“Sí, tal vez [la Comisión Europea] debería hacer algo así”, responde Federico Menna a D+I - EL ESPAÑOL, a la pregunta de si sería necesaria una campaña de divulgación, no para educar en el uso, sino para informar a la ciudadanía sobre lo que es y lo que supone utilizar la inteligencia artificial, ahora demonizada y hasta señalada por expertos como un posible desencadenante de la extinción de la Humanidad.
“También deberían hacerlo los Estados miembros, porque, aunque el idioma de lo digital es el inglés, Europa es un continente muy diverso con muchas peculiaridades y Estados con sus propios idiomas. Sería bueno hacerlo en los lenguajes locales, para acercar a la gente a la tecnología. Es un asunto importante”, remacha Menna.
Federico Menna es el nuevo CEO de EIT Digital, la rama del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología especializada en los mundos virtuales.
Es el mayor ecosistema público-privado del continente dedicado a la promoción, innovación y educación en la digitalización, con unos 350 socios, desde startups, grandes empresas y entes públicos, hasta 60 universidades.
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Menna desempeña el cargo oficialmente desde el pasado mes de marzo, aunque en realidad asumió la tarea en funciones el pasado noviembre, relevando a Willem Jonker, líder de la organización durante 12 años que deja “un gran legado”.
El nuevo CEO, que ha desempeñado diferentes responsabilidades en EIT Digital desde 2015, reconoce a D+I que no se plantea grandes cambios de rumbo, al menos en los próximos dos años, para los que cuenta con sólidos compromisos de financiación (incluyendo los de la Comisión Europea), sobre una línea de actuación ya prevista.
“A partir de ese momento, la organización tendrá que tomar decisiones, considerando nuestros dos lados, el público y el comercial”, aventura.
Educación y regulación
Menna se puso de largo en la conferencia anual Grow Digital, celebrada en Bruselas, donde ejerció de maestro de ceremonias y conversó con D+I.
Fiel al espíritu que emana de la institución matriz, EIT, lleva siempre por delante las banderas de “la educación”, tanto de estudiantes, como en la mejora de conocimientos de profesionales.
Una de sus tareas es la promoción e impulso de nuevo proyectos en estado de startup o scaleup (para los que actúa como aceleradora e incluso como inversor); y la regulación y el desarrollo del nuevo fenómeno digital de moda, la inteligencia artificial, dentro de unos parámetros “centrados en el ser humano”.
Seguramente por eso, su primera respuesta sobre el momento de confusión que se vive en torno a la IA se orienta a los esfuerzos por “educar” en conocimientos técnicos no sólo a los profesionales, que pueden mejorar su actividad con ello, sino también “preparar en los conocimientos básicos a todos los niveles de la población”.
“También los ancianos necesitan saber lo elemental para la ciberseguridad de su móvil, o quizás su iPad. Que fácilmente pueden ser víctimas de phishing y ese tipo de cosas. Y lo mismo para los niños que usan un ordenador en la escuela. Pero no veo que estén enseñando ciberseguridad en primaria… Creo que la gente está usando bien [la tecnología] digital, pero debemos mejorar en eso”, añade Menna.
Pero, aclarado que la pregunta trataba de indagar en la aparición de un cierto clima social contra la IA, la respuesta cobra otro sentido: “Mejorar el conocimiento es importante, porque esas reacciones son causadas a menudo por la ignorancia. Lo que no se conoce, da miedo. Un ejemplo es que el gobierno italiano ha parado [prohibido] el uso de ChatGPT, de la noche a la mañana, hasta ver qué está pasando ahí”.
“Desde luego, necesitamos establecer un programa de divulgación, especialmente en estos momentos. Si pensábamos que lo digital avanzaba muy rápido, ahora va mucho más rápido. Asegurarnos de que la gente entiende la tecnología es crucial”, remarca.
24 oficinas ‘de proximidad’
Lo que sí asume es que EIT Digital ha de jugar un papel en ese desarrollo, asesorando a la Comisión Europea que, asegura, presta atención a su opinión experta: “Como organización financiada por Europa, tenemos un par de puntos de contacto importantes con la CE”.
“En vez de ser una organización basada tradicionalmente en un Estado concreto, o en Bruselas, nos diseminamos por los países y trabajamos con ellos, con las entidades locales, implicando a los ciudadanos”, explica Menna.
“Tras el covid, todo está online, pero vemos que la proximidad es todavía importante”, afirma el CEO, subrayando que en la actualidad EIT Digital cuenta con “21 oficinas en Europa” y está a punto de abrir la número 22 en Rumanía. A partir de octubre, inaugurará otras dos en Grecia, así serán 24, y a esto se añade “un hub en San Francisco”.
“Con nuestro ecosistema de socios y nuestra red hacemos innovación, actividades de emprendimiento y programas educativos”, detalla Menna. “Nuestra misión es llevar a los estudiantes desde el bachillerato hasta el emprendimiento, pasando por nuestros masters, para prepararlos en tecnología profunda e innovación”.
“Atraemos profesorado con talento y un profundo conocimiento de la tecnología, que además sabe cómo implementarla y aplicarla para resolver problemas reales de la sociedad y los retos de la economía. Así que pueden ayudar a los estudiantes a acercarse a la industria, o a construir y escalar sus propias compañías”, afirma.
Desde los estudios hasta el unicornio
Asevera que con su programa “Corporate Open Innovation”, conectan a las empresas con los inversores y apoyan su crecimiento. Y, añade: “Nos gusta decir que apoyamos [al joven] desde los estudios hasta el unicornio. Pero también a emprendedores, startups, scaleups y empresas, que pueden unirse a nuestro impulso desde cualquier nivel”.
