Esta semana me invitaron a participar en un brainstorming de una empresa de alimentación. Una firma con casi 5.000 empleados que, como todas, se plantea qué quiere ser de mayor. Buscaban ampliar, diversificar o crear nuevos modelos de negocio a partir de lo que tienen. Éramos dos los invitados ajenos entre la veintena de empleados elegidos.
Lanzábamos ideas sin parar. Me llamó la atención la gran cantidad de propuestas tecnológicas o que rozaban lo tecnológico que proponían unos directivos que no están en lo digital. Y también que su producto y su oferta son ya una commodity, para ganar contratos tienen que sorprender con otras cosas añadidas. La conclusión que saqué es que la digitalización se va a convertir en la gran solución para muchos, en la fórmula mágica que transformará en reales las ideas más dispares con las que diferenciarse.
Esa empresa, como casi todas, seguirá operando en su sector. Porque tiene un modelo de negocio consolidado y grandes inversiones que le permiten una cierta barrera de entrada frente a la competencia. Pero necesitará de tecnología para seguir compitiendo. ¿La comprarán como han hecho hasta ahora o la alquilarán? Me voy a permitir darles un consejo a ellos y a los cientos de miles que están en su situación, sólo siguiendo lo publicado esta semana en Disruptores e Innovadores (D+I).
Modelo SaaS, desde 1985
Rosa Jiménez, la corresponsal en Miami de D+I, contaba esta semana dos ejemplos muy claros. El lunes nos recordaba cómo el modelo Software as a Service (SaaS) se acuñó hace más de 25 años, pero se consolidó y perfeccionó en Silicon Valley, como el sistema para no comprar, sino alquilar tecnología. Ya es una tendencia en todo el mundo desde hace tiempo, pero ahora la startup Cuota quiere universalizarlo en Latam y España para cualquier otra empresa productora de tecnología, es decir, ser la plataforma que les ayude a alquilar a otros.
Y no sólo eso, sino que ya surgen iniciativas que van a financiar a las empresas que se dedican a cobrar un alquiler al mes por permitir el uso de su tecnología. Es el caso de Capchase, de la que D+I les informaba el miércoles. Su servicio consiste en adelantar el dinero de las cuotas que le van a pagar en los siguientes meses sus clientes as a service, para que se financien y puedan seguir creciendo.
Pues ya tenemos el mercado. Las empresas que ofrecen tecnología de alquiler, las que potencian el modelo y las que las financian. Y, por supuesto, la demanda. Porque en casi todas las tecnologías va a ser más interesante el alquiler que la compra. Ahí va un puñado de buenas razones.
De reservar salas a agrodrones
D+I les contaba el viernes que la startup española Booker ha creado un sistema para reservar salas de reuniones, plazas de parking o cualquier otro sistema en el que confluyan diferentes personas o máquinas, sin ningún soporte físico. Sólo con el móvil. La usan ya firmas como Telefónica, Danone, Toyota, Mahou o MásMóvil.
¿Qué cara se les habrá quedado a todos aquellos que han comprado pantallas para cada sala o instalado luces en cada plaza de parking? Y lo que es peor, ¿qué coste obsoleto tendrán que seguir amortizando en su contabilidad mientras la competencia tiene un sistema más barato y cómodo que ofrecer, sin hacer inversión, sólo alquilándola? Ése es el riesgo de comprar frente a la revolución as a service: el riesgo a la obsolescencia tecnológica supersónica.
Pleo es una startup fintech danesa que convierte a cada empleado de una pyme en parte del área de contabilidad. El sábado, D+I les explicaba cómo a raíz de las trabas del teletrabajo y la pandemia, habían perfeccionado un sistema para que, con los máximos controles, cada empleado pueda tener cierto margen de maniobra y sus facturas directamente se contabilicen. ¿Tienen mercado? Vaya que sí. En España más de la mitad de las empresas dedican dos días al mes a gestionar los gastos de los empleados. En Reino Unido, 8 horas. ¿Qué cara se les quedará a quienes han comprado y se han instalado un complejo sistema informático, al que están casi ligados de por vida para cualquier actualización o adaptación, cuando conozcan que los hay mejores, más rápidos y pagando sólo una cuota al mes?
Continuamos para bingo. Anoten este nombre: Be More 3D. Es una startup que fue la primera de España en construir una casa en 3D. Tardó 12 horas y tenía 24 metros cuadrados. Ahora va a ser la primera del mundo en levantar un edificio de cinco plantas. Su sistema es similar al de una manga pastelera, va regando con cemento en capas alrededor de la fachada. Tiene el apoyo de la Politécnica de Valencia y del instituto tecnológico Aidimme. Y encargos de Huelva, Albacete o Nigeria. No les comento nada de los costes, lean el artículo, se lo pueden imaginar. Si se consolida, por el volumen de estas máquinas ¿será una tecnología a comprar como una grúa o a alquilar? Pues teniendo en cuenta que cuando yo les vi, allá por 2018, apenas eran capaces de levantar medio palmo del suelo y lo que han progresado en poco más de un par de años... mejor alquilar, porque surgirán muchos avances y muy rápidos.
Y el último de los ejemplos de la semana. Los drones para sulfatar. ¿Saben cuánto cuesta un tractor? y ¿una cuba para sulfatar? Más que cualquier coche de alta gama. Y ¿saben cuántos litros de sulfato se tiran al suelo en cada jornada de una de estas máquinas en una viña o en un campo de naranjos? Muchísimos más de los que van al lugar en el que se necesita. ¿Qué harán los agricultores con el coste de sus máquinas cuando vean que su vecino de parcela alquila un dron que identifica qué problema tiene la planta y dónde y le suministra lo que precisa?
Se trata de un avance muy interesante que les contaba D+I el miércoles, drones que detectan en tiempo real la enfermedad y reciben la orden de suministrar la dosis adecuada del producto necesario en el lugar preciso. Lo están desarrollando Corteva, Agrosap y las universidades de Sevilla, Almería y Córdoba.
Conclusión para mis amigos del brainstorming de la empresa de alimentación. Sí, avancen por la senda de la digitalización para diferenciarse, pero con una estrategia muy ágil que les permita estar siempre a la última y en la medida de lo posible, con la flexibilidad de poder cambiar a cualquier avance mejor de forma rápida. El as a service debe ser su prioridad.
Crear empresas por un euro
Por lo demás, la semana digital tiene dos temas de los que deben estar informados. El anuncio de la vicepresidenta Nadia Calviño: en España se va a poder crear empresas por un euro, en menos de diez días y sólo con trámites digitales.
Y el segundo tema es el proyecto a 10 años del Alto Comisionado España Nación Emprendedora que lidera Francisco Polo y cómo van a potenciar la innovación en abierto entre empresas y startups. Les recomiendo la lectura de la entrevista, donde se anticipa parte de lo que será la Ley de Startups que se aprobará en las próximas semanas. Quieren que las startups escalen a hombros de las grandes, que se conviertan en sus proveedores, que co-creen y crezcan aprovechando su tutorización.
La innovación de una gran empresa española cambió radicalmente el día en que cada miembro de su consejo de administración asumió la misión de tutorizar a varias startups que trabajaban con ellos. Se responsabilizaron de que sus procesos de innovación en abierto llegasen a buen puerto. Imagínense si ese modelo se extiende a las cúpulas de todas las empresas medianas y grandes. Entonces sí seremos una startup nation. Adopten a un puñado de startups, ellas les ayudarán a diferenciarse y su empresa las catapultará y consolidará... ¿y por qué no?
*** Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux Digital Group