La tecnología alcanza su plenitud cuando contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas y a salvar las barreras sociales y económicas que impiden disfrutar de una sociedad más justa e igualitaria. Ese propósito da sentido a los desarrollos más punteros y la investigación que ven la luz en los laboratorios.
Esta máxima es, en el vertical ehealth, la verdadera razón de ser de proyectos disruptores que brindan una oportunidad a aquellas personas que tienen más difícil acceder a los beneficios de la ciencia y la investigación.
La startup columbiana Soy Julieta tiende la mano a aquellas mujeres que sufren cáncer de mama -o lo padecerán en el futuro- y que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad, al no disponer de mamágrafos en su entorno más cercano, lo que reduce significativiamente la posibildiad de una detección precoz y un acceso temprano a los tratamientos.
El factor tiempo determina en muchos casos la vida o la muerte de la paciente. Y es que el cáncer de mama no es una enfermedad más para las mujeres. Afecta cada año a una de cada seis mujeres en el mundo, unos dos millones de personas. En 2022 causó la muerte a 685.000 personas.
"Durante el proyecto universitario nos encontramos con una realidad aterradora. El cáncer de mama tiene una tasa de supervivencia superior al 90% cuando es diagnosticado en estadíos tempranos, pero a pesar de esta esperanzadora cifra, es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres en el mundo".
El cáncer de mama afecta cada año a una de cada seis mujeres en el mundo y en 2022 fue la causa de 685.000 muertes
Hablan para D+I las fundadoras de Soy Julieta, Valentina Agudelo y Cristina García. S proyecto acaba de recibir un espaldarazo definitivo al alzarse como ganador de los XXII Global eAwards de NTT DATA FOUNDATION, lo que conlleva una premio de 100.000 euros.
"Este aumento de mortalidad se da principalmente por la detección tardía que resulta de la falta de acceso a exámenes diagnósticos que, a pesar de ser excelentes alternativas de detección, tienen una disponibilidad muy limitada principalmente por sus altos costos de adquisición, los requerimientos de infraestructura y personal especializado, la exposición a radiación y la incomodidad en la experiencia del paciente", añaden las fundadoras.
Soy Julieta nace como un proyecto teórico universitario de un dispositivo portátil que podría detectar cáncer de mama y debe su particular nombre a la historia de Julieta Lanteri, una mujer argentina, médico de profesión y con una proyección pública.
Disruptiva en su época, fue la primera mujer en votar para elecciones presidenciales en Argentina. Dedicó su vida a eliminar brechas de género en política y de acceso en salud y se erigió como la fundadora de la primera versión de Médicos Sin Fronteras, iniciativa que busca llevar salud a lugares remotos.
La startup debe su nombre a la argentina Julieta Lanteri, primera mujer en ejercer el derecho al voto en las presidenciales que dedicó su vida a erradicar las brechas de género
"Decidimos que nuestro proyecto llevaría su nombre en honor a su labor disruptiva, vanguardista, valiente y rebelde. Soy Julieta representa lo mismo: mujeres a la vanguardia, con un propósito claro de eliminar barreras apalancadas de tecnología", indican Valentina Agudelo y Cristina García.
"Sabemos que adquirir hardware es un dolor de cabeza para los prestadores de salud y por eso diseñamos un modelo de negocio innovador en el que desprendemos a nuestro pagador del requerimiento de adquirir nuestro producto".
Control de dispositivos y de la información
De esta forma, sus dispositivos funcionan en un modelo de comodato, y el pago sólo se produce por lecturas realizadas por el dispositivo. De este modo se garantizan incentivos alineados con los prestadores en salud, pues únicamente tendrán un cobro si su dispositivo está siendo utilizado.
También permite mantener el control de los dispositivos para garantizar la calidad de los mismos, al tiempo que centraliza el proceso de lectura de las pruebas, realizándolas siempre desde su propia nube.
"Esto nos permite tener control de la información de nuestras pacientes para poder continuar aprendiendo de ellas y garantizar su seguridad y privacidad".
El dispositivo de Soy Julieta está entrenado con inteligencia artificial para realizar la prueba, interpretar la lectura y comunicar los resultados de manera automática y en tiempo real.
Gracias a su diseño pequeño e inalámbrico garantiza la portabilidad del dispositivo y la lectura es indolora, rápida -siete minutos- y sin exposición a radiación.
Y su salto cualitativo en favor del impacto social: el producto está diseñado para poder realizar lecturas en cualquier parte del mundo, tenga o no acceso a internet. "Nuestro compromiso era eliminar todas las barreras de acceso que existen hoy en día y eso es lo que hemos logrado".
El futuro es ambicioso para Soy Julieta, compañía que aspira a ser mucho más que una solución inteligente para la detección precoz del cáncer de mama y aspira a construir con una báse sólida una verdadera comunidad.
"Estaremos acompañando a las personas en todas las etapas de su salud con centros de detección y prevención, centros de investigación, centros de monitoreo de pacientes para su respectivo seguimiento y adherencia a su tratamiento y centros de educación y acompañamiento para crear una comunidad y apoyar desde el momento cero a las pacientes", argumentan.
Expansión internacional
De hecho, Soy Julieta aspira a dar el sato a nuevas soluciones para otras patologías gracias a su tecnología. "Adicionalmente, gracias a la data que recopilemos en zonas rurales, podrenos llegar a un mundo de posibilidades al que hoy en día muy pocas personas tienen ya que, por temas de acceso mencionados en el principio, son zonas desatendidas hasta el momento".
En cuanto a su expansión, una vez disponga de la aprobación del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) -entidad pública, de carácter científico y tecnológico, que opera en toda Colombia-, adscrito al Ministerio de Salud, Soy Julieta ampliará la homologación de los permisos en toda Latinoamérica, incluídos Brasil y México, además de Estados Unidos y Europa para así comenzar una comercialización global.
Una vez disponga de la aprobación de INVIMA, ampliará la homologación de permisos en toda Latinoamérica con EEUU y Europa en su radar
"Una vez logremos alcanzar estos mercados empezaremos a tocar las puertas en el mercado asiático", añaden las cofundadoras.
La incertidumbre es el compañero de viaje de toda startup. Soy Julieta bien lo sabe. Cuando recibió la noticia de que había resultado ganadora de los Global eAwards de NTT DATA FOUNDATION su situación económica pendía de un hilo e incluso se había aplicado recortes de sueldo.
Navegar en la incertidumbre
"Jorge, nuestro CDO, nos dijo que el equipo creía en el proyecto y que podían aguantar estos periodos de gracia", indican las fundadoras.
"Apenas bajé del escenario de los Global eAwards NTT Data Foundation llamé a Jorge y le dije a 'tenías razón en creer en el proyecto, acabamos de ganarnos los eAwards 2023 y recibimos un premio de 100.000 euros, parece que vamos a estar bien".
La generosa cuantía del premio ha caído como agua de mayo en la compañía emergente colombiana. Y, lo más importante: mantiene viva la esperanza de Valentina y Cristina por construir un acceso a la sanidad más igualitario. Seguro que Julieta Lanteri se siente orgullosa allá donde esté.