Las redes como servicio: la (desconocida) promesa para solucionar el 'cuello de botella' de la digitalización masiva
Las redes como servicio (NaaS) apenas son comprendidas por los CIO en Europa y solo uno de cada diez las ve como algo viable hoy por hoy.
25 enero, 2022 08:57En la arena tecnológica, los modelos de consumo como servicio llevan ya algún tiempo copando titulares por doquier. Los primeros en popularizar este término fueron los grandes operadores de nube pública (el triunvirato formado por Amazon Web Services, Microsoft Azure y Google Cloud) como una forma de referirse a la externalización de la infraestructura digital y el pago por uso tan común en la actualidad.
Sin embargo, el tan manido 'as-a-Service' ha ampliado sus fronteras a prácticamente todas las capas de la industria tecnológica, desde el despliegue de nuevos servidores dentro de una empresa hasta las redes de comunicaciones empresariales. Incluso algunos proveedores -como HPE o Dell- cuentan con ambiciosos planes para ofrecer todos sus productos bajo este modelo.
Aunque para algunos esta 'servitización' de la tecnología no deja de ser una reinvención de la clásica externalización, lo cierto es que las implicaciones de este paradigma van (mucho) más allá. De hecho, en función del caso, ni tan siquiera se sacan recursos fuera de la organización ni se pierde el control directo sobre su gestión. De lo que sí va la revolución del 'as-a-Service' es de convertir los gastos fijos -y su correspondiente amortización contable- en un gasto operativo, flexible y escalable en función de las necesidades de la empresa. Y, por supuesto, de contar con recursos imposibles de acceder por otras vías en términos de ciberseguridad y soporte.
Pongamos como ejemplo las redes de comunicación empresarial para entenderlo mejor. Para la mayoría de los CIO de Europa, Oriente Medio y África (EMEA), la principal ventaja de pasarse a redes como servicio es la eficiencia financiera (reduciendo costes y pasando del ya mentado CAPEX a OPEX), junto a la flexibilidad organizacional y la mejora que trae a la innovación al poder enfocar al actual equipo TI en iniciativas estratégicas más allá del día a día.
Así lo refleja un estudio internacional que publica hoy Aruba Networks a propósito, en palabras de Markus Mayrl, director de Marketing para EMEA de esta casa, de la "enorme presión sobre las redes que nunca antes había sido semejante".
"Estamos viendo un gran incremento en el número de dispositivos conectados, la irrupción de la inteligencia artificial, el movimiento hacia el edge computing, espacios de trabajo híbridos, una demanda mayor de los empleados de servicios digitales y más presión para aportar valor al negocio desde la tecnología", reconocía el directivo en un encuentro con prensa. O lo que es lo mismo: el cuello de botella perfecto para una propuesta que venga a simplificarlo todo y responder a cada uno de esos desafíos.
No es de extrañar, por tanto, que las redes como servicio formen ya parte de la conversación de los CIO en el 86% de las empresas en la región; en un 30% de los casos de manera recurrente. "Y especialmente acusado en Europa Occidental, donde prácticamente la cifra es del 50%", añade Mayrl.
¿Significa esto que pronto las redes empresariales serán llevadas al modelo 'as-a-Service' de forma masiva? No echemos campanas al vuelo tan pronto: el mismo informe reconoce que apenas un 11% de los CIO ven esta fórmula de despliegue como algo "establecido y viable". Por el contrario, un 45% cree que aún estamos en la fase de conceptualización.
Desde Aruba Networks, parte interesada en esta transición como es menester, defienden la madurez de este modelo pero admiten un fallo a la hora de transmitirlo a las empresas. Tiran de otra cifra para justificar este extremo: sólo dos de cada cinco CIO entienden completamente las implicaciones de las redes como servicio.
Ahora bien, si bajamos algo más al detalle de ese mismo documento, constatamos algunas otras preocupaciones que nada tienen que ver con el supuesto desconocimiento de los modelos 'as-a-Service'. Para el 33% de los encuestados, la ciberseguridad es una gran barrera a su implementación; mientras que casi la mitad de ellos aluden a dudas sobre las reglas de presupuesto, ciclos de inversión o el cumplimiento normativo al apostar por esta vía. Son exactamente los mismos temores que afectaron a los despliegues de nube pública en sus inicios.