Barcelona

Christian Klein rehúsa de los trajes al uso, todo lo contrario que sus antecesores. No es muy germano en eso, sino más cercano al estilo habitual de los líderes tecnológicos estadounidenses: americana, camiseta y zapatillas blancas. En lo que sí cumple el estereotipo alemán es su discurso claro y directo, articulado en torno a ideas bien trabajadas y plagadas de cifras que las sustentan. También en su destino vacacional, Alicante. Eso le termina de delatar.

A sus 43 años, puede presumir de un currículo de excepción, y eso que sólo ha trabajado en una empresa en toda su vida. Klein entró como becario en SAP allá por 1999 y, desde entonces, ha ido subiendo escalón a escalón dentro de la mayor multinacional europea de software hasta convertirse -veinte años después- en su CEO. 

"Cuando entré en la compañía me dediqué a llevar monitores de ordenador de un lado. Y en estos 24 años de carrera, he pasado por los departamentos de marketing, finanzas, por el negocio en Estados Unidos durante tres años... Creo que la tecnología es importante, pero entender la cultura de la empresa es igual de esencial", explica Christian Klein en entrevista exclusiva con D+I - EL ESPAÑOL. "Nunca esperé convertirme en el consejero delegado, pero estoy muy feliz de dirigir la empresa en tiempos tan emocionantes como los que vivimos. Me divierto mucho en mi trabajo y al final tienes que hacer aquello que te apasiona, porque es lo que te traerá el éxito".

Christian Klein, CEO mundial de SAP, mantiene una entrevista exclusiva con Alberto Iglesias Fraga, subdirector de D+I - EL ESPAÑOL.

Klein presenta un perfil particular de liderazgo, en la línea de la estructura y forma de funcionar igualmente singular de SAP. La compañía, que nació para digitalizar la gestión de procesos empresariales y finanzas de grandes compañías (ERP), cuenta con un Consejo de Supervisión con un enorme poder en los designios y caminos que toma la enseña. Un ente que dirige el histórico fundador de SAP, Hasso Plattner, quien ha anunciado su jubilación en los próximos meses.

Le pregunto a Klein por la relación que mantiene con su mentor: "El no sólo es el fundador de la empresa, sino que en mis últimos tres años como CEO ha sido increíblemente útil porque me brindó el respaldo para encarar la transformación de SAP, que no ha sido fácil. Me dijo, en mi primer día, que nos teníamos que preocupar por nuestros clientes y movernos hacia la nube, que las finanzas y el precio de las acciones irían en segundo lugar. Todos en la empresa le estamos agradecidos porque sin él nada de esto sería posible y estamos muy contentos de la nueva etapa que empieza en su vida".

[Opinión"En un mundo fragmentado, la tecnología nos une", por Christian Klein]

La transformación a la que hace referencia Christian Klein es el paso de SAP de ser un proveedor de software ERP tradicional (que proporcionaba licencias para el uso de su herramienta, instalada a su vez en los centros de datos de cada empresa) a un actor clave en el negocio de la nube. Un nuevo modelo que se sustenta sobre la base de la suscripción, de los acuerdos con los grandes 'hiperescalares' de la nube pública -AWS, Microsoft y Google- y que promete un mayor ritmo de actualización, más capacidad de innovación y una relativa estandarización que se ha ido perdiendo conforme la actividad de cada organización iba haciéndose más y más compleja.

Un cambio drástico de modelo de negocio que, en un software tan crítico como el ERP, no está siendo sencillo de aplicar. El propio Klein pedía el año pasado "confianza" a los mercados y prometía que "después del segundo año veremos más ingresos y más ganancias operativas". Tras varios trimestres con incrementos de dos dígitos en el balance, cabe preguntar al directivo por la marcha y consistencia de este camino.

"Ahora vemos un SAP más resistente, con más ingresos recurrentes y más previsibilidad".

Christian Klein, CEO de SAP

"Nuestros ingresos en la nube están creciendo mucho más rápido que los de nuestros competidores. Para mí era muy importante cumplir mi promesa a los accionistas, y lo estamos haciendo. Ahora vemos un SAP más resistente, con una participación de los ingresos recurrentes mucho más alta, lo que también mejora la previsibilidad", responde, antes de permitirse un cierto elogio. "Cuando ves cómo se ha desarrollado el precio de nuestras acciones el último año, mucho mejor que el mercado, ves que es una prueba de que lo hemos hecho bien".

En un ERP no sólo están las nóminas y facturas de toda una empresa, sino que también hay información crítica de procesos, proveedores y operativa interna. En otras palabras: lo que Christian Klein está proponiendo es mover el corazón mismo de las principales compañías del mundo a la nube, aprovechando el tercio para repensar cada uno de sus procesos y dotarlos de eficiencia por medio de la automatización y la estandarización. Misión titánica, no exenta de retos.

