Fuentes de la Unión Europea desmienten a D+I - EL ESPAÑOL que el documento que se filtró hace unos días sobre la Ley Europea de Inteligencia Artificial sea el texto definitivo y, por ende, desestiman todos los cambios que introduce el escrito.
Según afirman dichas fuentes a este medio, lo único que se sabe hasta la fecha es que existe una primera versión de un documento, que no es definitivo ni oficial, derivado del trabajo técnico de los colegisladores a partir del acuerdo político provisional alcanzado el pasado 9 de diciembre durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea.
Este documento, en teoría, será refrendado por dichas instituciones europeas el próximo mes de febrero durante el llamado Comité de Representantes Permanentes (COREPER), compuesto por las personas designadas por cada uno de los estados miembros para personificar su posición ante la Unión Europea.
Las mismas fuentes cercanas a la UE señalan que, por definición y como resultado de un trabajo "técnico", el mencionado texto provisional no podrá alejarse o desviarse de los principios definidos durante el acuerdo político. Esto es, concretamente, lo que analizarán desde el COREPER en sus próximas reuniones, avanzan.
Esta práctica es la habitual en todos los expedientes legislativos impulsados por las autoridades comunitarias y, según insisten, el caso del Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial, no será una excepción.
El texto final se conocerá a finales de abril
Así, una vez que el Comité haya dado su aprobación, el Consejo de la Unión Europea, que actualmente está presidido por Bélgica tras la finalización del turno español el pasado 31 de diciembre, enviará una carta al Parlamento Europeo para que lo refrende también. De esta forma, se allanará el camino para un acuerdo entre ambas instituciones.
Tal y como explican las fuentes de la UE consultadas por este medio, este proceso se hace así para que los colegisladores verifiquen, cada uno por su lado, que el texto recoge de forma efectiva los compromisos políticos alcanzados durante el último trílogo y, por supuesto, que coincide con los mandatos con los que iniciaron las negociaciones.
Además, precisan que el texto filtrado que ha aparecido en la red social X (antes Twitter) no puede ser el documento final porque, tras la mencionada aprobación por ambas instituciones, el borrador de la ley deberá someterse a una meticulosa revisión, tanto legal como lingüística, que se extenderá hasta dos meses antes de que sea formalmente adoptada por el Consejo y por el Parlamento. Esto se espera, aproximadamente, para finales de abril de 2024, es decir, antes que acabe la actual legislatura.
Solo en ese momento, insisten, estará disponible la versión oficial del Reglamento, que se publicará en el EU’s Official Journal, el BOE europeo, tras la adopción formal de los colegisladores.