Te sientas enfrente y es como el cine
Todo lo controla, es un alucine.
Es como un ordenador personal
Es la bola de cristal.
… y la he desempolvado porque esto de la transformación digital nunca va a terminar y necesito ayuda.. . A medida que las tecnologías siguen evolucionando y surgiendo, las empresas deben seguir el ritmo y continuar con sus propias transformaciones.
Toca ver qué veremos en el próximo año a nivel tecnológico y estas son mis apuestas. Bueno, las de la bola de cristal.
Regulación de las grandes tecnologías... otra vez
Podría añadir un ‘da igual cuando leas esto’, porque es algo que nos acompaña año tras año y veremos qué pasa en 2023. Las sentencias judiciales, la legislación antimonopolio y otras regulaciones seguirán afectando a Amazon, Apple, Google, Meta y otras grandes empresas tecnológicas, ya que los gobiernos buscan eliminar o mitigar las prácticas monopolísticas en el comercio electrónico, la publicidad digital, los resultados de las búsquedas, las adquisiciones, las tiendas de aplicaciones… todo, sí.
Mientras que la mayor parte de la legislación antimonopolio se ha estancado o se ha movido muy poco en el congreso de los Estados Unidos, la UE ha aprobado la Ley de Mercados Digitales que se aplicará a partir de marzo de 2023. La DMA regulará a las grandes empresas tecnológicas que actúan como ‘guardianes’ debido a su posición en el mercado en áreas relacionadas con la recopilación de datos, la interoperabilidad de las plataformas, la agrupación de ofertas, la preinstalación de aplicaciones y algunas otras áreas.
Tendremos que esperar para ver cómo se aplica esto, pero si echamos mano de lo ocurrido en el pasado, es probable que veamos algunas consecuencias que podrían afectar a algunas empresas. ¿Pero repercutirá en los consumidores? ¿O los consumidores tendrán más opciones y competencia en el mercado, como pretende la ley? ¿Se frenará la innovación? Ya veremos.
XaaS
Ya el año pasado comenté en algún foro que asistiríamos al punto álgido de Everything-as-a-Service en 2022… y vaya si lo hicimos. Las inversiones y el gasto excesivo en software e infraestructura no utilizados han sido sustituidos por gastos operativos que se compran a medida que se necesitan. Esto ha llevado a importantes pivotes de las compañías, como el que ha hecho HPE y su GreenLake, pasando casi toda su cartera a ser un servicio. Otros proveedores de hardware y software que tradicionalmente realizaban grandes inversiones, como Splunk, Cisco y Dell, han hecho lo mismo.
En 2023 esto seguirá creciendo. A medida que nos enfrentamos a una recesión inminente y las organizaciones recortan sus presupuestos y limitan sus gastos, creo que vamos a ver más ofertas de XaaS. Desde ofertas multicloud como las que acabo de mencionar, hasta servicios de seguridad y colaboración. El pago por uso permite a las organizaciones ampliar y reducir la escala según sea necesario. Como resultado, las empresas tecnológicas se están dando cuenta del valor de la transición de las licencias a ofertas más flexibles. Eso sí, habrá que estar atentos para ver cómo las tecnológicas se posicionan para obtener esos ingresos.
Automatización vs. eficiencia
Las organizaciones de todo el mundo están haciendo más con menos. Muchas de ellas todavía están luchando contra la escasez de personal. Los que siguen al pié del cañón, están agotados. Están saltando entre plataformas, buscando información y pasando mucho tiempo haciendo tareas repetitivas. Según una encuesta de Asana, los empleados afirman dedicar solo un tercio de su jornada al trabajo para el que fueron contratados. Eso no es nada bueno para las organizaciones y claro, miran a la tecnología como posible solución.
La capacidad de agilizar los procesos e impulsar la eficiencia puede ser enorme para el resultado final, por lo que la automatización y la automatización inteligente serán clave en 2023. Según el informe Automation Now & Next Report, el 61% de las organizaciones están recurriendo a la automatización para solucionar los problemas de personal. Para el año que viene, el 94% dice que es prioritario cambiar a sus equipos hacia el desempeño de unos roles de mayor valor.
Veremos por tanto, un impulso de soluciones como Power Platform de Microsoft, Ansible de Red Hat, ServiceNow y otras soluciones Low o No-code. Éstas agilizarán los procesos en toda la empresa y permitirán a las organizaciones hacer menos con más, y con más eficiencia.
¡ESG, malditos!
¿Alguien ha dicho medio ambiente, social y buen gobierno? Esta es una de las principales tendencias de los últimos años… y probablemente continuará siéndolo los próximos. Las inversiones para hacer que las operaciones sean más sostenibles, las nuevas asociaciones para desarrollar tecnologías que reduzcan nuestro impacto en el clima y los compromisos para reducir la huella de carbono han sido titulares este año y volverán a serlo en 2023.