Christian Klein, CEO mundial de SAP, ofrece una entrevista exclusiva a D+I - EL ESPAÑOL.

"Desde hace tres años, el movimiento se ha acelerado y los clientes ya ven el valor de este cambio en términos de agilidad y velocidad. En la nube podemos ofrecer nuevas innovaciones y características cada trimestre, no esperando años para implantar el siguiente lanzamiento. Para nosotros es un movimiento que tiene mucho sentido para el negocio y para TI, porque además nos permite hacer no sólo un impulso técnico a su sistema, sino también cambiar sus procesos operativos e incluso incorporar la sostenibilidad como una métrica más de su día a día", replica el ejecutivo.

Para 2025, más del 50% de los ingresos de SAP provendrán de la nube, según otra promesa de Klein. Para acelerar el ritmo de adopción, la batuta de nuestro protagonista ha dado lugar a dos programas -RISE y Growth- dirigidos a facilitar la adopción de esta nueva fórmula entre grandes empresas con instalaciones ya existentes, por un lado, y a captar a pymes que hasta ahora no podían permitirse pagar licencias de esta firma.

"Con RISE estamos tomando a nuestros actuales clientes de la mano para afrontar juntos la complejidad que puedan tener para llegar a la cima de la montaña, que es la nube. Está siendo un gran éxito, en distintas industrias, y lo más difícil no está siendo la migración técnica, sino asegurarnos de que las empresas ven un beneficio tangible de este paso", detalla Klein. "Con Growth, que es especialmente útil en países como España con un tejido de pymes tan fuerte, queremos ayudarles a crecer y escalar su negocio, con una oferta realmente diseñada para evitarles largos tiempos de implementación".

Christian Klein, CEO mundial de SAP, ofrece una entrevista exclusiva a D+I - EL ESPAÑOL.

Promete, de hecho, implantaciones de un ERP en empresas medianas en dos o tres semanas; algo insólito con la aproximación tradicional de esta tecnología y que abrirá las puertas de un segmento que, si bien parece nuevo para esta enseña, resulta ser ya un campo bien arado: "Es uno de nuestros secretos ocultos, en realidad el 80% de nuestro negocio se hace con pymes y sólo el 20% con las grandes", desliza con una sonrisa.

Si eso es un secreto oculto, no lo es tanto la pugna que existe actualmente en torno a las soluciones ERP en la nube. Si bien SAP ostenta el liderazgo indiscutible en el mercado global, hay aspirantes que aspiran a restarle hegemonía en este nuevo contexto. Entre ellos, hay uno especialmente agresivo -Oracle-, cuyo fundador Larry Ellison lleva varios años arremetiendo contra la casa germana y prometiendo a bombo y platillo "un gran robo de clientes a SAP" que nunca termina por concretarse.

"Si eres el entrenador del Real Madrid y hablas más del Barcelona que de tu equipo es una señal de debilidad".

Christian Klein, en respuesta a los comentarios de Larry Ellison (Oracle)

La respuesta de Christian Klein a su contendiente estadounidense tira de la ironía más fina y directa: "Si eres el entrenador del Real Madrid y hablas más del Barcelona que de tu propio equipo no es una señal de fortaleza, sino de debilidad". A renglón seguido, saca datos para fundamentar su predominio: "Cada trimestre ganamos un 80% de contratos con clientes nuevos, por el 20% que viene de los ya existentes. Están felices con nosotros y no vemos que nos estén ni vayan a dejar. Y estamos ampliando nuestra cuota de mercado en Europa, América del Norte y Asia".

Más allá del ERP

Para mucha gente, hablar de un ERP es hablar de SAP. Y viceversa. Es uno de esos casos en que una marca comercial crea la categoría desde cero y se convierte 'de facto' en sinónimo de la misma. Sin embargo, hace tiempo que esta compañía ha diversificado su rango de actuación o, mejor dicho, ha ampliado y estirado los límites conceptuales de este software: ahora abarca también la gestión de recursos humanos (SuccessFactors), la gestión de compras (Ariba), el ecosistema de proveedores (Business Network), de viajes corporativos (Concur) y un largo etcétera.

"Las empresas no quieren operar en silos. Por ejemplo, un comercio minorista no quiere tener sólo un ERP para su gestión financiera o de nóminas, sino que quiere extenderlo a su cadena de suministro, a cómo coordina a sus empleados o a garantizar la experiencia del cliente final. Quiere que todo funcione de principio a fin, y eso es lo que estamos tratando de abarcar. Nadie más puede ofrecer eso, porque tenemos una cartera muy diversificada pero que al mismo tiempo trabaja de forma conjunta y con capacidades integradas que sólo nosotros podemos crear", coincide Christian Klein.

