La tribuna
El capital riesgo mira al Norte
Aunque mayúsculos, los recursos del capital riesgo son limitados. También sus miras se centran en pocos sectores, aquellos que consideran con más recorrido para aumentar sus inversiones iniciales.Y, además, tienden a concentrarse en determinados polos geográficos con extraordinaria facilidad. Ahí están los ejemplos de Silicon Valley, ciudades chinas como Shenzhen o el más reciente éxito de París en el marco europeo. Pero si enfocamos más al norte, hacia tierras antaño de vikingos, vemos como se está gestando un imponente ecosistema emprendedor que está haciendo las delicias de los fondos privados.
No en vano, los países nórdicos han recibido más de 1.200 millones de euros en inversión del capital riesgo durante 2019, un 50% más que el año anterior. Un total de 268 transacciones a 4,4 millones de media por operación tienen la culpa. De esta cantidad, un 40% se la lleva Suecia, un 24% Finlandia, un 20% Dinamarca y el restante 16% para Noruega, según los datos presentados por Argentum durante el evento Startup Extreme. Un panorama que no ha cambiado en los últimos diez años, con la tecnología como principal destino de este dinero (66% de todas las inversiones) salvo por un detalle significativo: si en 2008 apenas el 3% de las cantidades las protagonizaban fondos de fuera de esos lares, ahora ese porcentaje asciende al 34%. ¿Traducción? Cada vez más ojos de todo el mundo se fijan en las ideas surgidas de los fiordos, que por ahora tienen en la noruega Kahoot uno de sus principales casos de éxito.
"Nuestras compañías saben que no pueden depender del mercado local o regional y, por eso, buscan siempre internacionalizarse. Y al ‘venture capital’ le encanta esa capacidad de escalar", explican desde Argentum para tratar de justificar la creciente exposición mundial de su proyectos emprendedores. Una visibilidad que no cesará siquiera con la crisis económica surgida de la pandemia de la COVID-19, en opinión de estos expertos: "El VC es conocido por usar las crisis para encontrar innovación, como ya sucedió en la anterior crisis de 2008".
Y, para demostrarlo, ahí están las reservas de capital de esos fondos especializados en los nórdicos, el dinero recaudado en los últimos años y que aún no ha encontrado dónde radicarse: 6.730 millones de euros en los últimos cuatro años, que se dicen pronto. Si ponen esta cantidad en contexto del tamaño de estos países y su población, la cantidad es simplemente extraordinaria. Quizás sea el momento de ir poniendo rumbo al Norte o de ver a estas ricas naciones como un hub tecnológico muy prometedor en las arenas digitales.