Un dispositivo personal para diagnosticar trastornos del sueño, un dron para revisar tendidos eléctricos y una plataforma para monitorizar el estado real de los bosques.
Estos tres proyectos tienen varias cosas en común: están desarrollados por pymes españolas y forman parte de los diez experimentos seleccionados para participar en el programa EUHubs4Data. Una iniciativa financiada por la Comisión Europea con más de 12 millones de euros. Además, todos ellos cumplen con un requisito: utilizan el big data y la inteligencia artificial para resolver problemas concretos.
El programa, en marcha desde septiembre de 2020, tiene un componente español más. Está coordinado por el Instituto Tecnológico de Informática (ITI), con sede en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
“El paradigma del proyecto es fomentar la colaboración entre centros europeos, para mejorar su oferta regional y local, posibilitar el acceso de las pymes a las últimas novedades tecnológicas y fomentar su innovación y experimentación”, describe a D+I el responsable de EUHubs4Data y del área de Fomento de Proyectos en Big Data e Inteligencia Artificial de ITI, Daniel Alonso Román.
En la práctica, esto quiere decir que una empresa del ecosistema de ITI puede acceder a un servicio prestado por un centro en Noruega y, a la vez, una de Rumanía podrá usar un servicio ofrecido por ITI.
Se trata de “crear una federación europea de centros de innovación y experimentación que apliquen el big data y la inteligencia artificial a sus propuestas, y que sea sostenible tanto en tiempo como en cobertura geográfica ”, adelanta Alonso Román.
En la primera convocatoria pública se recibieron 93 solicitudes de pymes interesadas en participar en el programa. Todas ellas plantearon experimentos para hacer uso de los servicios y conjuntos de datos que proporcionan los 12 centros tecnológicos que actualmente forman parte de la federación. Solamente los diez seleccionados podrán hacer uso de ellos. Tres son españoles.
Cuidado automatizado de los bosques
La propuesta de Föra es impulsar el desarrollo de una plataforma que crearon hace tres años para obtener información automatizada acerca del estado de cualquier bosque. “Förecast parte de información muy potente obtenida a partir de datos masivos LiDAR (Light Detection and Ranging) y satélite. Gracias al desarrollo de algoritmos y automatización de los procesos, permite obtener resultados actualizados de gran precisión de forma sencilla”, explica el director ejecutivo de esta pyme soriana, Íñigo Lizarralde, a D+I.
Esto, asegura, significa que prácticamente cualquiera puede utilizar la plataforma sin necesidad de tener grandes conocimientos técnicos. “Digamos que el trabajo duro lo hacemos nosotros. El usuario simplemente tiene que introducir las especies de su área de interés y Förecast se ocupará del resto”.
La plataforma se encarga de traducir toda la información remota en datos útiles para la gestión forestal. Entre ellos, cuánto volumen de madera hay en una zona, la cantidad de biomasa, cuánto carbono absorbe o qué altura tienen los árboles. También crea modelos digitales del terreno.
“Nuestra tecnología nos permite trabajar en bosques de cualquier parte del mundo, sin importar su área, escala, especies, tipo… Y, lo mejor de todo, es que toda esta precisión se obtiene con un enorme ahorro en tiempo y dinero”. El problema que presentan los inventarios tradicionales es que los datos se obtienen realizando un trabajo de campo en el que pierde parte de la información por, por ejemplo, no poder realizar mediciones en zonas de difícil acceso.
Su participación en EUHubs4Data les va a permitir poner a prueba dos de las patas fundamentales de sus proyecto: el uso de la supercomputación para escalar sus servicios e iniciar su internacionalización.
“Tenemos un producto que es replicable en cualquier bosque del mundo y, gracias a este proyecto europeo, tenemos también la capacidad tecnológica y de negocio para llegar a cualquier parte. En este caso el proyecto nos ayuda a poder albergar una gran magnitud de datos en la nube, que de otra manera no sería posible”.
Drones para inspección de líneas eléctricas
Fuvex surgió como spin-off de la Universidad Pública de Navarra y la Universidad Politécnica de Madrid en 2013. Su propósito entonces es el mismo que ahora: "formar parte de la revolución que está viviendo la aviación autónoma y que se lidere desde España y Europa".
