Hace unos años, no muchos años, la mayoría de personas torcían el gesto cuando se hablaba de comprar en internet. Muchos desconfiaban de la seguridad de las transacciones online y no querían ni pensar en tener que devolver un producto comprado vía web. En la actualidad, estas reticencias son cosa del pasado y los ciudadanos se han acostumbrado a realizar este tipo de compras: según la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, la facturación del ecommerce español en 2018 superó los 39.000 millones de euros, un 29% más que en 2017. Casi 40.000 millones de euros, una cifra impensable hace una década.
El sector del comercio electrónico cuenta con una salud extraordinaria y está sabiendo coexistir y complementarse con el comercio en tienda física gracias a las ventajas que ofrece a los usuarios: personalización de la compra, decisión sobre la recepción y recogida del producto, instantaneidad y comodidad son algunos de los puntos fuertes de este tipo de transacciones. Sin embargo, al igual que en cualquier sector, las compañías que se dedican a este negocio deben apostar por la evolución de sus procesos para mejorar la experiencia de compra, algo que no tiene límites y exige una gran dedicación en cuanto a innovación y creatividad.
Personalización y segmentación
El futuro del ecommerce puro y de los marketplaces depende de la capacidad de adaptación de estas compañías a los clientes y de la mejora constante en cuanto a experiencia de compra. Esto tiene que ver con ofrecer al cliente un valor diferencial, el que aporta la tecnología para mejorar la vida de las personas. No obstante, para ello, se precisa que las empresas de ecommerce entreguen ese valor personalizando y sugieran a cada cliente el producto adecuado, en el momento preciso y que pueda entregarse o recogerse cuando el cliente lo desee.
Para afrontar el reto de la super personalización, las empresas que dominan el sector están acudiendo a las últimas tendencias tecnológicas. El big data permite gestionar de manera eficiente los datos de los millones de usuarios que confían en estas plataformas de ecommerce, y, analizando y gestionando esta información, pueden mejorar y optimizar los productos y servicios que ofrecen, así como segmentar y personalizar, todo lo que se puedan, su experiencia de compra y de post venta.
Relación con las empresas de mensajería
Otra de las claves del futuro de los marketplaces es la relación con los proveedores de mensajería. El éxito de las compañías de comercio electrónico también depende de cómo se adaptan los proveedores de mensajería a los nuevos tiempos y al cliente del futuro. Ambos tipos de compañías deben conjuntamente resolver los problemas de última milla potenciando y ampliando el número de puntos de recogida y dar más opciones de entrega con horario concertado, para garantizar que la entrega se realice de forma efectiva.
En este sentido, volviendo al big data, en estos años hemos visto innovaciones basadas en la tecnología, como el uso de algoritmos, basados en la gran cantidad de datos que gestionan los ecommerce, para asignar de entre las diferentes opciones la agencia de transporte con más efectividad en el código postal del cliente. Esto puede suponer mejoras importantes de efectividad en la entrega. Para seguir avanzando en este duro trabajo de entregar los productos cuándo y dónde el usuario necesite, las empresas que buscan competir en el sector del comercio electrónico deberán implantar de manera creativa soluciones tecnológicas que obtengan todo el valor de los datos de sus clientes y operen a favor del usuario.
Sostenibilidad y negocio, de la mano
Ser cada vez más respetuosos con el medio ambiente es un objetivo para cualquier empresa, no solo en el sector del ecommerce. Sin embargo, las empresas que operan en este mercado cuentan con una serie de retos de sostenibilidad propios y específicos.
En primer lugar, el sector debe encontrar la manera de recortar en el uso de cartón, plástico o cualquier material de embalaje. No solo se debe concienciar al ciudadano para que recicle; debemos ser conscientes de que, solo reduciendo la cantidad de materiales usados desde el origen, conseguiremos ser más sostenibles. Y, en segundo lugar, si se logra optimizar el tamaño de los paquetes, se podrá transportar en un mismo vehículo una cantidad mayor de bultos, reduciendo el impacto de CO2 en la atmosfera.
Solo se podrán solucionar estos dos retos con el esfuerzo de todo el sector y con la inestimable ayuda de la tecnología. Existen varios sistemas para afrontar con éxito esta realidad, como los nuevos métodos de empaquetado que posibilitan usar el cartón estrictamente necesario para cada paquete. Con ello, se conseguirá reforzar el compromiso de estas empresas con el medio ambiente y reducir los costes a la vez.
Un futuro que depende de la tecnología
Aunque no podemos saber con exactitud cuál será la situación del ecommerce y de los marketplaces en España y en el resto del mundo dentro de diez años, está claro que la tecnología ayudará a mejorar la experiencia de compra, mejorando la personalización, la eficiencia en la entrega y el respeto al medio ambiente, los cuales marcarán la actualidad del sector en la próxima década. La inversión en nuevas tecnologías y la creatividad a la hora de implementarlas en el día a día será la auténtica clave para solucionar estos retos y obtener mayores niveles de satisfacción de los usuarios que confían en las compras online.
Alfonso Tomás es CEO de PcComponentes