¿Qué papel va a jugar la innovación en el futuro de nuestras ciudades? ¿Cómo vamos a poder liderar desde la Administración todas las demandas que nos plantea la ciudadanía?
A nadie se le escapa que una Administración Pública debe de ser una pieza imprescindible en una sociedad avanzada, capaz de asumir todos los retos a los que se enfrentan los habitantes de las ciudades y pueblos, y de gestionar de manera eficiente las políticas que transformen el territorio, buscando siempre para la población mayores cotas de bienestar y calidad de vida.
La innovación es el vehículo que permite a una organización, sociedad o individuo avanzar. Los entes públicos deben (debemos) dejar de lado ese cierto grado de inmovilismo que aún atesoran (atesoramos), flexibilizando sus procedimientos para dar una respuesta, lo suficientemente rápida, en un entorno tan cambiante como en el que está inmerso este mundo globalizado.
Desde nuestra posición privilegiada, que nos permite diseñar y desarrollar del entorno en el que queremos vivir y crecer, nuestro modo de actuar necesariamente ha de ser ágil y convertirse en un motor que acelere dicho ecosistema. Debemos ser tractores y, para ello, la innovación ha de formar parte del ADN de nuestra organización. ¿Cómo hacerlo?: orientando nuestras políticas hacia la generación de ideas y prácticas novedosas en el ámbito público, creando puentes para el trasvase de conocimiento y ayudando a materializar ideas e investigaciones que surgen en entornos tanto universitarios como empresariales.
La ciudad debe de convertirse en un espacio de innovación colaborativa, en un laboratorio vivo y receptivo a todas aquellas innovaciones que necesiten testarse y posteriormente implantarse, mediante los instrumentos que los gobiernos locales puedan facilitar, como es el caso de experiencias piloto, consultas al mercado, concursos o bancos de ideas, lanzamientos de retos, espacios de encuentro para cocreación de soluciones innovadoras entre varios agentes del territorio, o cualquier otro tipo de cooperación.
Tenemos el conocimiento, el talento, los recursos financieros y la oportunidad de ser ágiles para poder testear, verificar y modificar (si es necesario), soluciones que ayuden a lograr una ciudad preparada para los retos que se avecinan en las próximas décadas: escasez de recursos naturales como el agua; necesidad de mejoras en la movilidad; apuesta por el desarrollo urbano sostenible y el ahorro energético; oportunidades en la gestión de los desechos y reciclaje... En definitiva, la sensorización y monitorización de la ciudad: la consolidación de la denominada Smart City.
En Gijón llevamos ya varias décadas construyendo una ciudad inteligente y sostenible. La implementación de proyectos que cuentan con financiación europea para el aumento de la sensórica de recursos clave como el agua y la luz, por ejemplarizar algunos, hace que tengamos una gestión más eficiente de los recursos municipales. Esto nos permite, por ejemplo, invertir los ahorros logrados en la consecución de otros proyectos de índole social y de cohesión, que contribuyan a reducir desigualdades en el territorio.
Y para todo ello, si bien es cierto que la Función Pública debe de ejercer de motor del cambio, se necesita contar con una ciudadanía participativa. Una ciudadanía que tome conciencia de lo que se juega y que sea capaz de sumar en un proceso en el que todos ganan un futuro trazado con conciencia y consciencia.
Un ejemplo palpable lo tenemos en la futura ampliación del distrito de innovación local de nuestra ciudad, la denominada Milla del Conocimiento Margarita Salas, donde se ha tenido en cuenta a agentes locales y ciudadanía para el diseño del futuro espacio destinado a acoger empresas e instituciones del ámbito de la innovación, llegándose a modificar el planeamiento urbanístico inicial con las sugerencias que habían aportado, haciendo un entorno más amigable e integrado en la ciudad.
En definitiva, debemos de tener en cuenta que la percepción y la exigencia de la sociedad para con la labor e implicación de los estamentos públicos, ha cambiado sustancialmente. Ahora, la ciudadanía es por fin consciente de que tiene mucho que decir en la construcción y gestión del territorio que conformará su hogar durante las próximas décadas.
*** Luis Díaz Gutiérrez es director-gerente de Promoción Empresarial y Turística de Gijón (Gijón Impulsa) (Entidad gestora del Parque Científico Tecnológico de Gijón – Milla del Conocimiento Margarita Salas de Gijón).