“En estos 8 años que llevamos de aventura hemos logrado tres patentes, dos millones de euros de financiación pública y privada y, sobre todo, trabajar con actores clave del sector, como Naturgy, para llevar al sector a su siguiente paso industrial: los drones de largo alcance”, enumera uno de los fundadores y director de esta empresa navarra, Carlos Matilla, en entrevista con D+I.
La regulación indica que los drones convencionales no pueden alejarse a más de 500 metros del piloto que los controla. Un límite que obliga a que el helicóptero tripulado sea, mayoritariamente, el tipo de aeronave empleada para la inspección de las líneas eléctricas.
“Nuestra misión es reemplazar esos helicópteros tripulados por drones de largo alcance, así se eliminarían riesgos personales, polución y se mejoraría la eficiencia de las operaciones”, asevera Matilla.
Para ello, han desarrollado Long Range Planner, una aeronave capaz de realizar este tipo de operaciones cumpliendo con el marco normativo. Y, gracias su estrecha colaboración con Naturgy, han conseguido la única autorización de ámbito nacional para inspección de líneas eléctricas con este tipo de aeronaves no tripuladas y una de las primeras en Europa.
“Llevar a cabo estos trabajos de forma segura requiere una planificación detallada para garantizar las comunicaciones o evitar sobrevolar zonas prohibidas como núcleos de población. Actualmente, este proceso se realiza de forma manual. Con EUHubs4Data estamos desarrollando un planificador que nos permita automatizar la operación a la vez que aumentamos la seguridad”, apostilla el directivo.
Un 'wearable' para curar el insomnio
El reto de Bitbrain es desarrollar un nuevo tratamiento basado en neurotecnología que permita mejorar la calidad de vida de personas que padecen insomnio, una enfermedad que afecta al 30 % de la población adulta.
Ahora mismo están trabajando en Assesleep “una nueva tecnología médica de medición de la actividad cerebral, fácil de usar por el consumidor final en su propia casa; y también en un sistema de inteligencia artificial capaz de calcular autónomamente la micro/macro estructura del sueño con una precisión similar a un especialista médico”, describe el director científico de esta empresa zaragozana, Javier Mínguez, a D+I.
Es decir, se trata de ofrecer, por un lado, una solución para hacer los estudios de sueño accesibles a cualquier persona en cualquier sitio y en cualquier momento. Y, además, eliminar la necesidad de desplazarse al centro sanitario para realizar las mediciones y facilitar el diagnóstico del profesional que trata al paciente. “El siguiente paso es utilizar este punto de partida para realizar un tratamiento de neuroestimulación para mejorar la calidad del sueño”, adelanta Mínguez.
El director científico de esta pyme asegura que será el primer wearable de uso en el hogar de sus características. Durante el mes de octubre empezarán dos ensayos clínicos: uno en el Hospital Miguel Servet, de Zaragoza, para evaluar la tecnología de medición; y otro en el Hospital Universitario de Oslo, en Noruega, para probar la nueva terapia.
Con estos planes, el programa EUHubs4Data se ha convertido en un factor “estratégico” para Bitbrain, Para poder sacar adelante su experimento necesitan realizar una gran recogida de datos en casa de los usuarios que les permitan entrenar sus redes de aprendizaje profundo. “Esta base de datos de sueño será pionera dado que no existe ninguna similar actualmente, y abrirá las puertas al desarrollo de la inteligencia artificial en estudios de sueño fuera del laboratorio”, afirma Mínguez.
Durante la duración del programa, esta pyme colaborará con el Instituto Tecnológico de Aragón, para comprender el efecto del ambiente (temperatura, nivel de ruido, etc.) en la calidad del sueño; con el Instituto Irlandés de Inteligencia Artificial, que les ayudará en el diseño de una arquitectura software y de computación en la nube que dé soporte a su desarrollo; y con el Know Center de Austria, para ajustar el modelo de negocio detrás de la nueva tecnología.