Accenture y Campofrío replican los tests de estrés de la banca para probar la cadena de suministro

Tanto la pandemia por la Covid-19 a lo largo del último año como el incidente del bloqueo del canal de Suez en el último mes, han sacado a la luz las debilidades de la cadena de suministro global.

Según un estudio de Accenture, el 94% de las empresas del Fortune 1000 experimentaron algún problema debido tanto al cierre de fronteras como al aumento inesperado de la demanda de algunos productos -como papel higiénico o harina- o a la paralización de actividades industriales.

“Las empresas se han dado cuenta de que debían replantearse el modelo para hacerlo más resiliente, transparente y capaz de anticipar estos riesgos. Y eso solo puede conseguirse con la incorporación de tecnología que nos permita tomar decisiones basadas en datos”, asegura Jaime Lagunas, managing director de inteligencia artificial de Accenture.

Esto ha acelerado el interés de las compañías por digitalizar y aplicar innovación tecnológica para tratar de mitigar estas debilidades. Y en este mes, Innovar para Vivir, el espacio de Accenture en La Brújula de Onda Cero, nos cuentan uno de sus casos de éxito con Campofrío.

Fernando Ibarra, Europe Director de Supply Chain de Campofrío en Europa, recuerda que tras esta prueba por la pandemia su grupo ha sabido adaptarse “de una manera rápida a los cambios del mercado”, con el fin de “asegurar de forma permanente el suministro y la disponibilidad de nuestros productos”.

Ibarra señala que para “mitigar cualquier riesgo de desabastecimiento” la digitalización es fundamental. “La agilidad y la flexibilidad para atender las cambiantes necesidades se volvieron valores esenciales, aunque nada hubiera sido posible sin la unión de los trabajadores y la colaboración de toda la cadena de suministro desde las granjas, los transportistas o la distribución”.

En este sentido, puntualiza que contar con “una potente plataforma de sistemas ayudó a minimizar el impacto de la pandemia en el negocio y a la vez que sirvió de catalizador para acelerar algunos proyectos que ya teníamos en marcha”.

Test de estrés

Al respecto, destaca uno de sus proyectos: replicar los tests de estrés de la banca en la cadena de suministro.  “Lo que buscábamos era poder simular las operaciones y flujos de todo el grupo Campofrío en Europa para identificar riesgos, amenazas y dependencias de nuestra cadena de suministro mediante inteligencia artificial y big data”.

Una vez definidos y evaluados estos riesgos, se puede establecer qué planes se deben realizar o qué inversiones se deben acometer para estos casos se pueden tener una solución o una respuesta ágil desde el minuto cero, explica el responsable de Campofrío.

De este modo, Ibarra afirma que han podido “seguir avanzando en la versatilización de nuestras fábricas, diversificar el portfolio, ampliar el scope de proveedores y adentrarnos en nuevos canales de venta”.

En este sentido, Lagunas incide en que con este proyecto se buscaba medir esa “capacidad de absorber, adaptarse y recuperarse ante cualquier catástrofe en su cadena de suministro”.

Para poder identificar esos riesgos, el responsable de Accenture señala que lo primero que hicieron fue crear un gemelo digital de todos los actores que forman parte de esta cadena: desde los proveedores hasta los almacenes o las plantas, así como todos los flujos existentes entre ellos.

Con estos gemelos digitales, que no dejan de ser una simulación exacta de lo que hay en el mundo real, se establecieron los escenarios que podían suceder para poder evaluar los riesgos y el tiempo de recuperación hasta la vuelta a la normalidad.

Para llevar a cabo este proyecto, Accenture y Campofrío han contado con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). “Buscamos la velocidad y el conocimiento experto que está fuera de la casa, en este caso con socios reconocidos como son Accenture y el MIT”, apostilla Ibarra.

“La unión de nuestra experiencia en los tres niveles es la que ha permitido que este proyecto haya sido tan exitoso”, concluye Lagunas, en relación con el liderazgo de Campofrío en su sector, el del MIT en innovación en tecnologías de inteligencia artificial y el de Accenture en proyectos de transformación digital.