“Desde que sufrimos el impacto de la pandemia de covid-19, la migración al trabajo remoto ha sido quizás la tendencia más potente que ha afectado la forma en que operan las empresas. Ha supuesto un gran impulso para un grupo creciente de trabajadores: los nómadas digitales. Son personas que adoptan un estilo de vida independiente de la ubicación y habilitado para la tecnología que les permite viajar y trabajar en cualquier parte del mundo conectado a internet”.

Estas son algunas de las ideas que nos ofrecen Miles Everson, Steve King y Carolyn Ockelsen en un reciente artículo para HBR. Según datos de un estudio incluido en el artículo, se encontró que el número de estadounidenses que se describen a sí mismos como nómadas digitales aumentó de 7,3 millones en 2019 a 10,9 millones en 2020, lo que supone un aumento del 49%.

Asimismo, el perfil de estas personas está cambiando, ya que en años anteriores eran mayoritariamente trabajadores autónomos y contratistas independientes. Sin embargo, desde el año 2020 el aumento de nómadas digitales está siendo impulsado por personas con empleos tradicionales que aumentaron desde 3,2 millones en 2019 a 6,3 millones en 2020, lo que supone un aumento del 96%.

Los nómadas digitales suelen ser personas bien educadas, altamente cualificadas y digitalmente expertas. En su mayoría, desempeñan su trabajo en ocupaciones de alta demanda y orientadas a la tecnología como, por ejemplo, programación o marketing digital. Finalmente, merece la pena destacar que estos nómadas digitales alcanzan niveles muy altos de satisfacción laboral (90%), satisfacción con los ingresos que obtienen (76%) y aportan mayor compromiso con la formación continua que otros trabajadores.

En otro reciente artículo de Bryan Lufkin para BBC, el autor analiza el presente y futuro de los nómadas digitales. Este último año muchos profesionales han trabajado desde sus casas rurales debidamente equipadas con buena conexión a internet. Otros trabajadores optaron por otras opciones y, por ejemplo, Airbnb reportó que en el primer trimestre de este año sus estancias de larga duración se duplicaron. De cara al futuro, algunas encuestas han encontrado que la mayoría de trabajadores quieren seguir trabajando de forma remota de alguna manera.

Esto coincide con la visión que aporta el profesor Robert Litchfield que es coautor junto con la profesora Rachael Woldoff del libro Nómadas digitales: en busca de libertad, comunidad y trabajo significativo en la nueva economía. Según Robert, cualquier cambio hacia el nomadismo estaría en línea con las tendencias que surgieron bastante antes de la pandemia. Un estudio a 15.000 estadounidenses del 2017 indicaba que el 43% ya trabajaban a distancia por lo menos algo de su tiempo, una cifra que había crecido desde un menor 4% en el año 2012.

Por el lado contrario, algunos escépticos consideran que no es probable que de repente las organizaciones se llenen de nómadas digitales debido a que la normalidad después de la pandemia se empieza a alcanzar en algunos países. Incluso si hubiese una migración masiva al nomadismo digital, esto no sucedería de la misma manera en todas las regiones geográficas. Por ejemplo, la profesora de trabajo y estudios de la Organización del MIT Erin Kelly piensa que esta idea de que la gente será nómada a largo plazo es poco realista. Es posible que en algunas industrias suceda esto, pero no cree que sea extensible a todas.

En conclusión, en la última década el nomadismo digital ha venido creciendo de forma constante hasta la llegada del Covid-19 que la ha impulsado con una fuerza no vista antes. Sin embargo, de cara al futuro, aunque seguirá creciendo no está claro que encaje para todas las industrias y geografías de la misma manera. Sin embargo, a nivel individual parece que los nómadas digitales están más contentos con sus trabajos, con lo que ganan y están más comprometidos con la empresa. Por lo tanto, los responsables de RRHH deben diseñar estrategias que aprovechen lo mejor de los nómadas digitales y de aquellos que no lo son.

*** Paco Bree es profesor de Deusto Business School