Si en muchas empresas españolas se hablaba tradicionalmente con cierta reverencia y distanciamiento de 'los chicos del SAP', para referirse a esos 'intocables' específicamente autorizados a manejar la gran herramienta de gestión (nóminas, facturas…), ahora la innovación más disruptiva, el futuro de la compañía nacida en Alemania en 1972, depende de 'los niños del kindergarten' que regenta Yaad Oren, jefe del SAP Innovation Center Network.
"Tenemos el mandato de pensar diferente", responde Oren a D+I, en el coqueto y reluciente ambiente de la Academia de Ingeniería de SAP en San Ramón, a unos 50 kilómetros de San Francisco. "Nadie puede predecir el futuro", añade.
La Academia es un edificio muy Silicon Valley, con asientos-columpio colgados del techo, mapas con iconos en el suelo y mesas de ping-pong en algunos rincones.
Todavía huele a nuevo el local, situado frente a un idílico lago con bosquecillo. Se empezó a construir en 2019, fue inaugurado hace un año y estaba literalmente vacío durante la visita de un grupo de prensa internacional que incluía a este medio.
Yaad Oren explica los criterios con los que trabaja su organización, que cuenta con una decena de laboratorios de investigación repartidos por el mundo, desde Bangalore hasta Palo Alto, "porque la innovación disruptiva no puede crecer como un producto normal, a la escala de los clientes".
Innovación transformadora
Habla con cierta ternura de sus muchachos. Unos a punto de terminar sus estudios especializados, otros recién graduados, que andan trajinando en los entresijos de tecnologías en fase de eclosión como "blockchain, metaverso, computación cuántica, criptografía, cell analytics [medición y optimización de redes móviles], la siguiente generación de inteligencia artificial autoprogramable…".
"Es lo que llamamos innovación transformadora. No es una innovación lineal que continúa una línea de producción para negocio", dice Oren, separando su tarea de "la hoja de ruta de SAP, que maneja diferentes mapas a un año o dos".
"Experimentamos mucho, tenemos entre 30 y 50 proyectos continuamente, con un par de cientos de desarrolladores por todo el mundo, hasta que alguno está maduro como para llevarlo a los clientes", explica.
Son ideas que pueden tener proyección a cinco años, o quedarse por el camino, y han de obedecer a unas reglas básicas: sus desarrollos deben estar orientados hacia las áreas de negocio de SAP. "No contamos con el conocimiento de nuestra gente de negocio, sino que trabajamos con clientes", advierte.
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Si alguna idea puede dar más de sí, pero alejándose de esos preceptos, cabe la posibilidad de separarse, "cocrear con algún cliente al que le pueda ser útil y luego ya veremos si hay que tratar la propiedad intelectual", especifica Oren en un aparte con D+I.
Tiene la vista puesta en "las próximas generaciones de clientes", que se incorporarán al mundo de los negocios con otros hábitos para "el consumo de datos, los análisis y la forma de mostrar esos datos".
Solución 'Build' de low code
El kindergarten, o college (él utiliza ambos términos), de Oren no ha participado en el desarrollo de las dos grandes novedades que SAP deseaba comunicar en esta reunión internacional con partners y periodistas, simultaneada en tres sedes entre Estados Unidos y Alemania.
Se trata, por un lado, de la creación de la solución Build, de low code, integrada en su Business Technology Platform; y, por otro, de una asociación con la organización de educación online Coursera "para preparar a dos millones de desarrolladores en tres años", según detalla Juergen Mueller, jefe de tecnología de SAP, desde la conferencia TechEd en Las Vegas.
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Coursera presume de tener más de 110 millones de alumnos registrados por todo el planeta. SAP emitirá su propio certificado profesional técnico de nivel básico, para aprendices con todo tipo de educación previa, sin necesidad de poseer un grado universitario ni experiencia industrial.
A partir de tales novedades, el antes mencionado reino de 'los chicos del SAP' se abre a desarrolladores menos exclusivos. Los expertos en negocio "con menos conocimientos técnicos" podrán construir las aplicaciones utilizando los ladrillos (paquetes de código) con la técnica básica de arrastrar y soltar.
Esos paquetes están ya una librería de low code, disponible para todas las compañías suscriptoras, contando con más de 275.000 puntos de referencia de procesos de 4.000 clientes, anonimizados, 1.300 flujos de trabajo y automatizaciones específicas para cada caso de uso.
Y seguirá creciendo, incluyendo las aportaciones de las empresas que deseen compartir sus propias piezas en la red de trabajo
Conexión con entornos ajenos
"Podrán desarrollarse incluso apps para trabajar con entornos ajenos a SAP, porque habrá todo tipo de conectores", precisa un técnico encargado de demostrar in situ la facilidad para enlazar los bloques de código previamente empaquetados.
