Según la CNMC el comercio electrónico en España superó los 51.600 millones de euros en 2020, un 5,8% más que en 2019, y llegó a los 57.700 millones de euros en 2021, un 11,7% más que en 2020. De hecho, el pasado año “los ingresos se concentraron en los sectores relacionados con las prendas de vestir, las agencias de viaje y operadores turísticos y los servicios auxiliares a la intermediación financiera”.
Lo que nos lleva a plantearnos las siguientes preguntas. ¿Seguirán creciendo de forma exponencial las operaciones y el comercio online los próximos años? ¿Nos estamos acostumbrando cada vez más a realizar en internet operaciones que tradicionalmente hacíamos de forma presencial? Y, de ser así, ¿van a evolucionar en consecuencia los sectores más tradicionales a un modelo digitalizado con un mayor peso de las operaciones en línea? Sin duda, la respuesta es sí.
Como apuntaba la CNMV, la intermediación financiera, que hasta ahora se realizaba de forma estrictamente presencial, ha sido uno de los ámbitos que más se han beneficiado del cambio paradigma. Y no es de extrañar. La demanda está ahí, y lo lógico es responder a esa demanda con un aumento de la oferta y de los servicios. Y podríamos llegar también a la conclusión de que, si algo siempre ha funcionado igual, como en el caso de la banca de inversión y las operaciones de M&A [fusión y adquisición de empresas], es señal de que se puede innovar y mejorar.
La tecnología democratiza el acceso a todo tipo de productos y operaciones, permitiendo que personas y negocios puedan llegar a ellos sin importar dónde se encuentren. Todo esto sin olvidar grandes ventajas derivadas de su uso, como la reducción de los costes, el aumento de la eficiencia y la reducción de los tiempos. Y es por estas razones, entre otras, que las pymes deben abrazar este cambio y esta transformación, subirse al carro de la innovación y lanzarse a probar nuevas alternativas que puedan incrementar su negocio, contribuyendo en gran medida a su desarrollo, crecimiento y expansión.
Hasta ahora, las operaciones de M&A quedaban reservadas casi en exclusiva a grandes corporaciones. Sin embargo, eso cambió radicalmente con la pandemia (una de las pocas cosas buenas que nos dejó). La necesidad de realizar todo tipo de operaciones de forma remota llevó a que muchos usuarios y empresas abrieran los ojos ante el inmenso abanico de posibilidades que les ofrecía el mundo digital. Y el mercado de M&A no fue una excepción.
La automatización de procesos, la realización de operaciones a través de plataformas online, la búsqueda de socios, inversores y/o compradores ahora es posible con solo un clic. Algo que cada vez más empresas con facturaciones de tres a 40 millones de euros están empezando a comprobar.
Las pymes, con falta de relevo generacional claro y desconocimiento de los procesos de compraventa de empresas y, ahora, tan necesitadas de vías de financiación alternativas, especialmente con la aprobación de la nueva Ley Concursal y con el tremendo impacto en sus negocios de la actual crisis energética, ven en el M&A online una forma de salvar sus negocios y llevarlos a otro nivel, pudiendo encontrar el mejor inversor para su empresa en tan solo unos minutos y cerrar una operación completa en menos de 80 días, frente a la media habitual de 6-8 meses.
La transformación digital es necesaria y beneficiosa, hay necesidad y demanda, y está aquí para quedarse. No es algo opinable, los datos están ahí, y cada vez hay más negocios que quieren subirse al carro de la innovación.
Aunque, como decía Theodore Levitt, economista estadounidense y profesor de la escuela de negocios Harvard Business School, “la creatividad es pensar cosas nuevas y la innovación es hacer cosas nuevas”, y siempre habrá quienes prefieran quedarse pensando cómo solucionar algo mientras otros pasan a la acción. A todos ellos, cuando estén preparados, les estaremos esperando con los brazos abiertos en el mundo digital.
*** Gerard García es CEO y fundador de Deale.