De hecho, la magia de SAP radica en contar con la información más crítica de toda la empresa, en todas sus capas, y poder construir sobre ella nuevos modelos de negocio y aplicaciones tecnológicas que aporten valor a la compañía de turno. Uno de los mantras habituales de su CEO es el de "convertir las empresas analógicas en empresas inteligentes". No digitales, inteligentes. Un mensaje que lleva en el candelero desde mucho antes de que la inteligencia artificial se convirtiera en el tema de moda.

Christian Klein, CEO mundial de SAP, ofrece una entrevista exclusiva a D+I - EL ESPAÑOL.

"Tenemos muchas alianzas en el ámbito de la inteligencia artificial porque todos vienen a nosotros. Saben que los datos que manejamos son muy importantes para los algoritmos, para los chatbots y para la optimización de los procesos empresariales. Los clientes se entusiasman con la IA, pero al final tiene que tener un impacto en su negocio, que es donde nosotros jugamos un papel clave", detalla Klein, quien asegura que 20.000 de sus clientes en la nube ya utilizan capacidades de inteligencia artificial de la propia casa y sus 'partners'.

Solvencia ante la incertidumbre

A SAP en ocasiones se la ha acusado de ser más conservadora que otras enseñas rivales. Pero no conviene confundir una imagen de solidez con la de inmovilismo, sino que debemos entender la criticidad de una herramienta como ésta y la necesidad de que las empresas confíen en su rendimiento y estabilidad por encima de todas las cosas.

El coste personal del liderazgo

Christian Klein muestra su perfil institucional, pero tampoco oculta su lado más humano durante la entrevista con D+I - EL ESPAÑOL. Así, reconoce que el día que fue nombrado CEO de SAP coincidió con el del nacimiento de su segunda hija. Debido a las exigencias del nuevo cargo, se perdió el alumbramiento por apenas cinco minutos. 

"Afrontémoslo: cuando llegas a un cierto nivel no es fácil llegar a casa a las cinco de la tarde o tener un horario fijo. Tienes que viajar para visitar a 'partners' y clientes... Y, por supuesto, tienes que tratar de compatibilizarlo con tus compromisos familiares", se abre Klein, quien no descarta -en un futuro lejano- dejar la primera línea del liderazgo de la multinacional. "En algún momento tienes que plantearte si quieres hacer esto para siempre o abrir un próximo capítulo en que priorizar aspectos diferentes de tu vida privada. Pero por supuesto que quiero continuar este viaje [como CEO] algunos años más".

Una solvencia más importante si cabe ante la incertidumbre constante que parece haberse apoderado del mundo en los últimos tiempos. Pandemias, crisis económicas, problemas de suministro globales, guerra en Europa... Un escenario complejo acerca del que Christian Klein se muestra moderadamente optimista.

"Si me hubieras preguntado hace nueve meses, hubiera sido más pesimista con los altos costes de energía en Alemania, las amenazas de recesión, los tipos de interés... Es cierto que el dinero quizás estaba demasiado barato, no es algo que me parezca negativo aunque por supuesto ejerce presión sobre los márgenes y los costes. Pero en el ámbito de la tecnología, las empresas saben que al comprarla están ganando precisamente en esos márgenes, en su productividad y escalabilidad", reflexiona durante la conversación mantenida en el reciente congreso Sapphire, en Barcelona.

"Me preocupa más el punto de vista geopolítico", continúa Christian Klein. Ante la sorpresa del que suscribe estas líneas, no habla de Ucrania y Rusia... sino de China: "Muchas empresas en España, Alemania y otros países se abastecen de China. Hay una gran dependencia y estamos viendo cada vez más conflictos. Espero que todos los líderes políticos encuentren buenas soluciones porque sería una carga adicional para la economía".

Eso en el plano general, porque el contexto de incertidumbre ha entrado ya en su propia familia, en este caso en la forma del despido o reposicionamiento de 3.000 empleados en todo el globo. Una dura medida que se toma en paralelo al aumento de las previsiones de facturación para 2025 en casi 4.000 millones de euros. ¿Cómo debemos entender este movimiento, a priori contradictorio?

"El punto es que estamos en una transformación masiva y, aunque queramos mantener a la gran mayoría de nuestros 110.000 trabajadores, en ocasiones se han producido superposiciones en este proceso. Por eso no es posible a veces proteger a todos los empleados que no tienen nada que hacer en estos momentos", se defiende, antes de marcar distancias con las reestructuraciones del resto del sector digital. "El negocio es muy exitoso, no es el caso de otros actores tecnológicos que tienen que despedir porque no les está funcionando tan bien. Para nosotros es una medida para garantizar que SAP sea exitoso durante muchas generaciones más y debemos cuidar a los empleados de cara al futuro y hacer lo correcto para la empresa".