Hay pocas cosas que nos hagan especialmente únicos en el mundo: nuestras huellas dactilares son una de ellas, incluso otros factores basados en biometría pueden entrar en esa definición estricta.  Pero nuestra identidad es mucho más, se compone de nuestros hábitos, patrones y experiencias; de nuestros intereses, anhelos y conocimientos. Y esa identidad trasciende lo puramente humano para ser un reflejo de nosotros en el mundo digital, capaz de servirnos como un DNI... sin necesidad de documento alguno. 

La analítica de identidades -una amalgama de tecnologías con la seguridad y la gestión de identidades como base del todo- se antoja así como una de las áreas más interesantes en un futuro donde las fronteras entre digital y real se desvanecen y en la que el fraude y las ciberamenazas acechan en cada rincón de internet. Tan cierto como que el mercado de soluciones y servicios de analítica de identidades moverá nada menos que 1.093 millones de dólares para el año 2023, muy por encima de los (todavía) escasos 291 millones de dólares del pasado curso. Esto supone un crecimiento anual compuesto del 30,3%, con implicaciones muy notorias en terrenos como la administración de cuentas, gestión de clientes, detección de fraudes y seguridad pública.

Son datos de la firma de análisis MarketsandMarkets, la cual se atreve a dar una explicación más técnica de esta innovación: "Las soluciones de análisis de identidad combinan el poder del big data y el análisis avanzado para ayudar a detectar riesgos basados en la identidad dentro de las infraestructuras de TI de la organización". Definición, a juicio del que suscribe estas líneas, que se queda corta ante el potencial de esta tecnología.

En cualquier caso, y regresando a lo adelantado al comienzo de esta columna, las crecientes preocupaciones sobre la gestión de las (cada vez más) estrictas regulaciones y cumplimientos de la industria, el aumento del número de riesgos con la identidad como elemento central o la creciente demanda de soluciones de movilidad (en las que se adivinan difíciles otras medidas de seguridad convencionales) harán que este incipiente nicho de actividad pronto cobre una importancia capital en las agendas de los CIO. Tiempo al tiempo...