El impulso hacia la eficiencia energética en el diseño y funcionamiento de las instalaciones térmicas en edificaciones se ha convertido en un eje central en el desarrollo de nuevas tecnologías y prácticas constructivas. Fermín Subirés, director de Desarrollo Corporativo de Airzone en España, ofrece una perspectiva única sobre cómo estas exigencias están moldeando el panorama de la climatización en edificios residenciales y comerciales.
Según Subirés, uno de los cambios más significativos ha sido la aceptación de la aerotermia como energía renovable para la producción de agua caliente sanitaria (ACS), lo que ha influido en el diseño de las instalaciones. "En ese tipo de instalaciones, el fluido caloportador pasaba a ser el agua, y no el refrigerante", señala. Hablamos de un paso crucial para la integración de tecnologías más sostenibles en el sector de la climatización.
El control de las instalaciones térmicas para cumplir con las exigencias de eficiencia energética del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) también está transformando la forma en que se gestionan estas instalaciones. Subirés destaca que "la aplicación de una capa de regulación y control a la instalación afecta a la monitorización, autorregulación de temperaturas, zonificación, no considerando válido el control únicamente a nivel de vivienda, sino por estancias". Este enfoque más granular en el control permite un uso más eficiente de la energía y un mayor confort para los ocupantes.
Sin embargo, Subirés reconoce que la implementación de estas medidas enfrenta desafíos, especialmente en términos de cambio de mentalidad y claridad normativa. "Hasta ahora lo habitual era poner en marcha o apagar todo el sistema de climatización con un termostato en el salón", señala, destacando la necesidad de adoptar un enfoque más sofisticado y personalizado en el control de la climatización.
La zonificación emerge como una solución clave para optimizar la eficiencia energética y el confort en diferentes áreas dentro de un edificio. Subirés explica que "el adecuarnos a la potencia necesaria en cada momento en cada zona, no solo permite la reducción del consumo, sino la reducción de la potencia instalada". Este enfoque modular no solo reduce el consumo de energía, sino que también permite la instalación de equipos más pequeños y eficientes.
La innovación en la zonificación de la climatización también está contribuyendo a mejorar la calidad del aire interior y reducir la huella ambiental de los edificios. Subirés destaca que "aprovechamos el sistema de climatización para purificar el aire y eliminar las partículas en suspensión, con ello bacterias, virus y polen". Esta integración de tecnologías de purificación del aire en los sistemas de climatización representa un avance significativo hacia ambientes interiores más saludables y sostenibles.
En términos de ahorro energético, Subirés destaca que la zonificación puede conducir a ahorros significativos, llegando hasta el 30% en consumo de energía. Además, señala que "recentemente hemos realizado un estudio sobre el impacto que habría tenido el cumplimiento del RITE, si se hubiesen zonificado todas aquellas máquinas de conductos susceptibles de zonificar en un año, esto supondría el ahorro equivalente al consumo eléctrico de 1.700 hogares". Estas cifras subrayan el potencial impacto positivo de la zonificación en la eficiencia energética a nivel nacional.