Los despidos que empezamos a ver en el sector tecnológico a finales de 2022 se han extendido desde entonces a otros sectores, desde la aviación hasta el entretenimiento, lo suficiente como para justificar un seguimiento de despidos en 2023.
Como es lógico, el despido de empleados afecta a la moral del equipo y a la cultura del lugar de trabajo, independientemente de las razones de los despidos o de cómo se comuniquen. E, incluso si no se despide a un empleado concreto, éste atraviesa un ciclo emocional de enfado, tristeza y culpabilidad, lo que dificulta a los directivos volver a centrar al equipo.
La mayoría de los reclutadores temen que los despidos afecten a sus empresas este año, y los empleados están preocupados por el futuro. Las empresas deben ser estratégicas para evitar los despidos y superar las posibles recesiones económicas.
Todo empieza por el liderazgo
Sobrevivir a una recesión o a una recesión económica y mantener un equipo completo, centrado y alineado empieza por contar con los líderes adecuados.
Si el ímpetu para reducir la plantilla es puramente ahorrar dinero, se está adoptando el enfoque equivocado. Antes de recurrir a los despidos, un equipo directivo debe ser estratégico, estudiando primero qué cambios son necesarios y comunicando después eficazmente los esfuerzos de reestructuración. También, deben ser capaces de echar un vistazo de alto nivel a las funciones de la empresa para ver cuáles son necesarias y qué responsabilidades pueden filtrarse a través de los distintos puestos.
La incertidumbre también significa que la empresa debe considerar todas sus opciones. Esto puede significar dejar en suspenso ascensos o aumentos de sueldo, considerar ajustes que reduzcan los gastos asociados a prestaciones o beneficios, reducir las horas de trabajo de los empleados o estudiar ajustes de la retribución de los empleados altamente remunerados.
Es un entorno económico difícil, pero una empresa debe sopesar todas las posibilidades antes de recurrir a los despidos. En caso de que estas opciones sean necesarias, sed sinceros con los trabajadores y comunicad los cambios con transparencia. Estas comunicaciones no son "una y ya está". Considerad cómo se transmitirán los mensajes en cascada a través de vuestra organización y cuál es la narrativa. Los líderes deben mantener un alto grado de coherencia en sus mensajes para evitar suposiciones y rumores.
Programas de upskilling para nuestros equipos
Una reestructuración puede requerir un cambio de funciones entre los trabajadores, algo que ayudará a sacar el máximo partido de las personas que ya forman parte del equipo.
En primer lugar, dad prioridad a las estrategias de retención de empleados para mantener a los empleados cualificados y valiosos comprometidos y contentos. A continuación, invertid en los empleados actuales creando un programa de mejora de las cualificaciones. La mejora de las competencias permite a los empleados desarrollar habilidades más avanzadas a través de la educación y la formación adicionales.
A medida que el equipo se vuelve más eficiente con las nuevas habilidades adquiridas, considerad la posibilidad de establecer nuevas prioridades y reasignar tiempo y energía a proyectos que hagan avanzar a la empresa. Eliminad las tareas que no beneficien a la organización a largo plazo para liberar el ancho de banda de los empleados y que puedan adquirir más habilidades y reasignar responsabilidades.
Centrarse en la creación de comunidad
Es fundamental centrarse en la creación de una comunidad y volver a implicar intencionadamente al equipo. Esto supone un reto cuando se trabaja con equipos híbridos o remotos. Pero, invertir tiempo y esfuerzo en el equipo es esencial para establecer relaciones sólidas con los empleados y mejorar la cultura y la marca.
Se me ocurre organizar "cafés virtuales" en las que reservar 30 minutos para que las personas se relacionen con alguien de fuera de sus departamentos. Durante estos encuentros, sólo unas pocas reglas: no hablar de trabajo y centrarse en disfrutar del tiempo que pasas haciendo una nueva conexión.
Sería bueno tener una serie de ejemplos para los participantes sobre cómo romper el hielo y, así, ayudarles a iniciar sus conversaciones, impulsándoles a centrarse más en establecer relaciones con los miembros del equipo. Este tipo de inversión cultural debe venir de arriba abajo, y el liderazgo debe garantizar que los trabajadores puedan dedicar tiempo a establecer estas conexiones.
Otro elemento es garantizar que los líderes cultiven una cultura de inclusión y pertenencia. Esto es crucial, especialmente en tiempos de cambio, y los esfuerzos de deben integrarse en toda la empresa.
Planificar el futuro
Es difícil planificar en tiempos de incertidumbre, pero la flexibilidad es vital. Las empresas deben crear y aplicar estrategias flexibles, mantenerse informadas y evitar estancarse.
Para ello, hay que tener en cuenta qué funciones se necesitan, no sólo las que hay que cubrir. La contratación no tiene por qué ralentizarse en tiempos de recesión económica. De hecho, cuando se despide a trabajadores motivados y cualificados, éste puede ser uno de los mejores momentos para incorporar a los mejores talentos.
También, es el momento perfecto para reflexionar sobre el proceso de adquisición de talento. No os limitéis a cubrir automáticamente los puestos cuando se produzca la rotación. Deteneos y evaluad vuestra organización en su estado actual y preguntaos si un reemplazo en el mismo puesto es la solución.
¿Deberíais esperar y reducir gastos en otros campos? ¿Deberíais reasignar fondos para contratar a alguien que tenga un mayor impacto? ¿Deberíais subir de nivel? ¿Bajar? Es fundamental tomarse el tiempo necesario para reflexionar en cada cambio de plantilla.
Sí, puede que los despidos se estén extendiendo en diferentes sectores, pero no siempre son la solución y deberían ser el último recurso. En la situación actual, evitad cubrir los puestos vacantes a menos que sean cruciales para la organización y, en su lugar, reevaluad lo que vuestra empresa necesita realmente para tener éxito.
Tomarse el tiempo necesario para reestructurar los equipos creando oportunidades de mejora de las cualificaciones para los empleados actuales es otra estrategia eficaz en el mercado laboral actual. Por último, evitad los planes para la recesión a corto plazo y manténgase centrado en el largo plazo.
La posibilidad de un repunte de la economía siempre está en el horizonte. Un recorte de gastos demasiado profundo o prematuro podría poner a vuestra empresa en desventaja cuando las perspectivas económicas empiecen a mejorar.
***Laura Xicota es cofundadora y CEO de Merlin Digital Partner