El primer ensayo del año en Edge lo firma el historiador de la Ciencia George Dyson. Se titula El fin de la infancia (en alusión explícita al Childhood's End de Arthur C. Clarke) y habla de la etapa que, a su juicio, se abre después de la revolución digital iniciada cuando "las computadoras rompieron la distinción entre números que significan cosas y números que hacen cosas".

Según Dyson, "los códigos se volvieron auto-replicantes y las máquinas comenzaron a proporcionar instrucciones a otras máquinas", y como resultado de eso "ahora hay más código que nunca, pero cada vez es más difícil encontrar a alguien que tenga las manos en el volante".

El ensayo se vuelve especialmente incisivo cuando asegura que "la siguiente revolución es el ensamblaje de componentes digitales en computadoras analógicas". Es decir la hibridación de la tecnología digital con el modo de procesar de la naturaleza: "Las computadoras digitales se ocupan de enteros, secuencias binarias, lógica determinística, algoritmos y tiempo idealizados en incrementos discretos. Las computadoras analógicas tratan con números reales, lógica no determinista y funciones continuas, incluido el tiempo tal como existe como un continuo en el mundo real", por eso "no solo toleran errores y ambigüedades, sino que prosperan con ellos".

Es interesante poner en relación esta visión con los movimientos que se han producido en el último trimestre del año pasado y que tienen como referente la idealista y prácticamente inadvertida en España, Declaración de París sobre la Confianza y la Seguridad en el Ciberespacio. Presentada en el Foro sobre la Gobernanza de Internet, su impulsor es el presidente francés Emmanuel Macron, para quien la web es "un espacio actualmente gestionado por una comunidad técnica de jugadores privados, pero no está gobernado".

Es probable que la escasa repercusión de la Declaración tenga que ver con el hecho de que no sólo EEUU y China se desmarcaron de ella desde el principio, sino que un gigante de la influencia global de Google ha anunciado un buscador hecho a medida del régimen comunista que lidera Xi Jinping, llamado Dragonfly.

Todo ello ha motivado un artículo titulado La web desgarrada por la guerra de Foreign Policy en el que Sean Martin Mcdonald y An Xiao Mina subrayan el uso de los poderes "militar, comercial, político y regulatorio" por parte de los "Estados en guerra" (en paralelismo con la batalla que dio lugar a China) para no perder protagonismo y no verse debilitados en un escenario global en el que la RealPolitik ha sido sustituida por la DigitalPolitik. Al parecer, volviendo a Dyson, la hibridación del mundo digital con la computación analógica empieza por los Estados.

Eugenio Mallol es director de INNOVADORES

rn