La salida de Sheryl Sandberg de Facebook marca un cambio de era en Silicon Valley

Después de 14 años en Facebook, Sheryl Sandberg sale de Meta (la matriz de Facebook). Considerada una de las mujeres más poderosas de Silicon Valley, siempre se la consideró como alguien ‘de fuera’, una reina del marketing llegada del mundo del consumo, pero no de tecnología pura.

Con gran pedigrí y capacidad para escalar la empresa hasta convertirla en un imperio próspero, pero, siempre, con esa etiqueta de forastera.

Su salida llega en un momento peculiar. Facebook, después de años de contrataciones sin freno, ha congelado sus planes de crecimiento para adaptarse al invierno que ya se nota en el venture capital. Sin embargo, supo resistir momentos mucho más duros interna y externamente, sobre todo en cuanto a privacidad y fugas de datos.

Sandberg, con su best seller ‘Lean In’, convertido en la 'Biblia del feminismo corporativo', quiso ser la líder de las mujeres en tecnología. En parte lo consiguió, sí, con aquellas que ocupan el tramo más alto de la pirámide.

Pero también se dejó patente que ese feminismo de alto nivel no era para todas, sólo para las que se podían permitir la vida ideal. Es decir, altos salarios para no renunciar a nada a cambio de una carrera brillante.

Fractura interna

A medida que ganó poder, la brecha interna fue mayor. Por un lado, los ingenieros; por otro, los de marketing y ventas. Dos facetas que deberían ir de la mano se fueron distanciando hasta llegar a tener dos ejércitos distintos. Los de la sudadera y los del traje. Los técnicos y los de ventas. Los que creaban y los que traían el dinero. Así hasta que el cambio de rumbo con la conversión en Meta no lo hizo sostenible.

El recambio, el nuevo COO, con unas atribuciones más clásicas, es bien conocido y reconocido en España, Javier Oliván. Con formación de ingeniero y más de 15 en la casa, tiene la capacidad para cerrar esa fractura y condensar ambos mundos sotto voce.

¿Es una pérdida para las mujeres en tecnología? Objetivamente, sí, pero no es ‘la gran pérdida’. Quedan talentos muy relevantes y con un estilo de liderazgo distinto. Quizá más técnico, más propio del ‘Valle’, o del sector tecnológico, y menos del mundo de los negocios.

Sandberg, a pesar de todo el poder acumulado, estaba considerada una mujer de negocios. Venía de grandes compañías de consumo, un perfil muy deseado, pero no con ADN tech.

Eso sí lo tienen las hermanas Wojcicki, en cuyo garaje se fundó Google: Susan, la CEO actual de YouTube y creadora del sistema de AdWords, el primer negocio de Google; y su hermana, Anne, que fundó 23andMe, pionero en genética para el consumidor. La madre de ambas, Esther, profesora, ha creado varias generaciones de emprendedores y se la considera una de las personas más influyentes entre los jóvenes.

Quizá no enarbolan tanto la bandera del feminismo, pero sí predican son su ejemplo en el día a día.