Mercado Libre, nacida en Argentina y cotizando en Estados Unidos, es uno de los pilares de Internet en América Latina. No solo revolucionó la forma de vender, también los envíos y los pagos. Su impacto solo es equivalente al de Rappi, Ualá o Dlocal.
En las últimas semanas están despuntado startups que renueva la experiencia de compra o partes del proceso. En Perú, por ejemplo, Zabio, una empresa enmarcada dentro del sector foodtech, está buscando sustitutos a alimentos que no colaboran para frenar el cambio climático. Explora cómo crear alimentos que los reemplacen. La española Grifols, farmaceútica, se ha aliado con Google Cloud en la región para usar inteligencia artificial en la búsqueda de nuevos medicamentos a la vez que buscan candidatos para ensayos con métodos de selección y cribado innovadores.
El real estate, bienes raíces como dicen en México, o sector inmobiliario, como decimos en España, es uno de los que más capital recibe en América Latina. Loft Group, nacida en Brasil, acaba de recibir 100 millones de dólares de inversión de un fondo soberano de Oriente Medio para expandir sus productos y servicios digitales.
Vetalia, dedicada a las mascotas, con sede en México, arraca como servicios veterinarios a distancia. Lo ven como la punta de lanza a ofrecer más servicios para mascotas online, desde productos a cuidados de todo tipo, en toda América Latina.
La logística da un paso más con la adquisición de Ditucí por parte de Grupo Central. Hasta ahora se dedicadan a las dark kitchens y tiendas fantasma que sirven a empresas de entrega rápida. Con esta integración, aspiran a captar más clientes tecnológicos.
Una bicicleta para América Latina
Marcelo Claure, hasta hace poco lider de Softbank en la región y uno de los perfiles más relevantes del panorama tecnológico no solo en Miami, sino en toda la región, ha vuelto al ruedo. Pasó de emprendedor a ejecutivo de Sprint/T-Mobile, para después impulsar las grandes inversores del gigante japonés en el continente.
Claure pedía más capital, más velocidad, más relevancia. No se lo daban. Se fue y fundó Bicycle Capital, junto a Shu Nyata, uno de sus grandes aliados en el período en Softbank.
Nace con 500 millones de dólares como capital comprometido inicialmente, pero dejan claro que es solo el comienzo. Ambos inversores, atípicos y enamorados de la región, uno por haber nacido en Bolivia y conocerlo bien, otro por venir de Kenya y sentir que todo está por hacer, quieren ir más allá de la logística, ventas o fintech. Infraestructura, salud, educación, agro…