La fabricación aditiva atraviesa uno de los momentos más decisivos de su historia en medio de una economía, cada día más digital y tecnológica a escala global, que está transformando los modelos productivos y desarrollos de todos los sectores.
Llamado a jugar un papel crucial en la consolidación de la Industria 4.0, este sector, que tiene en Cataluña su palanca en España con el sólido ecosistema de DFactory, lucha por superar el peso minoritario que ha tenido hasta la fecha frente a otras tecnologías más tradicionales en la industria.
España goza de fortalezas para avanzar y convertirse en un referente, pero el escenario actual, agitado por la rapidez que confiere la ola de la inteligencia artificial y el reposicionamiento de los actores protagonistas a escala global, exige mover ficha.
Los expertos ya alertan de que ha llegado la hora de aliarse o evolucionar hacia una "hibridización con tecnologías más tradicionales" si se quiere abandonar esa posición residual, mientras la "evangelización" sobre los beneficios de esta industria, en concreto de la impresión 3D, penetra en el grueso de la industria.
DISRUPTORES-EL ESPAÑOL conversa con expertos y representantes de la fabricación aditiva en España para describir la foto fija en España. Y la lectura tiene, como casi todo cuando se habla de tecnología, sus luces, pero también sus sombras.
Las ventajas del nuevo sistema de fabricación que facilita la impresión 3D pasan por "la mayor velocidad de producción y la eficiencia; se utilizan menos materiales y hay más personalización. Al final, se ahorra tiempo y dinero", explica en conversación con esta redacción Óscar Barranco, director de Advanced Manufacturing Madrid, principal feria del sector del metal, robótica y composición aditiva.
En este escenario, Barranco está convencido de que "España se posiciona como un referente internacional a través de diferentes hubs de la innovación y el más importante está en Cataluña", añade.
Aliada ante la tensión de la cadena de suministro
La mayor capacidad de respuesta ante las fluctuaciones de la cadena de suministro -que desgraciadamente ha sufrido el conjunto de la economía en los últimos años- es otro de los puntos fuertes de esta industria.
"Estas empresas de fabricación aditiva permiten a la industria ser más autónoma y depender menos de proveedores globales, algo crucial para ser competitivos", incide el experto.
Barranco está convencido de que en un "plazo razonable" y "si mejoramos la capacitación y la formación de los profesionales", "tendremos una posición dentro de Europa muy importante".
Y ¿qué lectura hacen las empresas? El CEO de Meltio, Ángel Llavero, coincide con el experto en la idoneidad de España para ser un referente en fabricación aditiva.
"Para mí España es el sitio más competitivo del planeta para instaurar la nueva industria de fabricación avanzada, de fabricación de hardware que se está desarrollando en el planeta", relata a DISRUPTORES-EL ESPAÑOL.
Meltio es una empresa de tecnología basada en la fabricación de piezas y reparación de piezas de metal con sede en Linares (Jaén) que está posicionándose en este sector dentro y fuera de nuestras fronteras.
Pero alerta: "Estamos en este punto de inflexión donde la fabricación aditiva tiene dos caminos; o demostrar al sector industrial que es una tecnología con capacidad para ser protagonista en los procesos de fabricación o quedarse como una tecnología complementaria residual que complemente pequeños talleres de prototipado".
Llavero aboga, en este sentido, por una convivencia entre la fabricación aditiva y otras tecnologías tradicionales.
'Hibridación' de tecnologías
"Tenemos que buscar la manera de hibridar ambas tecnologías; nuevas y tradicionales. Con ello obtendremos nuevos métodos de fabricación y procesos que nos hagan ser especialmente competitivos y eficientes".
Para el industrial, ese es el gran reto de la fabricación aditiva, una meta que, a su juicio, está cerca.
"Y lo está porque en los últimos años han sido numerosas las fases piloto que han ido avanzando. Más del 70% de las empresas que adquieren nuevas tecnologías no pasan de la fase de prototipo, de la fase piloto".
"Es muy importante que las nuevas tecnologías, cuando hagamos el esfuerzo de implementarlo en un negocio, en una industria, hacerlo desde el inicio con la perspectiva de su industrialización. Si no, nos vamos a quedar como los últimos 20-25 años donde han sido tecnologías completamente residuales", concluye Llavero.
Formación y apoyo público: los grandes desafíos
La profunda transformación de los procesos productivos que conlleva esta propuesta tiene en el talento otro de sus grandes retos.
