Pablo Reboiro, director general de N26 para España y Portugal.

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FAST & FORWARD

La inflación y el ahorrador desinformado

8 octubre, 2023 04:39

De la inflación suele decirse que es un "impuesto a los pobres". Sí, es cierto que la subida de los precios, uno de los problemas que más preocupa a los españoles en estos momentos, castiga de manera desproporcionada a quienes menos tienen, pero existe otro colectivo al que también afecta y merma su poder adquisitivo: el de los ahorradores desinformados.

Podríamos definir al ahorrador desinformado como una persona de renta media y con una cierta capacidad de ahorro (no vive con la soga al cuello), que no sólo no saca el máximo rendimiento a su dinero, sino que, en el escenario de inflación crónica en el que vivimos, pierde poder adquisitivo cada día.

A nivel mundial, la subida de los precios parece no aflojar el ritmo, aunque en España tengamos una de las tasas de inflación más bajas de la eurozona. Reconocía Christine Lagarde, presidenta del BCE, en agosto desde Jackson Hole que la institución que dirige había "infravalorado la dinámica de la inflación y su persistencia".

El organismo monetario volvió de vacaciones en septiembre y decidió continuar con las subidas de tipos ante una inflación que se resiste a dar tregua. El mensaje lanzado por el BCE es claro: con su decisión de aumentar el precio del dinero por décimo mes consecutivo hasta su nivel más alto en dos décadas, el organismo acepta que la lucha contra la inflación aún está lejos de ser ganada.

Todo hace indicar, por lo tanto, que la inflación seguirá siendo demasiado alta durante demasiado tiempo. En este contexto, ¿cómo puede el ahorrador particular invertir de una manera segura y responsable para esquivar la pérdida de poder adquisitivo causada por la subida de los precios? ¿Cómo puede el ahorrador desinformado que tiene su dinero debajo del colchón o, lo que prácticamente es lo mismo, en cuentas que no ofrecen un interés competitivo, romper esta dinámica? Existen tres puntos clave:

Crear un fondo de emergencia. Un ahorrador, por definición, ahorra. Especialmente en los tiempos que corren, ahorrar para un fondo de emergencia nos aportará un extra de tranquilidad ante la posibilidad de que surjan imprevistos, como la pérdida inesperada del trabajo o un gasto médico repentino.

Un fondo de emergencia es una red de seguridad que nos protege y a la que podemos recurrir sin preocuparnos por el efecto dominó que un gasto inesperado puede tener sobre el resto de nuestras finanzas. La cantidad dependerá de nuestro estilo de vida, pero la recomendación es centrarse en cubrir seis meses de gastos fijos mensuales.

¿Y dónde guardamos este dinero? En una cuenta de ahorro con una remuneración atractiva, sin comisiones ni condiciones, y a la que se pueda acceder en cualquier momento.  Sólo una vez que tengamos nuestro fondo para un rainy day en una cuenta remunerada, podemos empezar a pensar en otras opciones interesantes para sacarle un mayor partido a nuestro dinero.

Depósitos o cómo 'aprovecharse' de la lucha por el pasivo. Hoy, los depósitos más rentables permiten combatir los efectos de la inflación sobre el poder adquisitivo y hacer crecer el dinero sin correr ningún riesgo. Desde hace aproximadamente un año, los depósitos bancarios están viviendo toda una revolución en la que las entidades no dejan de competir por ofrecer la mejor rentabilidad.

En España, la banca online y mediana son las entidades que mejores remuneraciones de los depósitos están ofreciendo, mientras que los bancos tradicionales siguen plantados en su posición de no pagar un interés competitivo por el ahorro. En un escenario de tipos altos durante un periodo prolongado, la oferta de depósitos a plazo fijo podría seguir mejorando -más aún si la gran banca se anima- por lo que se recomienda contratar depósitos a corto plazo (seis meses o menos), para así poder beneficiarse de las nuevas y mejores ofertas que ofrezca el mercado cuando venza el producto contratado.

Fondos indexados, una inversión sencilla para no expertos. Si al ahorrador le queda algo de dinero y tiene un poco de apetito inversor, los fondos indexados son un buen punto de partida. Se trata de productos accesibles para el pequeño inversor y que no requieren un importe elevado. Asimismo, son relativamente fáciles de entender dado que intentan replicar un índice como el IBEX 35 o el Dow Jones estadounidense (si el índice sube, el fondo sube).

Otro punto a favor es que son baratos; las comisiones suelen ser bajas. Cabe destacar, no obstante, que se trata de un producto de inversión que está sujeto a los vaivenes del mercado. Por ello, es importante escoger el fondo que encaje mejor con nuestro perfil de riesgo. Si queremos rentabilizar nuestro patrimonio a largo plazo, es sin duda una de las mejores opciones.

La educación y cultura financiera de los ahorradores desempeña un papel clave: deben estar bien formados en cuestiones financieras para ser los protagonistas de sus propias decisiones y los defensores de sus propios intereses. Cuanto más formados, más herramientas tendrán para buscar las mejores opciones en el mercado. Estar desinformado nunca ha sido buena idea, pero menos con esta inflación.

***Pablo Reboiro es director general de N26 para España y Portugal.

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