A estas alturas seguro que habéis visto, oído o leído algo sobre cómo Patagonia le está dando la vuelta al capitalismo al hacer de la Tierra su único accionista. Es una decisión que probablemente marcará un antes y un después, como en su día hizo la famosa carta de Larry Fink, de BlackRock.
Todo ello no deja de demostrar que los eternos debates sobre los objetivos y las responsabilidades de las empresas siguen muy vivos. Cada vez son menos los que piensan que la única responsabilidad de las empresas es generar beneficios para los accionistas; y más los que opinan que las empresas tienen responsabilidades más amplias con la sociedad y el medio ambiente.
Personalmente, creo que, mientras algunos debaten mucho, otros lo tienen muy claro; es indudable que los inversores, los clientes y los empleados hemos avanzado. A los negacionistas les invito a preguntarse por qué cada vez más los empleados y los consumidores elegimos empresas en función de lo que representan, de sus valores y de su propósito.
A este respecto hace unos días, Carlos Torres, presidente de BBVA, mantuvo una conversación con el mencionado Larry en el marco del foro de sostenibilidad organizado por la susodicha entidad financiera.
Escucharles siempre es interesante porque tienen una visión global y porque son líderes de referencia; pero en esta ocasión además hablaron mucho sobre la descarbonización de la economía, un tema crucial.
Me gustaría destacar dos de sus comentarios, uno de Larry en el que decía que España está infravalorada por los inversores mundiales y que cree que tenemos la oportunidad de ser el país transformador de Europa; y otro de Carlos donde reclamaba pasar de las palabras a la acción en la lucha contra el cambio climático y donde decía que necesitamos desarrollar nuevas tecnologías para resolver algunos problemas no resueltos.
Pensando en el nombre de esta columna, me alegro de que sea evidente que la convergencia digital ESG sigue ganando importancia en el presente para mejorar el futuro.
Reflexionando en cómo las empresas pueden crear más valor para sus grupos de interés, me llega un estudio de McKinsey llamado 'Diez reglas del crecimiento que crea valor', un documento que nos cuenta que la investigación empírica revela lo que se necesita para generar un crecimiento que cree valor en la actualidad.
Entre dichos imperativos quiero destacar uno: no seas un rezagado; no es suficiente seguir la corriente, debes superar a tu competencia. Ya sabéis que soy un enamorado de la innovación, me interesan especialmente las empresas súper disruptivas, las que se anticipan a la decadencia de sus negocios y tienen claro que o se reinventan o desaparecen.
Esto es especialmente relevante en empresas que llevan muchos años en el mercado y que siguen siendo referentes. Me viene a la cabeza Philip Morris International cuando dijo aquello de que el futuro era smoke free, anticiparon un futuro en el que su mercado decrecería y trabajaron durante años en crear el IQOS.
También me acuerdo de una reunión en Bosch en la que tenían claro que las ventas de coches en el mundo iban a reducirse y que necesitaban adaptarse, innovar para seguir siendo líderes.
El papel de la bicicleta
Por eso decidieron reactivar la antigua relación de Bosch con la bicicleta, recordando que su visionario fundador, Robert Bosch, en 1890, ya visitaba a sus clientes en Stuttgart en una moderna bicicleta, que aún era poco conocida en Alemania y que se basaba en una tecnología que él consideraba preparada para el futuro.
Otra de las consecuencias de esta relación fué que en 1923 introdujeron en el mercado una luz de dínamo para bicicletas. Lógicamente, mi reunión con ellos no fue en esa época sino en la actual.
Y es que en 2009 la bicicleta volvió a ser su centro de atención y nació Bosch eBike Systems, actual líder del mercado europeo de sistemas de bicicletas eléctricas. Con sus productos, como dice su CEO, Claus Fleischer, contribuyen a un futuro respetuoso con el clima en el que las personas pueden moverse de una manera sostenible, flexible y divertida.
¿Os acordáis del vallenato de Carlos Vives y Shakira 'La Bicicleta'? En una de sus estrofas nos recuerda que una bici te lleva a todos lados. Por otro lado, se espera que en el año 2050 dos tercios de la población mundial habitará en las ciudades y que la contaminación (en gran medida causada por los medios de transporte) se convertirá en la principal causa ambiental de mortalidad en el mundo; está claro que necesitamos reinventar la movilidad urbana para crear ciudades más sostenibles.
Y qué mejor manera de hacerlo que usando la evolución de la laufmaschine (máquina de correr o draisiana) que inventó Karl Drais allá por el año 1817. Efectivamente me refiero a la precursora de la bicicleta, que va a tener un papel muy relevante en la evolución de los vehículos de transporte personal y de mercancías en las smartcities.
Os doy un dato para confirmarlo: en 2021 se vendieron más de 5 millones de bicicletas en Europa, lo que impulsó las ventas de las mismas por encima de los 22 millones. Además, lo mejor es que la proyección de crecimiento nos indica que se alcanzarán los 30 millones de unidades para 2030.
¿Sabéis por qué las eBikes se han puesto tan de moda? Pués además de los evidentes motivos relacionados con la salud, la sostenibilidad, la economía… hay uno que también es clave: el hecho de que las baterías se volvieron asequibles gracias a la producción en masa de portátiles. Lo cual me lleva a pensar en una derivada de todo esto: cada vez hay más residuos electrónicos que se quedan en los hogares. Por eso se vuelve más importante que nunca dar una segunda vida a las baterías.
Y sí, efectivamente, estamos en la Semana Europea de la Movilidad 2022, la principal campaña de sensibilización de la Comisión Europea sobre movilidad urbana sostenible para fomentar el cambio de comportamiento a favor de la movilidad activa. A ver si conseguimos mostrar y demostrar los beneficios del uso de los medios de transporte alternativos y sostenibles como el transporte público, los vehículos de movilidad personal y los desplazamientos a pie.