Estudió en la prestigiosa Harvard y ocupó cargos de responsabilidad en la consultora Mercer y en RealNetworks, siempre desde el lado de las operaciones y el marketing. Pero el verdadero despertar de la carrera de Adam Selipsky llegó cuando se unió, en 2005, a una recién creada Amazon Web Services como su Chief Operating Officer.
Mano derecha del entonces CEO, Andy Jassy, dedicó once años a desarrollar un concepto -el de la nube pública- hasta entonces desconocido, consolidar una enseña de nuevo cuño en el sector tecnológico y abrir las alas del coloso que es hoy AWS.
Y, sin embargo, nuestro protagonista decidió dar un salto adelante, dejando ese segundo escalón atrás y asumiendo la dirección general de una empresa como Tableau, pujante actor en la arena de la visualización de datos. Tan pujante como para que Salesforce se hiciera con ella por 13.880 millones de dólares y que Selipsky se hiciera un nombre propio por méritos propios dentro de esta comedida industria.
[Amazon Web Services refuerza su nube pública ante la incertidumbre económica]
Aunque las vueltas que la vida nos tiene reservadas, destino o casualidad, hicieron que en 2021 los caminos de Selipsky y de Amazon Web Services volvieron a encontrarse: Jassy asumía el control de todo el grupo Amazon y su antigua mano derecha fue llamada a filas para asumir el sillón de mando de AWS. Cinco años y cinco meses más tarde, en mayo del pasado curso, Adam Selipsky se convertía en el hombre fuerte de la 'cloud' pública, con la batuta de poder sobre el 35% de este mercado en crecimiento exponencial.
"Todo se ha mantenido igual, la misión de ayudar a los clientes a hacer tecnología de una mejor manera y transformar sus organizaciones con una infraestructura diferente sigue siendo la misma", explica Adam Selipsky, CEO de Amazon Web Services, en entrevista exclusiva con D+I - EL ESPAÑOL. "Lo que ha cambiado en estos años [su etapa en Tableau] es que AWS se ha implantado tan profunda y fundamentalmente para tantos clientes distintos que es un elemento más en la agenda de la alta dirección. Es un honor, un privilegio y una responsabilidad".
El momento en que Selipsky ha regresado a su hogar no es baladí. Con una crisis económica en ciernes, el vodevil que se está escribiendo entre frenazos a la inversión y la necesaria apuesta por la digitalización es -en ocasiones- un auténtico dislate. Para el máximo directivo de AWS la incertidumbre prevista para 2023 no es sino una oportunidad para seguir creciendo el poso de su multinacional.
"Con la explosión de los datos surgen grandes oportunidades, pero también grandes desafíos"
"Estamos viviendo una época de gran incertidumbre económica y algunas industrias están pasando por un momento difícil en estos momentos. A otras, en cambio, les sigue yendo muy bien, así que es una cuestión mixta. Algunos clientes se están ajustando ya el cinturón y buscando ser muy eficientes con los recursos que consumen. Nosotros somos diferentes respecto a la mayoría de compañías de software porque ofrecemos un importante ahorro de costes [de alrededor del 30% en una carga de trabajo promedio] y flexibilidad ante los aumentos o descensos en la demanda [como Airbnb, que durante la pandemia redujo sus gastos de Ti un 27% de inmediato al desactivar muchos de sus recursos de AWS]".
A raíz de esta explicación, cabe preguntarle a Adam Selipsky si el diferencial de Amazon Web Services se centra en esas bondades y no en un valor añadido natural para los negocios que confían en su nube: "Incluso si le han pedido que reduzca su presupuesto, la nube es más un lugar eficiente en el que seguir innovando. Y luego, cuando inevitablemente la economía cambie o su industria cambie, esas empresas tendrán una ventaja competitiva y estarán listas para acelerar y superar a muchos otros competidores que no se han estado preparando de la misma manera", responde.
