España se afianza como punto de encuentro para el tráfico de Internet en el sur de Europa
Las inversiones en centros de datos, cables submarinos o puntos de intercambio disparan el ancho de banda en la Península Ibérica en los últimos cinco años y elevan el tráfico con todas las regiones del mundo.
26 junio, 2021 01:12Noticias relacionadas
Una conectividad rápida y fiable es cada vez más importante en un mundo que está cada día más interconectado. La digitalización ha llevado a que gran parte de las actividades que desempeñábamos en el mundo analógico se hayan replicado en el mundo digital, desde aquellas vinculadas a la experiencia laboral a las numerosas alternativas de ocio que existen hoy en día.
La irrupción de nuevas aplicaciones que hacen un uso intensivo del ancho de banda y exigen una mayor rapidez de respuesta, junto con la necesidad de desplegar una infraestructura cada vez más densa y distribuida, hacen que las redes ya no se puedan concentrar únicamente en los tradicionales nodos de interconexión.
Así lo advierte un nuevo estudio encargado por DE-CIX, EllaLink e Interxion, y elaborado por TeleGeography, que apuntan que los recursos se distribuyen en unos nodos cada vez más descentralizados. Un contexto en el que la Península Ibérica, y especialmente Madrid, se ha afianzado como punto de encuentro clave para el tráfico de Internet en el sur de Europa.
En los comienzos de internet, Estados Unidos era el principal punto de confluencia de las redes mundiales, pero a medida que éstas fueron evolucionando los operadores no tardaron en darse cuenta de que estas no podían converger en un único punto, sino que eran necesarias varias rutas redundantes para mantener un servicio consistente, reducir la latencia y adaptar la demanda local.
En Europa, esas rutas comenzaron a converger en los nodos habilitados en Fráncfort, Londres, Ámsterdam y París (conocidas como FLAP), pero en los últimos años se ha producido una demanda importante de conectividad fuera de estos nodos tradicionales, que se ha dirigido hacia subregiones cada vez más próximas, como el sur de Europa.
Un desafío para España y Portugal
En este contexto, según el informe, la Península Ibérica se enfrenta al desafío de desplegar las infraestructuras del Internet del futuro y convertirse en punto de encuentro clave para el tráfico procedente de Europa, América, África, Oriente Medio y Asia, "con un potencial significativo para los usuarios y las empresas".
Un reto al que España y Portugal se han enfrentado con decisión e inversión. Esto ha permitido que el panorama de internet internacional de Madrid haya experimentado un cambio significativo desde 2016, año en el que DE-CIX instaló su primer punto de intercambio en la ciudad y en el que las conexiones internacionales de la capital española con países de fuera de Europa Occidental eran "insignificantes".
Sin embargo, según las cifras analizadas por TeleGeography, desde 2016 el ancho de banda del sur de Europa ha experimentado un crecimiento interanual del 30%, multiplicando casi por 2,75 su capacidad en este periodo, alcanzando los 150 Tbps de capacidad entre todos los territorios.
En este sentido, el informe detalla que uno de los crecimientos más significativos ha sido el de Barcelona, que ha aumentado su ancho de banda un 35% durante este período y ya alcanza los 5 Tbps. Madrid, por su parte, crece un 18%, con casi 15 Tbps.
En cuanto al número de centros de datos que existen en las principales áreas metropolitanas del sur de Europa, el estudio indica que en los últimos cinco años ha crecido un 19%, hasta superar la cifra de 56 instalaciones en 2020.
Un ejemplo de este crecimiento es Madrid, que ha presentado un índice de actividad muy elevado y se ha convertido en una región clave que acumula el 25% de este tipo de infraestructuras respecto a todas las ciudades del análisis, y 98.000 metros cuadrados de espacio de colocación en centros de datos en 2020.