La comunidad tecnológica ha cogido el toro por los cuernos en lo que respecta a este tema, comprometiéndose a lograr neutralidad del carbono en 2050. Pero hay trabajo que hacer. Un estudio reciente de la ONU mostró que aún no hemos hecho lo suficiente para frenar la crisis climática y que actualmente estamos en camino de ver un aumento global de la temperatura de 2,7°C en las próximas décadas, un ligero cambio que tendría consecuencias muy perjudiciales para todos.
Por eso está bien ver como muchas empresas siguen participando en el compromiso climático de Amazon, que ya cuenta con más de 350 firmantes. Otras empresas como Microsoft e Intel han reforzado sus ofertas de sostenibilidad, facilitando a otras empresas el seguimiento y la información sobre sus iniciativas al respecto. Veremos en los próximos meses cómo los distintos stakeholders presionan a las empresas para que creen programas de ESG.
Un tema que seguirá estando en primera línea, y aunque hay mucho que demostrar por parte de la industria tecnológica que esto es algo más que palabrería y postureo, Greenwashing en ‘fino’, es alentador ver el progreso mientras las empresas descubran cómo equilibrar las prácticas sostenibles, la satisfacción del cliente y las operaciones comerciales rentables.
Movilidad eléctrica… y ‘lista’
Las tecnologías vinculadas a la movilidad se han acelerado en el último año con asociaciones, inversiones y desarrollos tecnológicos de empresas como Qualcomm, Mobileye, NVIDIA, Luminar… que se suceden sin parar. El vehículo basado en software es el vehículo del futuro y ya estamos viendo como empresas de semiconductores se hacen cargo del futuro del sector. Tesla lo ha hecho con su tecnología, en gran parte de producción propia, pero empresas como Mercedes, VW y BMW están recurriendo a fabricantes de chips. Y para muestra, un botón, o un chip: Qualcomm ha visto crecer su cartera de proyectos hasta los 30.000 millones de dólares.
En 2022, hemos visto el debut de impresionantes capacidades para alimentar todo, desde los sistemas de infoentretenimiento hasta el ADAS, así como una tecnología LiDAR más avanzada que hará que los coches de autoconducción sean más seguros, o el fingerprint de la española Shazura, que permite visión artificial para la conducción autónoma sin entrenamiento vía machine learning. También hemos visto una serie de acuerdos con los OEM y las empresas de tecnología de automoción para equipar todo, desde los coches hasta los camiones, con tecnología de próxima generación. 2023 será el año en el que veremos un progreso sostenido en la puesta en circulación de vehículos más seguros y altamente autónomos. También veremos más pruebas de ADAS de nivel superior (L3, L4) en diversas condiciones de la carretera, ya que la seguridad de estos sistemas seguirá siendo una cuestión importante.
Hola, IA
Al igual que la automatización, la proliferación de la analítica y la inteligencia artificial continuará abriéndose camino en todas las areas de los negocios… y de nuestra vida.
La IA pasa de ser un tema de interés autónomo a una tecnología en gran medida integrada que impacta cada vez más en nuestros trabajos y vidas cotidianas. Por ejemplo, estamos viendo la mejora continua de los sistemas de IA conversacional que hacen más valiosas nuestras interacciones cotidianas con las marcas. Desde los chatbots que pueden manejar conversaciones hasta los dispositivos Alexa más inteligentes, estamos teniendo interacciones reflexivas con las máquinas, y esto ha ocurrido casi sin problemas con las nuevas actualizaciones de software y hardware.
Además, los motores de recomendación impulsados por tecnologías de empresas como NVIDIA están haciendo que nuestras interacciones digitales sean mejores, quizás hasta el punto de ser demasiado buenas. La capacidad de la IA y el machine learning para entender nuestro comportamiento y hacer sugerencias inteligentes sobre lo que compramos, dónde comemos, con quién hablamos y cómo trabajamos está cada vez más integrada en nuestras vidas. Esto está mejorando nuestras experiencias, así como ofreciendo una mejor experiencia proactiva al cliente.
En el centro de la IA seguirán estando nuestros diseñadores y fabricantes de semiconductores. El software se lleva el mérito, pero será la innovación continuada de Intel, AMD, Qualcomm, NVIDIA…. la que impulse las CPU, GPU, IPU y DPU que permiten que los datos impulsen el conocimiento, la optimización y las interacciones en tiempo real.
Estamos viendo que empresas como Microsoft, Salesforce, Apple, Google y Amazon están incorporando la IA en las aplicaciones que utilizamos en nuestro trabajo, vehículos y dispositivos personales. Imparable.
Multicloud hasta el infinito y más allá
Mientras que este año todo giraba en torno a la nube híbrida, en 2023 se producirá un nuevo cambio de la nube híbrida a la nube múltiple. Las organizaciones quieren optimizar su uso de la nube aprovechando las ofertas de numerosos proveedores como Azure, AWS, HPE, Google, Oracle, IBM (Red Hat)... Esto es cada vez más normal, ya que las organizaciones quieren aprovechar lo mejor que está disponible en el mercado, con una mayor eficiencia de precios, especialmente en un macroentorno más ‘complicado’.