La importancia de los datos
Hay un detalle sobre los cambios de AWS y la industria en su conjunto que el directivo obvia en su primera respuesta: del movimiento de cargas a la nube hemos pasado a una obsesión absoluta por extraer valor de los datos que contienen. ¿Tendrá algo que ver su paso por Tableau, pionera en estas lides, por la intensificación del discurso en torno a este tema?
"No se trata de mí, sino de nuestros clientes. Tendríamos un problema si nuestra estrategia de datos se basara en una sola persona", responde Selipsky esbozando una sonrisa. "Claro que la etapa en Tableau me ha dado más comprensión y habilidades profundas en estos asuntos, pero realmente se debe a un problema real de nuestros clientes, en los que las capacidades de datos han aumentado en importancia".
Las predicciones indican que, en los próximos cinco años, el mundo producirá el doble de la cantidad de datos que se han generado desde los albores de la era digital. "Y con esos datos surgen grandes oportunidades, pero también grandes desafíos a la hora de saber cuáles y cuántos son, poder manejarlos y poder trabajar sobre ellos", añade el ejecutivo, antes de repasar profusamente las bondades de su enseña en estas lides.
"Nosotros tenemos servicios de bases de datos, servicios analíticos, de aprendizaje automático... Y seguiremos construyendo capacidades básicas en cada una de esas áreas. Pero lo verdaderamente importante es poder integrar y unir esas funcionalidades y poder ayudar a las empresas en el viaje final por el que pasan sus datos", detalla a propósito del lanzamiento reciente de su Data Zone, un servicio de gobierno que facilita el descubrimiento y control de la información de las compañías.
Ser más grande que Amazon
Adam Selipsky, CEO de Amazon Web Services, ha manifestado en algunas ocasiones que esta división acabaría siendo la más importante dentro del grupo Amazon. Aunque siempre ha sido la que mayor margen de beneficios ofrecía, su peso en la facturación de la corporación fundada por Jeff Bezos apenas representa un 15% de la tarta.
¿Cómo se producirá este particular, inusual y sorprendente 'sorpasso'? "Hemos crecido muy rápidamente, aunque el resto de Amazon también lo ha hecho. Creo que hay una gran demanda a largo plazo en la nube y sus beneficios son muy fuertes. Al final del día, se trata de transformar empresas, que innovan y toman más riesgos, que ponen los datos en el centro de su toma de decisiones. Entonces, si miramos el segmento de mercado disponible ahí fuera y escuchamos a nuestros clientes, tenemos un camino muy sólido por delante", explica el directivo, que sin embargo no aventura cuándo ni en qué circunstancias se va a producir este seísmo de dimensiones épicas.
El mercado que está ahí fuera, como verbaliza Adam Selipsky, no es sólo objeto de deseo para AWS: competidores como Microsoft, Google, IBM u Oracle han puesto también sus miras en el terreno aún fértil que no ha sido recolectado para el 'cloud'. Pero para el mandamás de Amazon Web Services esto no supone un reto adicional.
"Nuestro modelo eran tan bueno y una amenaza tan grande que nuestros rivales primero lo negaron y luego lo ignoraron"
"No deberíamos irnos a la cama cada noche preocupándonos por nuestros rivales, sino despertarnos cada mañana aterrorizados por no cumplir con los requisitos de nuestros clientes", detalla cual mantra. "Otras empresas tienen una estrategia centrada en la competencia, y funciona muy bien para ellas. Pero nosotros elegimos iterar e innovar en función de lo que quieren nuestros clientes. Y si lo hacemos realmente bien, será difícil para nuestros competidores igualarnos".
"Nosotros inventamos y creamos toda esta categoría, cuando nadie hablaba de computación en la nube en las capas de plataforma e infraestructura. Y nuestro modelo de negocio, basado en precios bajos y pago por uso, era tan bueno para los clientes y una amenaza tan grande para otros proveedores que primero negaron y luego ignoraron la viabilidad de esta vía", lanza el dardo el CEO de AWS.
