El uso de los datos y la información derivada de su análisis se ha revelado durante estos meses como una herramienta esencial para superar la actual crisis. Gracias a ella las compañías son capaces de tomar decisiones más rápidas y poder reaccionar ante posibles cambios en los patrones de consumo.
Lo inesperado de la pandemia ha provocado que las empresas que no tenían establecida una estrategia de digitalización se hayan dejado llevar por la inercia y hayan acusado su falta de planificación en una situación tan excepcional.
Saber de dónde obtener esos datos y cómo usarlos será una de las tendencias en 2021 en el sector del business intelligence (BI), según la empresa de análisis y gestión de datos Qlik. De hecho, para 2022 se prevé que un tercio de las organizaciones del listado ‘Global 2000’, de Forbes, llevarán a cabo iniciativas formales de mejora de la alfabetización de datos para combatir la desinformación.
Para mejorar esa toma de decisiones, a partir de 2021 los datos alternativos procedentes de audios, fotos aéreas o, incluso, acerca de la calidad del agua, serán cada vez más significativos. El sector de inversiones financieras ha sido pionero en su uso para innovar en la creación de modelos basados en datos, ya que permiten detectar anomalías en los patrones de comportamiento mucho antes Esto puede suponer una ventaja que se traduzca en beneficios económicos.
Como señala la consultora IDC, “a medida que se capturan más datos y están disponibles para fuentes externas, la capacidad de utilizarlos se convierte en un factor diferenciador”. Esta firma de consultoría prevé que dentro de cinco años la inteligencia artificial (IA) aplicada a formatos alternativos desencadenará grandes transformaciones en el 75% de las empresas.
Esta tendencia, similar a lo que Gartner llama ‘X Analytics’, no es nueva, pero se está convirtiendo en una base importante para la analítica moderna. Un salto que se ha producido gracias a la disponibilidad de técnicas de IA más maduras y asequibles, como las de procesamiento de lenguaje natural (NLP, por sus siglas en inglés).
En este sentido, durante los próximos meses no solo será esencial para las organizaciones capturar datos alternativos, también cambiar la manera de mostrarlos. Durante 2020, nos hemos acostumbrado a que los medios de comunicación añadan a sus informaciones gráficos e infografías para hacer más accesibles conceptos como “datos per cápita” o “escala logarítmica”.
Al mismo tiempo, ha crecido el interés de los ciudadanos por este tipo de recursos. La tecnología, respaldada por modelos de datos accesibles, permite al usuario obtener un mayor contexto en sus búsquedas. Una tendencia que en el entorno empresarial ayudará a conseguir una discusión basada en datos más productiva.
La obtención de esos datos, además, va acompañada de una necesidad de inmediatez. Lo que es habitualmente periódico y estable, como las previsiones trimestrales de negocio, se ha convertido en algo fugaz y mutable que debe evolucionar al mismo ritmo al que lo hace la disponibilidad de los datos. La infraestructura y las aplicaciones ya son las adecuadas, lo que en 2021 permitirá transitar hacia la ‘inteligencia activa’, un nuevo paradigma que tiene en cuenta el uso de datos en tiempo real y que servirá a las empresas para ser proactivas, en vez de reactivas.