En 1990, cuando la tecnología y sus avances sólo estaban en el radar de unos pocos, un grupo de compañías decidió unirse para impulsar lo que ahora parece un término obsoleto, pero que acabó arraigando en todos los ámbitos económicos y empresariales: las TIC (tecnologías de la información y la comunicación).
Entre aquellas pioneras estaban las desaparecidas Alcatel y Digital Equipment Corporation (DEC), y multinacionales nacionales e internacionales como Cisco, HP, IBM, Nokia, Novell, Sun Microsystems, Telefónica o Xerox. Juntas crearon la Asociación de Proveedores de Sistemas de Red, Internet y Telecomunicaciones (Aslan).
Desde sus inicios, el objetivo de esta asociación –que huye de la palabra “patronal” para diferenciarse de otros actores del sector– fue fomentar la colaboración entre empresas, organismos públicos y usuarios. “En los años 90, la tecnología cumplía una función auxiliar en el tejido empresarial. Ahora, ha adquirido un papel protagonista dentro del mundo económico y social, impregnándolo todo”, manifiesta Alberto Pascual, nuevo presidente de Aslan, durante la entrevista que mantiene con D+I – EL ESPAÑOL.
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Pascual asumió este cargo en enero de 2024, aunque antes, como director ejecutivo de Ingram Micro, ya formaba parte de su Junta Directiva. Sustituye así a Ricardo Maté, director general de Sophos. Por delante tiene, como mínimo, dos años de presidencia, prorrogables a otros dos, que se avecinan intensos.
Aslan celebra sus 35 años en activo sumando casi 180 empresas asociadas que se caracterizan por su “diversidad”: “Contamos con representantes de todo el ecosistema, incluidos fabricantes de infraestructuras, aplicaciones, integradores, proveedores de servicios, centros de datos, hiperescalares…”, enumera. Y adelanta que durante la celebración de su próximo congreso anual, en abril, también tendrán un espacio reservado para startups.
Más colaboración
Aunque el nuevo presidente reconoce que “no he venido a cambiar nada, sino a dar continuidad”, entre sus propósitos más acuciantes está ejecutar los fondos Next Generation concedidos por la Unión Europea, “para que se traduzcan en proyectos transformadores para la economía y la sociedad española”.
Un reto que califica de “enorme” y para el que considera “imprescindible” la colaboración público-privada. Algo que tratan de fomentar desde la comisión de Relaciones Institucionales, utilizando como vehículo principal su asociación con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). En ese sentido, tienen por delante dos desafíos: explicar cómo aprovechar esos fondos y facilitar su gestión eliminando trabas burocráticas.
"En los años 90, la tecnología cumplía una función auxiliar. Ahora, ha adquirido un papel protagonista dentro del mundo económico y social"
“Históricamente, grandes hitos, como el viaje del hombre a la Luna, requirieron de esta colaboración. Incluso cuando se descubrió América, Colón tuvo que buscar esos acuerdos entre lo público y lo privado: en aquella época ya había empresarios que aportaron capital e intermediaros, como los frailes, que actuaron como interlocutores entre el poder público de entonces, los Reyes Católicos, y los empresarios”, refiere Pascual como ejemplo.
Junto a esta comisión, Aslan cuenta con otras dos. Una de ellas dedicada a detectar tendencias “para ver por dónde transita el mundo tecnológico y que las compañías puedan anticiparse para seguir siendo competitivas”. Para ello, elaboran informes con recomendaciones.
En este punto no podía faltar la mención a la omnipresente inteligencia artificial: “La IA es el término de moda, pero hay que aterrizarlo, explicar que se aplica desde diversas tecnologías y en ámbitos tan diferentes como el laboral, las redes inteligentes o la ciberseguridad para anticipar patrones”.
La otra comisión está dedicada a las Administraciones públicas, para “interactuar” con este sector que desde la asociación consideran motor de la transformación digital. “La administración debe ser la primera en promover el uso de determinadas tecnologías y que la experiencia de los ciudadanos se asemeje a la que tienen en sus puestos de trabajo, donde ya están integradas”, defiende. “Tiene recursos para ello y ahora tenemos el Plan de Recuperación”, incide.
Uso inteligente de la tecnología
Volviendo a la transformación digital del tejido económico español, Pascual lo califica como “crucial” para la competitividad de las organizaciones de nuestro país. “Si no lo hacen, estarán seriamente amenazadas”, advierte, subrayando la necesidad de emplear la digitalización para cambiar los modelos de negocios “utilizando la tecnología de manera inteligente”.
Y hace referencia a los ‘unicornios’, aquellas empresas que en menos de cinco años han conseguido capitalizaciones de más de 1.000 millones de euros. “Estas compañías lo han logrado mediante un uso intensivo y sabio de la tecnología, transformando sus negocios y no sólo replicándolos en el mundo digital”.
"Los 'unicornios' han logrado desarrollar sus negocios mediante un uso intensivo y sabio de la tecnología"
Llegados a este punto, el presidente de Aslan reconoce los desafíos específicos a los que se enfrenta el mercado español “por su atomización”. De ahí que considere fundamental aprovechar los Next Generation. “Tenemos que asegurarnos de no desperdiciar esta oportunidad”, expresa con cierta preocupación ante la posibilidad de que estos fondos se empleen para proyectos “poco transformadores”.
Cita como ejemplo el uso de pizarras digitales en colegios, señalando que esto no representa un cambio "disruptivo" en el modelo educativo. Para Pascual, un cambio real en la educación implicaría el uso de tecnologías, como la inteligencia artificial, para personalizar el aprendizaje de los estudiantes, adaptándose a sus ritmos individuales. "Hay herramientas digitales que ya permiten hacer esto", asegura, instando a que los proyectos de transformación se enfoquen a este tipo de avances.
Formar y capacitar
Para ir más allá de "digitalizar el mismo proceso que ya teníamos", el presidente de Aslan, Alberto Pascual, señala durante la entrevista con D+I – EL ESPAÑOL que el conocimiento es clave. Por eso una de las líneas de actuación desde la asociación es "divulgar para informar sobre las capacidades reales que la tecnología puede ofrecer”. Además, resalta que “ahora, gracias a nuevos modelos de consumo tecnológico, empresas más pequeñas tienen acceso a tecnologías hasta ahora sólo reservadas a grandes corporaciones”.
Admite que en España, “con unas 140.000 vacantes en el sector tecnológico sin cubrir", se necesita un "esfuerzo enorme para la formación en competencias digitales de toda nuestra población".
Reconoce que en los últimos años se ha avanzado mucho en la oferta educativa, pero vuelve a apelar a la colaboración pública privada para acelerar la capacitación, enfatizando la importancia de programas de formación dual que respondan a las demandas del mercado.