Sí, el título nos lleva a esa tan premiada película de Alejandro Amenábar, pero es traído aquí no para “cinefilar” sino para que nos ayude a reflexionar sobre como desde “nosotros” podemos hacer la vida más fácil a “los otros”.
Entre los afortunados “nosotros” estamos los Recursos Humanos, que en nuestra mano tenemos la posibilidad de contribuir a la realización de los sueños de las personas.
Año convulso sin lugar a dudas, lleno de incertidumbre, rabia y dolor que, por otro lado, nos ha dado la energía para ver más allá de lo que somos como organización empresarial, energía para vernos como una comunidad capaz de ofrecer lo mejor de cada uno a “los otros”.
Así cómo nuestras telas hacen la vida de los consumidores más fácil, desde Recursos Humanos hemos promovido la incorporación de este lema como propósito de transformación de nuestra organización, como fuerza motriz para mejorar como personas, dentro de nuestra organización y hacia afuera, con proveedores, clientes y la sociedad en general.
Y esto es, lo que en el área de Recursos Humanos nos ha llevado a implicarnos más en el campo de la responsabilidad social corporativa, generando una cultura común en la organización, fomentando acciones que mejoren las habilidades de cada uno de nosotros hacia ese lema que es hacer la vida más fácil a las personas.
Personas y talento, talento y personas. Alinear estas dos palabras y orientarlas a construir una sociedad como comunidad responsable socialmente es tarea de Recursos Humanos, fijando como hito que la llegada de las nuevas generaciones, cargadas de vida, con fantasías heroicas, puedan afrontar un 2030 con un legado más respetuoso, más sostenible, en definitiva, más humano.
Es por ello que el factor clave de recursos humanos, en cualquier comunidad de personas, en concreto en las organizaciones empresariales, es fomentar e involucrar a sus integrantes en la participación activa en la sociedad, impulsando valores como el respeto por el medio ambiente, la sostenibilidad de nuestro entorno, acercar los conocimientos a quienes no tiene acceso a ellos, erradicar las desigualdades, etc.
Nuestro reto, nada más ni nada menos, es despertar a la inteligencia racional del equipo la inteligencia emocional.
Ahora nos acompañan palabras como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, RSC, Agenda 2030, sostenibilidad, social, planeta... Un reto, una oportunidad, nos da vértigo sí, pero bendito vértigo. Hemos demostrado que somos capaces de manejarnos en escenarios inciertos, obligados a incorporar en cada decisión la pandemia, la Covid-19, los ERTE.., ahora nos toca demostrar que además de todo lo que se le supone, es tarea de recursos humanos ser capaz de servir como guía en la integración de la responsabilidad social corporativa y los valores éticos de ésta en la organización.
Para avanzar en este campo es aconsejable tener respuesta a estas preguntas:
- ¿En verdad te importa el medio ambiente, la calidad, el talento, los clientes y el beneficio económico?
- ¿Crees que la responsabilidad social es una moda o una realidad?
- ¿Es la RSC sólo para las grandes empresas?
- ¿Necesito ser un gran experto en RSC para empezar a impulsar acciones en este campo en la organización?
Si tu respuesta a ésta preguntas te ha generado interés en la responsabilidad social corporativa, entonces el libro de cabecera que te acompañará es el Pacto Mundial de las Naciones Unidas e incorporar los 10 principios universales que recoge, en su misión durante esta década.
*** Lola Vaño es directora de RRHH de Interfabrics y miembro de la Asociación Española de Directores de RRHH