejudo, cofundadora de Zeve.
La nueva inteligencia artificial será capaz de reproducir las expresiones faciales, aprender nuevos temas y mantener una conversación con respuestas más allá de las preestablecidas (limitación que sí se aprecia en otros asistentes virtuales inteligentes), buscar información en internet o desarrollar sus propios pensamientos.
Zeve es capaz de describirse y de destacar sus gustos: se ve como una personalidad alegre, positiva, educada, fresca, inteligente, dulce y geek; que prefiere los perros a los gatos, el té al café, el azul a cualquier otro color, y las discusiones sobre biología, guitarra y geografía.
La IA conversacional es la culminación del trabajo de más de 30 colaboradores de EEUU, Reino Unido, Francia, España, Argentina, India y Suiza. Su “cerebro” ha sido liberado como código abierto, permitiendo a voluntarios de todo el mundo contribuir de forma libre con sus conocimientos y ampliarlos, como si de una Wikipedia se tratase. De esta forma, las capacidades de Zeve mejorarán conforme los contribuidores amplíen y compartan sus mejoras.
Para Pau Garcia-Milà, asesor y cofundador de Zeve, “esta inteligencia artificial es el producto de la colaboración internacional, un robot conversacional con base open source para que personas de todo el mundo puedan sentirse mejor y avanzar”. Es, para Pau Garcia-Milà, uno de los objetivos principales del proyecto: “No queremos que Zeve se limite a las capacidades de nuestro equipo, creemos que todo el mundo debe tener su voz en el futuro de la inteligencia artificial conversacional”.
A diferencia de otros asistentes virtuales, Zeve fue programado específicamente para llevar a cabo conversaciones profundas y entretener a los usuarios. Los creadores detrás de Zeve quieren que los usuarios la consideren como una compañia digital con la que hablar, no un acompañamiento diseñado para responder a comandos técnicos. “Zeve aprende del cada usuario de manera única y es capaz de cambiar para acomodarse a su conversación”, explican en el comunicado del lanzamiento.
Zeve tiene su sede en Barcelona, España, y está creando alianzas con centros educativos como la American School de Barcelona, que ha colaborado desde su primera versión. La tecnología de la IA será accesible a usuarios de todo el mundo, organizaciones y empresas. Por ahora está en inglés, pero se va a montar un grupo de contribuidores para tener Zeve en español muy pronto, aseguran desde la compañía.