No es ningún secreto que estamos inmersos en un profundo proceso de transformación que nos empuja a adaptarnos. No nos queda otra, pero la manera en que elijamos vivirlo depende enteramente de nosotros.
Muchas veces se me han acercado amigos para pedirme consejo a la hora de reinventarse. No me considero una experta en la materia, pero es cierto que la vida me ha llevado en varias ocasiones a iniciar nuevas aventuras laborales. Comparto mis aprendizajes por si hay alguien a quien le puedan servir.
Echando la vista atrás me doy cuenta de que en todos mis momentos de reinvención siempre hubo tres elementos presentes: ilusión, curiosidad y confianza.
El primero, ilusión por lo que me esperaba, es también el motor de todo lo demás. Soñar con lo que podría aprender y descubrir, con todas las personas que iba a conocer, y tener la certeza de que iba a disfrutar y a divertirme. Incluso cuando el proceso me venía impuesto, porque no todo sale siempre como uno desea, pasé muy pronto del impulso de buscarme la vida, que dura poco, a la ilusión por todo lo nuevo que vendría a continuación.
La curiosidad ha sido siempre mi mejor aliada. Las ganas de aprender, de entender, de estudiar y de profundizar en los nuevos temas que tengo entre manos. La formación ha sido esencial en todo esto y por fortuna siempre la he recibido de profesionales en el sector. Una formación apropiada es el acelerón necesario para prepararte, inspirarte, ilusionarte y abrirte el apetito por el aprendizaje. Encontrar el programa de formación adecuado en cada proceso de cambio me ayudó con los conocimientos tanto como con los contactos necesarios para iniciarme en un nuevo mundo laboral. No quiero dejar de aprender que esto es un camino y no un fin.
La confianza es la última clave. Los procesos de transformación requieren mucha energía, y por supuesto pasas por momentos malos, pero no puedes abandonar la certeza de que eres perfectamente capaz y de que te espera algo muy gratificante. Una vez escuché en Fintech Insider, mi podcast de fintech favorito, una imagen que me gustó sobre el proceso de cambio que enfrentan las entidades financieras en estos tiempos de digitalización. Lo comparaban con el ciclo de las mariposas: el éxito de la transformación de los bancos, decían, llegará cuando entiendan que esto no es simplemente pasar de oruga a crisálida una y otra vez. Hay que llegar a ser mariposa y echar a volar, sin miedo.
Vive este momento con ilusión, aprende todo lo que puedas y confía sin miedo en que el día menos pensado serás capaz de emprender un vuelo maravilloso.
*** Inés Muñoz es Regional Manager en ElectronicID y profesora de la Digital Skills School