España, la nueva pasión de AWS
Lo que ignora Amazon Web Services es la necesidad de ampliar su huella geográfica. Primero, para afrontar la creciente demanda de sus servicios. Segundo, para ofrecer nuevas propuestas ligadas a la baja latencia y alta disponibilidad. Tercero, para atraer a clientes hasta ahora reticentes por motivos regulatorios.
En ese sentido, España es la última joya de la corona de AWS, con el lanzamiento reciente de tres zonas de disponibilidad en Aragón, construidas desde cero con una inversión de 2.500 millones de euros en diez años. Y Adam Selipsky no oculta su orgullo.
"Prometí al presidente del Gobierno que lanzaríamos nuestra región de datos en España antes de final de año. Y hemos cumplido"
"Estoy muy emocionado del lanzamiento de nuestra región en España. Estuve allí en marzo, me reuní con el presidente del Gobierno y prometimos lanzar la región antes de acabar el año. Y lo hemos hecho, muy satisfechos de la inversión que representa para España y el impacto de 1.800 millones que producirá en el PIB nacional. También hemos creado un fondo para las comunidades locales en temas como la educación para poder devolver parte a las comunidades en que operamos.
¿Qué supondrá esta región de datos para los clientes de AWS? "Hay muchos casos de uso, relacionados con la latencia y la experiencia de usuario final, para las que las regiones más cercanas como Frankfurt, Dublín, Estocolmo, Suiza o Reino Unido no eran idóneas. Y luego están los temas vinculados con la residencia de datos, para esas aplicaciones que los clientes quieren mantener dentro del país. Mantenemos una política de aislamiento de datos muy estricta y altas garantías de soberanía de la información", responde el directivo.
Sin despidos por el momento en AWS
La incertidumbre de la que hablábamos al principio de esta entrevista es la misma que ha motivado muchos anuncios desagradables en materia de despidos. Las principales tecnológicas del mundo han comenzado a recortar sus plantillas, en previsión de lo que nos depare 2023. Incluida la propia Amazon, con alrededor de 10.000 salidas previstas, el 1% de su plantilla a escala global, aunque ninguno de ellos en AWS.
"No tenemos ningún despido que anunciar", remarca Selipsky. "La buena noticia es que AWS ha contratado a una gran cantidad de empleados durante varios años. Nos sentimos muy bien posicionados en este momento, porque tenemos muchos recursos disponibles y podemos hacer mucho con lo que tenemos. De hecho, es una gran oportunidad para asegurarnos de que somos eficientes con nuestros recursos".
"No es fácil crecer tan rápido como lo hemos hecho y ser 100% eficientes. Ahora estamos ante un momento en que podemos comprobar que toda nuestra gente esté enfocada en las áreas que más importan a nuestros clientes", concluye confirmando la paralización de contrataciones en esta firma.
Un punto sin retorno.
Adam Selipsky está convencido, desde lo profundo de su ser, de que la migración de la mayoría de cargas de trabajo se moverán a la nube pública. Sin embargo, en el sector se comienzan a ver algunos procesos de vuelta a los centros de datos tradicionales, de empresas que se movieron al 'cloud' y a los que las cuentas no les terminan de salir.
Ante esta realidad, el CEO de Amazon Web Services manifiesta que esta situación es "extremadamente rara" y que, en los casos que sí ha sucedido, "muchos acabaron volviendo a AWS después de un par de años". Un juego de idas y vueltas que, de cualquier modo, es irrelevante cuando apenas el 10% de las cargas de trabajo se han movido a la nube pública.
"Creemos firmemente que, con el tiempo, la gran mayoría de las cargas de trabajo se trasladarán a la nube. Todas esas razones de economía son demasiado convincentes, como la flexibilidad, la agilidad o la capacidad de innovar más rápido y mejor. Así que creemos que todavía hay un gran viento de cola para la adopción de la nube. Y a pesar de la incertidumbre económica actual, si toma cualquier tipo de escenario a medio plazo, estamos solo ante el comienzo de la adopción de la nube, incluso en España".