Los actores de la nube pública han hecho que sus ofertas sean más extensibles en los últimos años, ofreciendo esa flexibilidad deseada, especialmente para hacer frente a la redundancia, la escalabilidad, el cumplimiento y otros desafíos que son favorables al multicloud. Esto continuará a medida que los proveedores ofrezcan más soluciones de código abierto y ofertas modulares que faciliten la orquestación de las cargas de trabajo en todo el entorno de IT. Y a medida que las organizaciones empresariales encuentren el éxito, esta tendencia seguirá creciendo.
Colaboración 'on fire'
El trabajo híbrido ha cobrado realmente protagonismo durante estos últimos años, con cada vez más organizaciones que permiten a los empleados aprovechar los horarios y ubicaciones de trabajo flexibles. Como resultado, se han lanzado nuevas funciones y han ajustado las plataformas para que la colaboración sea fácil, fluida y equitativa, independientemente de la ubicación.
Sin duda, será nuestra nueva normalidad. Y creo que sólo mejorará a medida que las plataformas de colaboración vayan mejorando. Los silos se están derrumbando en todas partes, la cultura empresarial se está adaptando a los nuevos tiempos, y la colaboración está ahora en el centro de nuestra forma de trabajar.
Teams continuará liderando el grupo que reúne la colaboración sincrónica y asincrónica y que se fusiona con las aplicaciones y las herramientas de productividad. Pero hay que destacar también los recientes movimientos realizados por Salesforce con Slack Canvas y Huddles. Zoom fue el favorito de la pandemia y también ha estado expandiendo agresivamente su plataforma. HP compró Poly el año pasado para lograr una mayor convergencia del hardware y los dispositivos personales, y Cisco siempre ha estado muy arraigada en estos entornos colaborativos.
La colaboración será cada vez más una cosa de inmersión física y digital-verdadera, y se verá reforzada por la IA, el metaverso y la conectividad 5G. También se trata de algo más que de reuniones y eventos, sino de colaboración en experiencias, que es lo que impulsó el acuerdo de Adobe Figma a ser uno de los más grandes y más comentados de 2022. O la irrupción de pequeños actores como la española Bookker que ya está presente en 15 países y gestiona cerca de 250.000 puestos y salas de reuniones a través de la realidad aumentada.
La palabrita de moda: el metaverso
¿Creíais que no la iba a mencionar? Pues aunque no quiera, esta ahí. El metaverso sí o sí, tiene que estar en la lista de predicciones para 2023, ya que cada vez vemos más empresas incorporando este canal en sus planes de marketing y negocio. Pero sí, mantengo mi opinión al respecto y que ya compartí por aquí hace unos meses, y todavía faltan algunos años para que el metaverso sea completo.
Ya hemos visto cambios en la forma en que fluye el dinero en el metaverso, con NFTs, criptomonedas y las finanzas descentralizadas acaparando más titulares en 2021. Es probable que las empresas traten de seguir aprovechando este crecimiento con más ofertas mientras buscan posicionarse sabiamente en el futuro del metaverso. Y mientras empresas como Apple y Meta discuten sobre cómo será el futuro, el hecho de que ya haya propuestas de legislación para la gestión del metaverso en la UE, Corea del Sur y Japón demuestra que esto no será algo pasajero.
En mi opinión, el metaverso será menos lo que estamos escuchando de Mark Zuckerberg y más lo que dice Jensen Huang, CEO de NVIDIA sobre su Omniverso: llevar la inmersión a nuestro mundo físico más que a la inversa. Estamos en la era de la creación. Desde la replicación de datos hasta la creación de entornos virtuales, autónomos y simulados, el metaverso para la industria, como las ciudades inteligentes y los gemelos digitales, es algo que se está haciendo ahora, y seguirá creciendo el los próximos años.
No, nueve no son suficientes, y se me ocurren otras tendencias que merecen al menos una mención especial. Estoy seguro de que la ciberseguridad estará muy presente en 2023 y más allá, ya que las empresas buscan apuntalar sus entornos de datos. Y hablando de datos, es casi seguro que veremos una mayor atención a los datos y a la privacidad de los usuarios.
La computación cuántica continuará ganando terreno, y las empresas de semiconductores aprovecharán este periodo de ralentización de los chips y de la economía para seguir innovando en los procesos y la capacidad de fabricación para reducir los riesgos asociados a otra posible escasez… y por completar el decálogo… ¿cuál sería vuestra apuesta para el año que viene?
2023 se perfila como otro año fascinante en el ámbito de la tecnología y, aunque las cosas no acaban de estar finas, estoy seguro de que la tecnología es nuestro mejor aliado para avanzar en el intento de volver al siguiente periodo de crecimiento económico. ¡Vamos!