Mueller explica que se ha desarrollado esta nueva opción en estrecha colaboración con su partner Convergentis, abarcando tres áreas: la construcción de aplicaciones; su puesta en funcionamiento en procesos de negocio, contando con las funcionalidades de IA de Signavio (empresa adquirida por SAP el pasado año); y la creación específica de websites, en la denominada "work zone".
El concepto que se repite, con unas u otras palabras, es que "los usuarios de los negocios marcan la próxima ola de la transformación, mejorando los procesos que mejor conocen al poner en sus manos las herramientas de automatización". Así lo expresa desde Las Vegas la jefa de marketing y soluciones de SAP, Julia White.
La demo en vivo muestra la sencillez para ordenar y enlazar procedimientos, con encendidos elogios de Spencer Cook, de Qualtrics, empresa dedicada a gestión de experiencias también adquirida por SAP, hace tres años, y que ha utilizado ya el sistema para desarrollar su software de referencia.
El gran cambio estratégico que ha experimentado SAP en los últimos años es que "ahora no repartimos nuestro software en discos o CDs, sino que lo distribuimos y gestionamos en la nube", define David Vallejo, dibujando la imagen de una compañía que amplia horizontes sin limitaciones.
La responsabilidad de Vallejo, como jefe de planificación de cadena de suministro, manufactura y logística, le lleva a plantear una nueva visión en la que la gestión de la compañía implica el continuo "intercambio de información en tiempo real" con todas las empresas que participan en el proceso de producción. La nube, sea propia o hiperescalar, es el entorno de referencia.
Eso no significa que cada una de las empresas implicadas en la cadena de suministros deba tener su propia suscripción anual a los servicios de SAP, aclara Vallejo a preguntas de D+I. "Las empresas de la cadena pueden, simplemente, participar" en el sistema de la que gestiona así los elementos de su producción.
Eslabones de la cadena de suministro
"Pero cada uno de los eslabones puede tener a su vez su propia cadena de suministro", añade, pintando la imagen de un mundo complejo e interconectado, aunque ahora mismo "muchas cosas van más despacio por la crisis de los semiconductores".
Vallejo pone en valor esa capacidad de intercambio de información en la nube y en tiempo real, que ha cambiado la forma en que SAP puede ofrecer los datos. Pero, aclara, "sigue habiendo empresas que prefieren tenerlos on premise y también lo hacemos".
"Imaginen un avión, con 23.000 sensores a bordo y sólo dos pilotos para interpretarlos y tomar decisiones", sugiere Vallejo, para explicar la utilidad de incorporar procesos de inteligencia artificial y machine learning al buque insignia de su área de responsabilidad, el sistema Integrated Business Planning.
Esa herramienta integra y facilita la gestión de toda la información de la cadena de suministros, incluyendo la capacidad de hacer proyecciones de futuro del mercado y detectar cambios en las tendencias de consumo. El progresivo cambio de imagen de SAP se expresa también en nuevas actividades como su aproximación al mundo del deporte, de dos maneras diferentes.
El mundo de los deportes
En el estadio de los San Francisco 49ers (equipo de fútbol americano) se ha convertido en el gran observador y gestor de la actividad y movimientos de la masa humana. Son datos que sirven para planificar y predecir la actividad y las necesidades de aprovisionamiento según las características de cada partido.
Una sala de pantallas recoge desde la comida y bebida que se está consumiendo, en tiempo más o menos real, hasta la satisfacción del público en el uso de las instalaciones. Lástima que no hayan resuelto las terribles aglomeraciones en los controles de entrada…
La otra actividad, explicada por Dave Lehanski, vicepresidente de innovación de la NHL (liga de hockey hielo) en conversación con el miembro del consejo ejecutivo de SAP Scott Russell (anfitrión en nuestra visita), es propiamente la aplicación de la tecnología al espectáculo del juego.
Lehanski detalla cómo toda clase de datos registrados por sensores automatizados, en los jugadores y elementos del juego, añadidas a las anotaciones de expertos ("combinados en tiempo real", le dijo a D+I), dan una nueva dimensión a las estadísticas para comprender lo que está pasando, el trabajo de cada jugador, y al propio desarrollo del juego (algo así como las aportaciones del VAR en el fútbol, para clarificar momentos confusos).
El sistema se ha desarrollado "con la aportación de los expertos tecnológicos y de los entrenadores y técnicos deportivos, haciéndoles muchas consultas", nos asegura.
"Todas las empresas son ahora compañías tecnológicas", asevera White, aportando otra sentencia definitiva sobre el momento actual: "La transformación ya no es, simplemente, pasarse a la nube".