Hipotecas más caras cuanto mayor sea el riesgo de impago asociado al inmueble sobre el que se firman. Es la operativa natural de cualquier operación financiera. Pero, a medida que evoluciona la sociedad, esos posibles riesgos aumentan, por lo que la ecuación no es ni mucho menos sencilla.
La evolución de la sociedad ha traído consigo una mayor preocupación por el medio ambiente, por la sostenibilidad del planeta. Y organismos como el Banco Central Europeo no quiere que las entidades financieras sean ajenas a ello.
¿Cómo incorporan los factores medioambientales los bancos a la hora de cerrar una operación? ¿Qué sistemas de control tienen? ¿Cómo estudian esos riesgos? A preguntas como estas han contestado Aída Rodríguez, managing director de Accenture, e Iker Arteagabeitia, director financiero de Kutxabank, en el marco del espacio 'Innovar para Vivir' del programa La Brújula de Onda Cero.
La gestión de hipotecas es un buen ejemplo de cómo los bancos están empezando a tener en cuenta riesgos medioambientales. Explica Aída Rodríguez que "la sostenibilidad ya nadie duda de que se trata de uno de los temas que están en la agenda de cualquier empresa, sea del sector que sea, pero en el caso de las entidades financieras, tener en cuenta factores relacionados con la sostenibilidad tiene que ver con la valoración de determinados riesgos", remarca.
En este sentido, detalla que "cuando un banco da un crédito a un cliente, valora su capacidad y su voluntad de pago (si puede y si quiere hacer frente a la deuda) y eso conlleva valorar la garantía asociada a esa operación, en el caso de una hipoteca, hablaríamos del inmueble asociado".
Teniendo en cuenta lo anterior, añade la managing director, "tiene sentido pensar que riesgos físicos como inundaciones, volcanes, incendios… pueden verse reflejados en el precio final del crédito porque se asocia al valor de la garantía". Y pone un ejemplo: "Si tu casa está en un terreno inundable, tu casa podría llegar a no valer nada y por tanto la garantía asociada podría no ser recuperable por la entidad financiera".
Resultado: la hipoteca va a ser más cara por los riesgos que tiene para la entidad financiera en términos de recuperación del montante económico prestado.
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La motivación por la cual los bancos han empezado a tener en cuenta esta valoración medioambiental de riesgos de una combinación de factores. "Aunque es verdad que determinadas entidades financieras se han mostrado siempre convencidas de que este tipo de riesgos eran importantes, conviene destacar el 2022 como un año clave para que esta tendencia gane peso", explica Rodríguez.
Y es que fue el pasado año cuando el Banco Central Europeo realizó un test de estrés climático, que no era sino "un escrutinio general que pretendía calcular el coste de la transición desordenada a una economía baja en emisiones de carbono".
Los resultados del test ofrecieron datos concluyentes: sólo el 20% de los bancos sometidos al test de estrés climático incluía consideraciones climáticas a la hora de conceder un crédito y la mayoría subestima este tipo de riesgos.
En resumen, teniendo en cuenta que el Banco Central Europeo ha dejado claro que quiere tomarse este tema en serio, es de suponer que los bancos van a empezar a tener en cuenta estos riesgos, ahora que saben que tienen la lupa sobre ellos.
Lo refrenda el director financiero de Kutxabank, Iker Arteagabeitia, que admite que su entidad no es una excepción.
"Tener buena información sobre nuestro entorno, en lo relativo a sostenibilidad, no sólo nos hará salir bien parados de los test de estrés climático a los que nos somete el Banco Central Europeo sino que nos permitirá implementar medidas que impacten de manera justa en relación a los riesgos que hemos citado", argumenta.
Límite: diciembre de 2024
En cualquier caso, añade, "no es algo que vayamos a hacer solo nosotros. El Banco Central Europeo nos ha dado a todas las entidades un plazo que acaba en diciembre de 2024 para que incluyamos riesgos climáticos dentro de nuestro sistema de gobernanza, nuestra estrategia y nuestros mecanismos de control".
Como ejemplo, la entidad explica que encargó precisamente a Accenture un estudio sobre el riesgo de inundaciones de todas las viviendas y locales que respaldan la cartera hipotecaria de nuestra entidad (en total unas 400.000 hipotecas).
La conclusión fue que "sólo un 1% de los inmuebles que tenemos en Guipuzkoa, un mercado relavante para Kutxabank, tiene riesgo de inundarse pese a la elevada pluviometría de la región. Así pues, este riesgo apenas tendría impacto en las condiciones hipotecarias de la mayoría de los inmuebles de su cartera.
Evidentemente, cualquier tipo de análisis predictivo de estas características se sirve de la tecnología para mejorar la eficiencia de los resultados. En este sentido, Kutxabank ha reconocido que "queremos encargar otro informe similar al anterior que tenga en cuenta otros riesgos como incendio, sequía, etc.".
En opinión de Arteagabeitia, "las hipotecas suelen firmarse hasta por 30 años y en tres décadas pueden cambiar muchos factores climáticos, como estamos viendo, por eso necesitamos datos que nos ayuden a adelantarnos a, por ejemplo, episodios de ciclones dentro de 10 años".