Interoperabilidad blockchain: ¿Por qué es importante y cómo hacerlo posible?
Algunas estimaciones calibran que el tamaño del mercado de la industria de blockchain alcanzará más de 69.000 millones de dólares en los próximos seis años. La capitalización de mercado de todo el mercado de criptomonedas ya supera los dos billones de dólares. Es posible que blockchain y las criptomonedas alguna vez hayan sido solo para nerds y geeks de la tecnología, pero las cosas están cambiando.
Hoy en día, los gobiernos, las empresas, los inversores institucionales y los particulares se están volviendo más optimistas con respecto a la evolución del blockchain. Los números hablan por sí solos. Sin embargo, no está de más decir que todavía estamos en las primeras etapas. Hay desafíos que enfrentan los diferentes blockchains y que obstaculizan su camino hacia la adopción generalizada. Uno de esos es la falta de interoperabilidad, también conocida como compatibilidad entre cadenas. ¿Qué podemos hacer al respecto?
Muchas cosas son tan comunes que nuestros cerebros a menudo optan por ignorarlas. Tal es el caso de la interoperabilidad, no solo de blockchains sino de muchas otras tecnologías. Para empezar, tomemos ejemplos de algunas cosas con las que estamos familiarizados: teléfonos móviles, ordenadores y el correo electrónico.
El correo electrónico no sería ni la mitad de eficiente e impactante como es hoy si diferentes plataformas no se entendiesen entre sí. Por ejemplo, ¿qué pasaría si no pudiera enviar un correo electrónico desde una cuenta de Gmail a una cuenta de Outlook? Seguramente, los correos electrónicos no hubieran llegado a ser la herramienta básica que usamos hoy.
Lo mismo ocurre con los sistemas operativos móviles y de ordenadores. ¿Se imaginan no poder llamar a un iPhone desde un Android? O, ¿qué pasa si dos usuarios que usan Zoom en Windows y macOS no pueden realizar videollamadas entre sí? ¿Y si no fuera posible enviar dinero desde la versión de Android de Google Pay a su versión de iOS? La falta de interoperabilidad habría dificultado bastante las cosas para los usuarios.
La interoperabilidad del 'blockchain'
La industria del blockchain está creciendo y están surgiendo numerosas versiones prometedoras, cada una afirma ser mejor que la anterior. Sin embargo, están creciendo paralelamente porque la arquitectura tradicional de blockchains no les permite comunicarse entre sí. Esto obliga a las cadenas de bloques a operar dentro de los silos.
Cada red blockchain representa un conjunto de registros completamente nuevo y aloja diferentes aplicaciones. Utilizan diferentes protocolos de consenso y adoptan un enfoque único, creando ecosistemas separados que no están listos para interoperar con otros.
Los sistemas separados son válidos para todos los blockhchains importantes, incluidos Bitcoin y Ethereum. Pero, afortunadamente, tenemos soluciones que ayudan a estas redes a interoperar. Esta capacidad para comunicarse y compartir datos entre sí es lo que llamamos interoperabilidad.
Satoshi Nakamoto, el misterioso creador, o padre intelectual del Bitcoin, creó la primera blockchain para ofrecer libertad a los usuarios que hasta ahora dependían de intermediarios para procesar transacciones financieras. Desde entonces, las finanzas han sido una de las principales áreas objetivo para la mayoría de estos proyectos.
Luego vino Ethereum y le mostró al mundo que los casos de uso van mucho más allá de las transacciones monetarias. Seis años después de su lanzamiento, tenemos blockchains que interrumpen todas las grandes industrias, desde la cadena de suministro hasta los videojuegos, pasando por el sector inmobiliario, la atención médica, la agricultura y el entretenimiento.
A medida que se sucede esta rápida expansión, existen numerosas blockchains que se enfocan estrictamente en superarse entre sí con mejores características. Las características incluirán: mayor escalabilidad, tiempos de bloqueo más rápidos, mayor seguridad, etc.
Todos ellos proyectos que pierden un punto crítico: sin interoperabilidad la adopción de blockchain será altamente segregada y restringida.
El mejor ejemplo es pensar en las dos redes más grandes: Bitcoin y Ethereum. El primero admite la criptomoneda más utilizada, el bitcoin (BTC). El segundo admite la mayor cantidad de aplicaciones descentralizadas (dApps) y la mayoría del ecosistema de finanzas descentralizadas (DeFi) por valor de miles de millones de dólares.
Debido a la falta de interoperabilidad directa entre ambas, los usuarios de la criptomoneda más grande del mundo no pueden usar sus fondos dentro del ecosistema DeFi más grande del mundo. Esto crea una barrera para la adopción de DeFi y criptomonedas.
Los usuarios ni siquiera pueden realizar transacciones de Bitcoin a Ethereum directamente sin pasar a un intercambio de criptomonedas centralizado. También es imposible enviar directamente tokens como USDT desde el blockchain de Ethereum a otro como Binance Smart Chain, incluso aunque ambas redes admiten individualmente USDT u otro token.
Otro gran ejemplo puede ser el sector de la cadena de suministro. Blockchain podría usarse en atención médica, alimentos, aviación, artículos de lujo u otras industrias. Pero si los blockchains no son interoperables, la transmisión de datos de una a otra sería casi imposible. Esto restringiría a las empresas el cambio de la infraestructura tradicional a la tecnología blockchain.
Si hablamos de implementar blockchain en el sistema financiero tradicional, la falta de interoperabilidad puede ser una pesadilla aún mayor. Esto se debe a que si dos bancos usan redes distintas, los clientes de esos dos bancos quedarán completamente aislados entre sí. Sería demasiado complejo o totalmente imposible realizar transacciones entre las cuentas bancarias de esos dos bancos. Esto creará un sistema más bien segregado que uno integrado como los pioneros de blockchain visionaban. Por eso mismo, es tan importante que se comuniquen entre sí.
Ahora, nos queda otra pregunta... ¿Cómo podemos hacer que las cadenas de bloques sean interoperables? No somos los primeros en discutir los desafíos de interoperabilidad de la tecnología blockchain. El tema se ha debatido extensamente desde que blockchain comenzó a incursionar en las principales industrias. No hay una, sino varias redes que ofrecen soluciones de interoperabilidad, como Polkadot, Cosmos y Harmony.
Polkadot y Cosmos siguen un enfoque similar en el que crean un ecosistema separado que puede contener diferentes cadenas de bloques y les permite comunicarse entre sí. Los puentes forman uno de los tres componentes principales de la cadena de bloques Polkadot y permiten que la red se conecte con otras cadenas de bloques. Cosmos, por otro lado, utiliza su protocolo de comunicación entre cadenas de bloques (IBC) para permitir la interoperabilidad. Sin embargo, hay varios componentes incompletos de estas redes que están retrasando su progreso.
Harmony adopta un enfoque ligeramente diferente. La plataforma se conecta mediante la implementación de contratos inteligentes en todos los blockchains y permite que el mismo conjunto de nodos lea y valide las solicitudes de transacciones relevantes en todas las cadenas de bloques. Este es un enfoque único ya que las cadenas de bloques tienen sus propios nodos exclusivos que pueden validar transacciones solo en una red.
La interoperabilidad es imprescindible para que las cadenas de bloques obtengan adopción en las diversas industrias en las que que pueden interrumpir. Queda un rayo de esperanza para que muy pronto la interoperabilidad de blockchain sea más fluida.
*** Stephen Tse es fundador y CEO de Harmony.one.