La automatización genera más empleos, pero de menor calidad, y hace desaparecer los salarios medios
El 50% de los encuestados por la Fundación Cotec creen que la robotización destruye más empleo del que crea, aunque los datos dicen lo contrario.
17 octubre, 2022 02:46En España existe una polarización salarial derivada del impacto de la robótica y la algoritmia, según ha afirmado Cristina Garmendia, presidenta de la Fundación COTEC, durante la presentación del anuario de la entidad, que aborda "la desigualdad derivada de la innovación y la innovación como herramienta en la lucha contra la desigualdad".
Durante el evento en el que se ha dado a conocer este informe, Garmendia ha explicado que, a la hora de hablar del impacto de las nuevas tecnologías en el empleo, el estudio que analiza la percepción de la población revela que el 50% está convencido de que la aplicación de tendencias como la IA o los algoritmos implica mayor destrucción de empleo del que se crea.
No obstante, la directiva ha precisado que lo cierto es que los datos demuestran lo contrario, ya que el uso de estas herramientas se traduce en un impacto "claramente positivo" a la hora de la formación de nuevas posiciones.
Aún así, Garmendia ha apuntado que estos datos no son definitivos, ya que el problema no es la cantidad, sino la calidad y ha señalado que, aunque hay una evolución positiva en la creación, también se aprecia una disminución de las retribuciones medias, en contraste con una subida de las bajas y de las altas. "Esta tendencia ya es una realidad que debemos entender y corregir", ha afirmado.
Una transformación de la naturaleza del empleo
La presidenta de la Fundación COTEC ha explicado que este escenario se correlaciona directamente con el ámbito educativo, ya que los beneficiados son aquellos empleados que tienen una mayor formación, mientras que las posiciones que acaban por destruirse con aquellas que no requieren de ella.
El género también incide en esta "transformación de la naturaleza del empleo", ya que, según apunta la directiva, aunque en las encuestas de percepción las mujeres afirman que se sienten menos formadas para hacer frente a un futuro automatizado, lo cierto es que "la realidad dice lo contrario". Así, señala que el trabajo que está tendiendo a desaparecer es el masculino.
Garmendia ha precisado que esto se produce porque, dado que el género femenino se ha visto asaltado por este sentimiento de no sentirse suficientemente preparado para este escenario, han decidido, tradicionalmente, apostar por seguir educándose en este campo de forma continua, lo que ha hecho que ocupen, mayoritariamente, posiciones que sufren menos con la robotización.
En concreto, ha señalado que todas las profesiones relacionadas con el mundo de la informática han afrontado un gran incremento, en contraste con las relativas a las industrias manufactureras. La representante de la Fundación Cotec ha apuntado que las relacionadas con la economía de los cuidados o las que tienen que ver con las actividades científicas o intelectuales también se han disparado.
Según ha afirmado, el 25% de las altas contabilizadas en el último año están relacionadas con el ámbito de la innovación.
Garmendia ha destacado la necesidad de invertir en políticas que favorezcan la disrupción, el empleo y, sobre todo, que garanticen una educación adecuada y accesible para todos.
La edad y la educación, claves para las competencias digitales
Joaquín Maudos, uno de los expertos de la red de Cotec, se ha mostrado totalmente de acuerdo con esta idea y ha señalado que la edad y la educación son, de hecho, dos de los factores que más determinan las probabilidades de tener competencias digitales.
Así, las personas con estudios universitarios tienen un 35% más de posibilidades de disponer de ellas frente a los que no han cursado educación superior y aquellas que se encuentren en el rango de 16 a 34 años un 25% que las de mayor edad.
Por su parte, Maudos ha precisado que la nacionalidad o el género no son variables determinantes, aunque sí lo es la territorial. Así, un 67% de los madrileños dispone de competencias digitales básicas o avanzadas, en contraste con un 52% de los gallegos.
Según ha explicado, a Madrid le siguen otras regiones como País Vasco, Navarra o Cataluña en disponer de un mayor porcentaje de habitantes con este tipo de conocimientos, lo que coincide con aquellas regiones "con mayor riqueza y productividad".
"Hay, por tanto, una correlación positiva casi perfecta entre el nivel de renta de una región y su nivel de competencias digitales", ha añadido el experto. "Si aspiramos a reducir las diferencias regionales en bienes, tenemos que reducir las diferencias regionales en competencias digitales".
Maudos ha concluido su intervención destacando la importancia de invertir en educación digital, poniendo el foco en los colectivos vulnerables y con efecto en toda la geografía española con el objetivo de reducir esas desigualdades entre territorios. Además, ha añadido que existe una oportunidad única, actualmente, gracias a los fondos europeos, una parte de los cuales tiene que ir destinado a esta vía.
"No todas las innovaciones cierran brechas"
Álvaro Ferrer, otro de los expertos de Cotec, también ha insistido en la importancia de invertir en la formación, con especial foco al alumnado más desfavorecido para evitar que salga del sistema educativo.
Ferrer ha puntualizado que no todo lo nuevo que se trae a este campo se debe entender como disrupción, sino aquello que tiene un valor real. "Todas las innovaciones no sirven para cerrar brechas", ha resumido.
Por su parte, Sandra Magro, también perteneciente a los expertos de Cotec, ha puesto el foco en la crisis climática y la necesidad avanzar en la innovación social y ambiental para hacer frente a la misma. "La tecnología no nos va a salvar", ha afirmado.
El rey Felipe VI ha sido el encargado de clausurar el evento con su intervención, en la que ha vuelto a destacar el papel de la disrupción a la hora de terminar con las desigualdades, pero también para generarlas y ha señalado la necesidad de trabajar en ideas que generen una mayor equidad y bienestar.