Puntos de intercambio y cables submarinos
Además de los centros de datos, otro elemento clave para crear un nodo de referencia internacional son los puntos de intercambio de Internet, que funcionan como un enlace entre los distintos ecosistemas de interconexión. Así, el informe, apunta que el intercambio de datos ha cambiado drásticamente en Europa en los últimos 5 años, con un aumento de un 47% de los puntos desde 2016 en el sur del continente.
En este sentido, DE-CIX destaca que su instalación en Madrid se ha convertido en el mayor hub de interconexión neutro de la Península Ibérica en cuanto a número de redes. La compañía ampliará su apuesta por España con un próximo punto de intercambio en Barcelona.
Además, detalla que desde 2016 Madrid ha pasado de tener un tráfico casi exclusivamente europeo a ver cómo crecían sus conexiones con el norte de África hasta llegar a conformar el 10% de su tráfico total. De hecho, la conectividad con esta región ha crecido un 72%, y un 69% con Estados Unidos y Canadá. Por su parte, las redes locales españolas representan más del 60% de las conexiones de Madrid, a pesar de los datos de crecimiento a nivel internacional.
A todo esto se suma un aumento de la demanda por parte del ecosistema de redes de la nube por incrementar su conectividad con los mercados del sur de Europa. Mientras que en 2016 ninguno de los grandes proveedores de la nube había instalado regiones cloud en la zona, en 2020 ya había dos y en los próximos dos años habrá al menos ocho, de las cuales cuatro estarán ubicadas en España, teniendo en cuenta las futuras regiones de Amazon, Google, Microsoft y OVH.
Otro elemento que refuerza la posición del Sur de Europa en el mundo de Internet es que la región cada vez cuenta con más cables amarrados en sus playas, con conexiones hacia América, África, Oriente Medio y Asia. En concreto, actualmente cuenta con conexiones con 45 cables submarinos, diez de los cuales conectan con España y nueve con Portugal.
Asimismo, hay otros seis cables submarinos en proceso de despliegue, la mitad de los cuales llegarán a la Península: Grace Hopper a Bilbao, 2Africa a Barcelona y Lisboa, y Equiano a Lisboa.
Un hub internacional
"La Península Ibérica está preparada para hacer frente a la creciente demanda de interconexión y convertirse en un punto neurálgico para el tráfico procedente de América, África, Oriente Medio y Asia. La creciente sofisticación de las aplicaciones y los contenidos digitales requiere una infraestructura de interconexión lo más cerca posible de los usuarios finales", remarcó Ivo Ivanov, consejero delegado de DE-CIX International.
Por su parte, en un reciente encuentro con la prensa, Raquel Figueruelo, directora de marketing de Interxion, aseguró que a España le corresponde ocupar esta posición de hub digital del Sur de Europa como cuarta economía de la Unión Europea (UE) que es, aprovechando además la alta calidad de red que ofrecen los grandes despliegues de fibra realizados en España en los últimos años.
Sin embargo, apuntó que para ello es necesario multiplicar por siete la capacidad de centros de datos instalados para igualar Madrid con Londres y por 14 para que llegue al nivel de Ámsterdam. "Esto quiere decir que necesitamos inversiones de más de 1.680 millones, lo que llevará a su vez a un crecimiento del PIB y del empleo", incidió.
Unas inversiones que, para que se materialice cuanto antes, requiere que la administración pública agilice la concesión de licencias, simplifique los procesos y promocione la región para atraer a los inversores e impulsar el desarrollo de la economía digital.
Por su parte, Diego Matas, director de operaciones de EllaLink, recordó que durante muchos años España colgaba de Europa y las conexiones tenían que pasar por Reino Unido para llegar a Estados Unidos. Sin embargo, aseguró que la llegada de los cables submarinos a España está "cambiando el paradigma de esta estructura de las telecomunicaciones internacional".
"Esto hace que no solo no seamos un rincón de la red europea, sino que nos hayamos convertido en una región de tránsito", remarcó Mata. Además, añadió que una vez eres un punto de conexión "muy rápido", pasas a ser un "punto de contenido" que te permite exportar servicios digitales, lo que tiene un impacto en el PIB.