Así lo defiende Miquel Olivé, director de ventas en Iberia de HP 3D Printing. ""Vemos que hay algunas universidades técnicas que ya se están poniendo recursos en materia de formación de sus ingenieros e ingenieras. Pero todavía queda mucho por hacer en la línea educativa si queremos posicionarnos como un país a la vanguardia del ecosistema de fabricación aditiva".
Cabe destacar que la solución de impresión 3D de HP está centrada en el área de la fabricación aditiva o impresión 3D industrial, con un enfoque en la producción de piezas funcionales a gran escala para sectores como automoción, salud, bienes de consumo y manufactura industrial.
Y pone el foco en otro de los grandes retos que atraviesa el sector de la fabricación aditiva en España: la necesidad de un mayor respaldo de la Administración pública.
"La aportación de las instituciones públicas ayudaría a dar el impulso necesario en la fabricación Aditiva. Países como Italia nos han avanzado enormemente por la involucración de los estamentos públicos. Cualquier cambio necesita impulso y adopción", incide.
En cualquier caso, Olivé destaca que la impresión 3D tendrá un impacto transformador en múltiples sectores en los próximos años, "contribuyendo a la sostenibilidad, la innovación y la resiliencia industrial".
"La impresión 3D tendrá un impacto transformador en múltiples sectores en los próximos años, contribuyendo a la sostenibilidad, la innovación y la resiliencia industrial"
En un contexto global, la capacidad de la impresión 3D para abordar problemas como el cambio climático, la inestabilidad de las cadenas de suministro y la demanda de personalización masiva la convertirá en un pilar clave de la industria, según argumenta.
Llegados a este punto, Olivé coincide con el resto de fuentes consultadas en que España, con su apuesta creciente por la industria 4.0 y la fabricación avanzada, tiene el potencial de posicionarse como un líder en impresión 3D, "si sigue invirtiendo en I+D y acelerando la adopción tecnológica".
Desde Ineo Prototipos, su CEO, Raúl Aguilera suma nuevos argumentos para el optimismo.
"La innovación del sector vendrá por la oferta de nuevos materiales más técnicos y dirigidos a un mayor número de sectores y aplicaciones específicas. Las empresas que ofrezcan servicio de impresión 3D deberán adaptarse a las necesidades y demandas de la industria".
Y añade: "Será más necesario que nunca ser competitivos y diferenciales en un mercado global donde competimos directamente con el resto del mundo".
Ineo Prototipos, con casi 25 años de trayectoria, se dirige al sector industrial, básicamente a aquellas empresas que disponen de un departamento de I+D+I. Atiende su necesidad de verificar que los desarrollos que realizan son correctos y adecuados para su industrialización. Asimismo, está especializada en la fabricación de series cortas de piezas impresas en 3D y otras tecnologías.
El papel conservador de la industria española
Sin embargo, hay aspectos que conviene tener en cuenta hacia la consolidación de la impresión 3D en España. Adrián Estaún, director de la Línea de Negocio 3D de Grupo Solitium, pone algunos más sobre la mesa.
El industrial reconoce que la posición de España en el mercado del 3D está en línea con su potencia industrial, aunque "en algunas tecnologías está cogiendo posiciones por encima de mercados tan fuertes como Reino Unido o Francia".
Aún así, Estaún avisa: "La industria española, en general, es muy conservadora y siempre ha habido una notable barrera para el cambio, sobre todo porque cuando las cosas funcionan bien de una manera siempre se piensa para qué cambiar".
Y sentencia: "La tecnología se acabará imponiendo en la industria como una herramienta más que facilite a las empresas la posibilidad de hacer las cosas de otra manera, de forma más rentable, e incluso, acometer aspectos que hasta ahora eran imposibles".
El regreso de la producción a España y Europa
El futuro se presenta apasionante para este sector. Con todo su potencial, pero también con grandes retos que superar, como acelerar en el proceso de 'evangelización'.
"Todavía hoy en día me encuentro con clientes que se sorprenden cuando les demuestras que con esta tecnología puedes solucionar muchos de los problemas que tienen", esgrime Estaún.
Así que, sin caer en la autocomplacencia, mejor ver el vaso medio lleno: "El futuro es alentador, las posturas de muchas empresas de volver a trasladar la fabricación a España y Europa hace que este tipo de tecnologías tengan un futuro muy próspero", concluye el responsable de Grupo Solitium. El punto de inflexión es ahora. El resultado, no tardaremos en conocerlo.