Para los portugueses, un petisco es ese aperitivo con el que abrir boca, el picoteo que antecede a la verdadera y gran comida del día. Sin embargo, en el sector tecnológico español, a este lado de 'La Raya' (la frontera de 1214 km. que separa ambos países), hablar de petisco es sinónimo de José Manuel Petisco.
Acumula más de 30 años de experiencia a sus espaldas, desde Alcatel hasta Ericsson. Pero si por algo es reconocido Petisco es por su larga trayectoria en Cisco, compañía con la que además de compartir rima, llegó a ser su director general en España. Once años permaneció en la casa, de 2007 a 2018, cogiendo el testigo de Alberto Mazagatos al frente del histórico de las telecomunicaciones. Anteriormente, el ejecutivo había sido director de Desarrollo de Negocio para España y los países de la zona mediterránea.
Y en estas llegamos a 2021, cuando a José Manuel Petisco se le abrieron las puertas de otra empresa tecnológica, de nuevo a caballo entre el hardware y el software. Y, de nuevo, con la misión de ponerse al frente de un cambio de modelo, hacia la nube en esta ocasión. Con un español (César Cernuda) al frente de NetApp a escala mundial, nuestro protagonista se encontró con la oportunidad de liderar el negocio cloud en toda la región iberoamericana, acompañando a clientes como Telefónica o BBVA en su gestión del dato.
"Ahora mismo hay un gran elemento transformador que nos proporciona agilidad y rapidez que es el mundo de las tecnologías cloud, que es una nueva forma de consumir servicios digitales, no tanto una tecnología en sí. Esto está calando en todos los clientes, en cualquier proyecto, como una alternativa clara", explica José Manuel Petisco en entrevista con D+I.
"NetApp ya empezó a trabajar en este entorno desde el año 2012, con acuerdos de colaboración con los grandes hiperescalares y un portafolio completo para establecer una estrategia para la gestión de sus datos, independientemente de la plataforma sobre la que estemos -flash, disco, nube o nube híbrida-, en un concepto de 'data fabric' y tratando la complejidad de los datos para poder sacarles todo el valor y poder competir con otras empresas que estén más avanzadas en este camino".
Impulsar el negocio de la nube fue su ocupación única hasta que, en mayo de este 2022, fue llamado a filas para volver a ocupar el sillón de una dirección general, el que hasta ahora ocupaba Ignacio Villalgordo. Capítulo nacional que creció un 26% en su último año fiscal, por encima de la media del sector y del propio rendimiento de la multinacional a escala global (10%), con 140 nuevos clientes captados a su lista de 2.000 nombres y el 74% del IBEX engrosando esta particular lista.
"Cuando me uní a NetApp fue para llevar este proyecto que aunaba muchas tecnologías distintas para trabajar con los clientes en torno a la nube en todos los países de la región: España, Portugal, Brasil, México, Colombia... Era un trabajo muy interesante, en el que había que colaborar no sólo con los clientes, sino también con los equipos y socios locales", confiesa Petisco. "A principios de mayo, me proponen cambiar de rol, teniendo en cuenta mi experiencia como director general de una compañía tecnológica y que la estrategia general de la empresa está pivotando precisamente hacia la nube, algo completamente estratégico para todos".
La obsesión por la nube
El discurso de José Manuel Petisco se ve inundado de la palabra 'nube' en tantas ocasiones que al cronista de esta conversación le cuesta recordar cuántas menciones van ya. Su obsesión es compartida con la empresa a la que representa: sus ingresos netos en cloud pública crecieron un 98,9% en su año fiscal 2022, hasta los 396 millones de dólares. Contando el resto del negocio asociado a la nube, especialmente la híbrida (5.920 millones, creciendo al 6,7%), hablamos de 6.320 millones. Cifras poco desdeñables con tasas de crecimiento a las que la filial española que dirige Petisco no es ajena.
"España está totalmente alineada en la ejecución de esta estrategia y en los resultados del grupo. Para el año fiscal 2026, la compañía tiene como objetivo llegar a 2.000 millones de facturación en el área de cloud pública. En nuestro país vamos incluso un poquito por encima de esa previsión de crecimiento", detalla el ejecutivo.
Y añade: "Seguimos invirtiendo para mantenernos con el ritmo del mercado y estamos adquiriendo compañías que nos proporcionen tecnologías cloud, especialmente en la gestión y optimización de las operaciones para hacer que las soluciones e infraestructuras en la nube sean más eficientes".
Si Petisco reitera su mensaje en torno a la nube, también lo hace alrededor de la posición ventajosa que NetApp mantiene gracias a sus alianzas con los hiperescalares (AWS, Microsoft, Google o IBM). Presume al respecto de que la nube de IBM esté construida directamente sobre infraestructura de almacenamiento de su enseña o de los servicios nativos que presta para algunas de las marcas antes mencionadas y que permiten "tener un servicio de almacenamiento en la nube con una latencia inferior al milisegundo, con tiempos de respuesta aptos para aplicaciones críticas y niveles de seguridad superiores a otros rivales".