En cuanto a la trayectoria innovadora propia de EIT Digital, dice: “En los últimos dos años hemos atraído proyectos por valor de unos 200 millones. En el programa Horizon Europa tienes que proponer diez para conseguir tal vez uno. A nosotros nos han adjudicado seis, desde el comienzo, y tenemos otros 20 en fase de evaluación”.
“Por ejemplo, en enero empezamos un programa de entrenamiento [de empleados] para las pymes. Además, en el ecosistema europeo de innovación hay muchas peticiones para conectar a los innovadores moderados con los innovadores potentes, a nivel de países”, prosigue.
“Así que hemos construido 15 consorcios para conectar el Oeste de Europa con el Este y el Sur con el Norte, movilizando innovación y programas educativos que conectan esos ecosistemas. Y está dando resultado. Vamos a intensificarlo”.
Además, Menna añade a los logros recientes un acuerdo “con el Banco Central Europeo, para darle entrenamiento en la exploración de nuevos servicios, que es un negocio en el que no habíamos estado antes del año pasado. Así que estamos apostando por ello, incluyendo mejorar nuestra propia capacidad para hacerlo”.
EIT Digital presume también de su capacidad para facilitar relaciones entre la industria y los legisladores. Menna lo llama “acercamiento entre makers y shapers”, una iniciativa puesta en pie en 2018. Asegura que su posición basa siempre las discusiones “en hechos” conocidos.
“Siempre tomamos escenarios muy concretos para poder decir ‘si cambias esto, esto es lo que va a pasar; y si mueves esto otro, esta será la consecuencia’. Tenemos reportes muy detallados y ejemplos muy precisos de posibles escenarios”.
Enseñar a montar en bicicleta
Del ecléctico ámbito en el que actúa EIT Digital dan cuenta las dos docenas de startups y empresas reunidas en la exposición del evento, con muy variados usos de tecnologías punta y dos casos, por opuestos, muy llamativos: la finlandesa Espoo Esbo y la irlandesa Size Wise.
En el primer caso, se trata de una actividad sorprendente: enseñar a montar en bicicleta, particularmente a adultos. En el stand se declaraban “los bichos raros” de la expo, invitados de parte de EIT Climate, porque ni utilizan una plataforma tecnológica ni nada por el estilo.
Eso sí, su actividad incluye un componente de descarbonización y otro de educación: “En nuestro país normalmente todos los adultos saben montar en bicicleta. Sin embargo, vienen muchos inmigrantes que en sus países no han tenido ocasión de aprender y así les ayudamos a usar ese medio de transporte”.
Todo lo contrario, Size Wise utiliza inteligencia artificial y machine learning de manera innovadora para medir con precisión milimétrica los pies de los niños y recomendar tallas de calzado.
Para ello se debe conectar con un móvil a su página web y usar la cámara para transmitir en vídeo el pie del infante sobre un folio blanco tamaño estándar din A4. Las dimensiones del papel, las posiciones de sus esquinas, sirven de referencia para el cálculo.
“Nuestra ambición es ayudar a mejorar la salud de los pies infantiles, a menudo perjudicada por usar tallas inadecuadas”, explican en la caseta.
El amigo americano
También juega EIT Digital un papel en la negociación entre las distintas visiones regulatorias de la UE y Estados Unidos, la relación entre los negocios de las tecnológicas y los datos privados de los usuarios.
Hace un par de semanas Menna asistió a una reunión en San Francisco en la que estaban presentes WhatsApp y Apple, argumentando sobre la seguridad del iPhone.
Comenta, como anécdota, que “en Union Square había un gran anuncio, por el que pagaron un montón de dinero, hablando de privacidad. Para ellos la privacidad es una funcionalidad, para nosotros, un derecho”.
“Nuestra visión está centrada en el ser humano, el consumidor está en el centro y las cosas se hacen si él quiere, sin imponerle una regulación”, añade.
“En las discusiones sobre la Data Governance Act queremos asegurarnos de que consumidores y empresas puedan intercambiar datos de manera segura. Pero en Estados Unidos inmediatamente piensan que eso es contra Amazon, Facebook y Google”.
Durante las dos jornadas del Grow Digital, también se ha hablado sobre geopolítica, con especial mención y expresión de solidaridad a Ucrania, víctima de la agresión rusa, que ha tenido un importante apoyo y sostén digital de Occidente, para mantenerse en pie.
Esa guerra en suelo europeo ha intensificado la necesidad de entendimiento entre Estados Unidos y la Unión Europea, como una comunidad de intereses.
Y, pese a las divergencias en el terreno de los negocios y la intimidad de los consumidores, Menna, aprecia que “la geopolítica nos dice que Europa y Estados Unidos tienen mucho en común, aunque haya diferencias en la regulación”.
Considera que hay motivo para “hacer equipo”, ante el riesgo de que lo que ambas potencias occidentales se resistan a hacer por ética y respeto al individuo (por ejemplo, en el campo de la IA), sí puedan llevarlo a cabo Rusia y China.
“Si trabajamos juntos es muy difícil que los otros nos superen. Y debemos hacerlo, porque creemos en los mismos valores”, valora Menna. “Pero aún así, no será fácil. Especialmente por China, que es enorme e invierte un montón de dinero en tecnología. Y además es ambivalente. Unas veces son amigos y otras, no”.