El pulso entre superpotencias digitales se decanta: China mejora más que EEUU en competitividad digital

En esta carrera de largo recorrido, las que han sido en las últimas décadas las grandes potencias económicas e industriales del mundo están poco a poco perdiendo su liderazgo en términos de competitividad y se enfrentan a "nuevos y dinámicos competidores", especialmente China.

Así lo refleja el último análisis elaborado por el Centro Europeo para la Competitividad Digital, entidad dependiente de la escuela de negocios ESCP. El organismo acaba de publicar su foto de cómo ha cambiado esta carrera en los últimos tres años y señala cuáles son los países del mundo que más han avanzado (o retrocedido), a los que denomina 'Digital Risers'. 

Para evaluar la evolución de la competitividad digital, el informe mide dos dimensiones principales, el ecosistema y la mentalidad de un país, cada una ellas con cinco variables. Así, por ejemplo, en el ecosistema se analiza la facilidad para contratar extranjeros, mientras que en mentalidad se tienen en cuenta las actitudes hacia el riesgo emprendedor. 

En la fotografía mundial de la competitividad digital, China fue el país del G-20 que más avanzó (+211 puntos), seguido de Arabia Saudí (+169 puntos) y Brasil (+88 puntos). Todo lo contrario que Alemania (- 176), Japón (-190) e India (-396), que han visto cómo perdían posiciones respecto al resto de grandes economías del mundo. 

El pulso entre China y EEUU

En este sentido, el informe pone de relieve que el pulso que mantienen las dos grandes superpotencias del mundo en materia digital, China y Estados Unidos, se está decantando actualmente del lado del gigante asiático.

Frente a la importante mejora registrada por China, Estados Unidos ha perdido 72 puntos en el periodo analizado, debido principalmente a un empeoramiento de su ecosistema. En concreto, apunta las variables relacionadas con contratar personal de fuera del país, el plazo para poner en marcha un negocio y las habilidades de los titulados. 

Por su parte, Canadá (+47), Italia (+34) y Francia (+28) registran los mejores resultados del G7, gracias a algunas de las medidas adoptadas en los últimos tres años por estos tres países, como el fondo de innovación estratégica canadiense o la estrategia francesa 'La French Tech'. 

El profesor del Centro Europeo para la Competitividad Digital Philip Meissner señala que, a pesar de la llamada de atención que ha supuesto la pandemia de la covid-19, las tecnologías digitales siguen sin ser una prioridad para muchos gobiernos en todo el mundo. 

"Esto es sorprendente, ya que la forma en la que los gobiernos gestionen y naveguen en la transición digital de sus economías determinará enormemente cuán competitivos y prósperos serán sus países en las próximas décadas", subraya. 

Para la elaboración del análisis, el centro ha utilizado datos del Informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, del que ha extraído solo los referentes al ámbito digital, así como del Banco Mundial y de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

Digitalizar a dos velocidades

Por otro lado, el informe revela una "creciente división" en la velocidad de la transformación digital entre los 137 países analizados. Esta diferencia es, en su opinión, especialmente relevante en Europa, donde las dos velocidades que la edición anterior del informe había puesto de relieve aún persisten. 

Así, la escuela de negocios detalla que, mientras que Francia vuelve a registrar "significativos avances" en términos de competitividad digital, Alemania ha descendido de forma sustancial durante el mismo periodo. 

"Sin embargo, nuestros resultados también revelan que un cambio puede ocurrir rápidamente con las medidas adecuadas", explica el profesor Christian Poensgen. El informe pone como ejemplo el caso de Italia, que con la adopción de una medida valiente como su ley de startups, el país ha pasado del último al segundo puesto del G-7. 

Pero ¿qué convierte a un país en 'Digital Riser'? Si hay un punto que tienen todos en común es que cuentan con grandes planes en este campo en los que se establecen objetivos ambiciosos de transformación y hay un enfoque claro en impulsar el emprendimiento, como ha sido el caso de España. 

España, en ascenso digital

Y en la foto de este periodo analizado, que comprende entre 2018 y 2020, España sale especialmente bien. El país se ha situado como el tercero que más ha cambiado, para bien, en materia de competitividad digital de entre los países de Europa y América del Norte. 

Con una mejora de 97 puntos y la agenda España Digital 2025 como proyecto bandera, España se ha situado en la segunda edición de este informe en el tercer 'Digital Riser' entre los países con características similares, solo por detrás Lituania (+126 puntos) y Hungría (+111). 

España registra una mejora de su competitividad similar en las dos dimensiones analizadas, ecosistema y mentalidad. En concreto, ocupa la quinta posición entre los países europeos y de América del Norte en ecosistema (+49 puntos) y la cuarta en mentalidad (+48 puntos). 

Respecto al proyecto bandera de España, su agenda digital publicada en julio 2020, el informe destaca que su objetivo es favorecer el proceso de transformación digital del país y situar la digitalización como palanca fundamental para el impulso del crecimiento económico.

La estrategia, que espera movilizar inversiones públicas y privadas por valor de 70.000 millones de euros entre 2020 y 2022, incluye cerca de 50 medidas y diez ejes estratégicos. Entre ellos la conectividad digital, el 5G, la ciberseguridad, las habilidades digitales, la digitalización de las pymes y la administración pública, la promoción de la inteligencia artificial y el Big Data o el desarrollo de una carta de derechos digitales. 

En materia de regulación, el estudio apunta no solo a los objetivos de mejora de servicios públicos digitales, sino también a la puesta en marcha de la Estrategia Nación Emprendedora, que incluye medidas como Ley de Startups o un programa internacional para impulsar el talento femenino. Otro punto que menciona es la incorporación de España en 2018 a la iniciativa de la UE Innovation Radar para ayudar a que las innovaciones con alto potencial lleguen al mercado. 

En cuanto a inversiones, resalta los 11.000 millones de euros destinados a los planes de digitalización de las pymes y la administración pública y de competencias digitales, así como los 2.300 millones de euros del Plan de Conectividad, los 2.000 millones de la Estrategia 5G y los 600 millones de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA).