China fue uno de los primeros países del mundo en lanzar servicios comerciales de 5G, en 2019. Desde entonces, el país asiático se ha consolidado a la cabeza de la carrera internacional por el despliegue de unas redes que, según los expertos, serán decisivas para la productividad y la competitividad internacional. El 5G, junto con la inteligencia artificial, está llamado a configurar un nuevo orden mundial.
Para China, la evolución al 5G es una cuestión no solo estratégica, sino urgente: el 5G permite un uso más eficiente de su saturado espectro radioeléctrico. Por eso, los operadores chinos ya están liderando las inversiones en el llamado “5G SA” (standalone), basado en infraestructura propia, que ayudará a las empresas del país a beneficiarse de todas las ventajas potenciales de esta tecnología.
Las nuevas redes 5G tendrán que dar cabida tanto a la nueva economía que genere el Internet de las Cosas, como a una población crecientemente conectada. En 2019, según cifras de la GSMA, había 3.630 objetos conectados en China, sumando objetos de uso doméstico, sensores industriales, edificios inteligentes, etc. Para 2025, serán más de 8.000 millones. Del mismo modo, en 2019 se contabilizaron 910 millones de usuarios de Internet móvil. Para 2025, llegarán a 1.170 millones.
Primer factor: planificación
China está considerada líder en 5G por una razón muy sencilla: en 2020 concentró el 70% de todas las conexiones mundiales a redes 5G. Y aunque estas conexiones aún son minoritarias si las comparamos con el 4G, están creciendo a un ritmo vertiginoso.
En el informe The Mobile Economy in China 2020 de la GSMA, este organismo atribuye el liderazgo del país en 5G a las políticas públicas de planificación de espectro. Una labor de planificación que, igual que en Europa o EEUU, corresponde al Estado. En China, en particular, “el 5G necesitará una amplia gama de espectro por debajo de 1 GHz, en las franjas 1–6 GHz y por encima de 6 GHz para satisfacer los requisitos de los servicios 5G en el futuro”, explica la GSMA.
“Los rangos de frecuencia baja y media son clave para mejorar la cobertura 5G, la velocidad y latencia en comparación con 4G, mientras que el espectro por encima de 24 GHz será un componente crítico para permitir súper altas velocidades y aplicaciones de latencia ultra-baja”, explica la GSMA. Concretamente, las frecuencias más altas jugarán un papel vital en el desarrollo del Internet de las Cosas, particularmente en el sector manufacturero.
Segundo factor: inversiones descomunales
Entre 2020 y 2025, los operadores chinos invertirán 160.000 millones de dólares en redes 5G. Esto representa el 90% de su capex (inversiones de capital) y el 19% del capex en 5G de todo el mundo. Solo en 2021, las inversiones en redes 5G en el país rozarán los 30.000 millones de dólares.
Se da la circunstancia, además, de que el Gobierno chino controla los tres grandes operadores móviles del país (China Mobile, China Telecom y China Unicom), de modo que allí no existe la atomización característica del mercado europeo.
Esta posición de ventaja de China tiene evidente trascendencia geopolítica. De hecho, podría ser uno de los principales factores en la lucha que actualmente enfrenta a este país con EEUU, por el cual la Administración Trump quería vetar la compra de tecnologías 5G de proveedores chinos como Huawei y ZTE. La designación de Joe Biden como nuevo presidente de EEUU podría abrir una nueva era en las relaciones entre ambos países.
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