Asegura, además, en relación al aterrizaje de muchos de estos colosos cloud en nuestro país, no tarda en aclarar: "En todos los casos van a estar disponibles nuestros servicios aquí a nivel local, y ya estamos viendo preguntas de los clientes al respecto".
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José Manuel Petisco conoce bien, ya desde sus tiempos en Cisco, que las necesidades de las compañías no siempre van tan rápido como las tendencias del mercado. Traducido a cristiano: hay que ofrecer soluciones que vayan más allá de la nube pública, abordando ese paso híbrido (incluso colocando los sistemas en la casa del cliente) que comprenda todos los niveles de actuación de una empresa, sea cual sea su sector -también los regulados-. Y que llegue a los distintos casos de uso del almacenamiento de datos, desde la analítica al archivo de datos fríos, pasando por las copias de seguridad, la visibilidad de la información o el cumplimiento regulatorio.
Del hardware a sistema operativo
Sin embargo, y aunque su mente le lleve a discurrir sobre la nube, no podíamos dejar de analizar el estado del arte de dos elementos fundamentales en el planteamiento más tradicional, si lo prefieren: el hardware de almacenamiento o el devenir de ONTAP, su propio sistema de gestión de datos para estos sistemas.
Empezando por este último capítulo, NetApp fue pionera allá por 1992, cuando fue fundada, en dotar a sus equipos de almacenamiento de una suerte de sistema operativo, frente al firmware sencillo con que corrían la mayoría de sus rivales. Le preguntamos a José Manuel Petisco sobre cómo ha envejecido ONTAP y cómo se ha adaptado a la era de la nube. Y su respuesta le equipara fácilmente a Benjamin Button.
"No ha envejecido, sino que se ha rejuvenecido. En muchas ocasiones se le echó en falta a NetApp que contáramos con este software de gestión de dato en lugar del firmware, pero la evolución del mercado nos ha dado la razón y, con el movimiento a la nube o con la llegada de la inteligencia artificial, en nuestro caso ha sido muy rápido y fácil gracias a ONTAP", reconoce el ejecutivo.
Y, por supuesto, no podíamos obviar el grueso del negocio tradicional de NetApp, ligado al hardware de almacenamiento de datos y la necesaria transición a sistemas flash. Le recuerdo las palabras en este mismo medio de Charles Giancarlo, CEO de la rival Pure Storage y antiguo compañero de Petisco en Cisco, que aludía a que los discos magnéticos serían en 2025 los nuevos dinosaurios de la tecnología. Unas previsiones que no parecen cumplirse, a tenor de la coexistencia del disco y el flash. ¿Cuál es la postura del líder de NetApp en nuestro país?
"Estas afirmaciones sobre movimientos tan radicales y tan rápidos necesitan de ciertas circunstancias de mercado. Es obvio que flash es el mercado que más está creciendo porque es el ofrece una mayor rapidez de respuesta, una mejor consolidación de datos... es una tecnología de muy altas prestaciones y bajísima latencia. Pero no todos los datos necesitan de este tipo de inversión, como un backup o el almacenamiento de datos en frío", explica el directivo a D+I.
Coincide en señalar que el precio de los equipos flash no ha llegado a equipararse al de los discos magnéticos: "Es evidente que, según vaya bajando el precio, se irá adoptando más... aunque también irán apariendo otras tecnologías nuevas que requerirán nuestra atención. Al final será el cliente el que decida cómo quiere usar estos distintos entornos".
Cuando Petisco habla de "circunstancias de mercado" y de la no equiparación de precios, hay un tema que no podemos eludir: la crisis de suministro global. La industria de almacenamiento no es ajena a esta problemática, como no lo ha sido durante la escasez actual de semiconductores o en las anteriores oleadas de restricciones de oferta.
"Ha ocurrido ya varias veces por la concentración de fabricantes de semiconductores esenciales en muy pocos países. Son situaciones que nos afectan a todos los fabricantes en mayor o menor medida", admite el directivo. "Al final es probable que vayamos hacia un modelo de fabricación bajo demanda, como en la industria de la automoción o de la aviación, en la que las soluciones de alto valor se realizarán a pedido de los clientes, reduciendo el concepto de estocaje o almacenaje a sistemas de bajo valor".
El momento de dar el salto digital
José Manuel Petisco se muestra optimista respecto a la oportunidad que los fondos europeos de recuperación traen para la digitalización de nuestro tejido productivo... y también de la propia Administración Pública: "Estamos viendo ya que se están sacando los programas específicos para la modernización de la AAPP con proyectos interesantes en el Ministerio de Justifica, la Secretaria General de Administración Digital, la propia Administración General del Estado o el mismo CSIC, donde estamos desarrollando su nube privada, que son iniciativas que aportarán mucho valor y que han cobrado vida gracias a esos fondos".