Tras años de debate sobre si el hidrógeno se convertirá en una de las fuentes energéticas del futuro o si, por el contrario, no ayudará a reducir las emisiones de carbono, la administración del presidente demócrata Joe Biden ha enviado un mensaje muy claro: el hidrógeno desempeñará un papel crucial en las próximas décadas.
El gobierno estadounidense anunció esta semana una inversión clave de 7.000 millones de dólares en proyectos destinados a impulsar la producción de hidrógeno. Según Estados Unidos, el hidrógeno es fundamental para alcanzar el objetivo de neutralidad de carbono para el año 2050.
El objetivo es establecer siete centros en todo el país para producir suficiente hidrógeno y empezar a reemplazar los combustibles fósiles como el carbón y el petróleo. Este hidrógeno se utilizará como fuente de energía en fábricas y vehículos, principalmente.
La Alianza para Sistemas de Energías Renovables y Limpia de Hidrógeno en California ha recibido 1.200 millones de dólares para el desarrollo y producción de hidrógeno a partir de energía renovable y biomasa.
Gavin Newsom, el gobernador demócrata del estado, afirmó que el hidrógeno será clave en la descarbonización del transporte público y de los puertos.
Sin embargo, no es una solución perfecta. Su producción requiere grandes cantidades de energía, lo que podría generar aún más carbono.
El uso de hidrógeno sólo tendría sentido si se obtiene la certificación "verde". Esto implica que debe producirse a partir de excedentes de energías renovables, lo que hace que el método de producción sea más costoso.
La producción más común en la actualidad es la de hidrógeno gris, que se crea a partir del gas natural y del metano. Durante este proceso, no se captura el dióxido de carbono generado, a diferencia del hidrógeno azul, el que sí se capturan los gases contaminantes.
California asegura que esta inversión será efectiva y permitirá reducir hasta dos millones de toneladas métricas de emisiones de carbono al año, lo que equivale a la contaminación generada por 445.000 coches de gasolina cada año.
Esta gran inversión en el estado emprendedor podría crear hasta 90.000 puestos de trabajo de manera permanente y mejorar la salud de los californianos.
Adobe y la inteligencia artificial
La semana pasada Adobe dio un giro radical a su software que, a partir de ahora, apostará más fuerte que nunca por la inteligencia artificial.
Los asistentes a la conferencia MAX en Los Ángeles, organizada por la compañía, se quedaron atónitos cuando fueron testigos de las novedades que traerán aplicaciones como Premiere y Photoshop.
Durante los últimos meses, los usuarios de Adobe han podido jugar con la “inteligencia artificial generativa”, una herramienta capaz de rellenar automáticamente huecos de una imagen con cualquier comando dictado por el usuario. Si, por ejemplo, se cuenta con una imagen con un cielo nublado, Photoshop podrá reemplazar el cielo por otro soleado en cuestión de segundos y con una eficacia asombrosa.
Lo que más asombró a los asistentes de la conferencia MAX fue ver, en tiempo real, cómo la misma tecnología ha sido trasladada al vídeo. ¿Hay un grupo de personas en el fondo que el usuario desea eliminar de su toma? Premiere se encargará de ello en un abrir y cerrar de ojos.
El Proyecto Primrose también vio la luz en la conferencia: se trata de un vestido que puede cambiar de diseño en tan sólo un segundo. Esta promete convertirse en una herramienta revolucionaria para los diseñadores y los artistas gráficos.
Silicon Beach y Silicon Valley dejan claro, una vez más, que si no estás subido al tren bala de la inteligencia artificial, te quedas atrás.
La inversión en Latinoamérica
Los datos de inversión del tercer trimestre del año traen consigo algo de optimismo: las startups de etapa avanzada lograron recaudar casi 700 millones de dólares en financiación. Sin embargo, las startups en etapa presemilla y semilla no tuvieron tanta suerte, ya que sus cifras no han logrado recuperarse de las caídas generalizadas experimentadas a lo largo del 2023.
Los inversores se arriesgan menos y están apostando por proyectos más asentados. Todavía estamos lejos de ver las cifras de 2021, momento en el que se vivió una época dorada de inversión en la región latinoamericana.