California, reconocido como epicentro de la innovación en Estados Unidos, está impulsando una transformación radical en la dinámica de las firmas de inversión. Con la nueva ley SB 54, estas entidades enfrentarán retos adicionales al intentar excluir a fundadores de startups pertenecientes a grupos minoritarios.
En la actualidad, el marco legal californiano prohíbe la discriminación por motivos de sexo, raza, color, religión, ascendencia, origen nacional, discapacidad, condición médica, información genética, estado civil, orientación sexual, ciudadanía, idioma y estado migratorio.
Gracias a la nueva ley, aprobada el mes pasado por el gobernador demócrata, Gavin Newsom, estos principios serán aplicados también, de manera indirecta, a las firmas de inversión. A partir de marzo de 2025, las empresas de capital de riesgo que operan en California deberán publicar un informe anual sobre la diversidad de los fundadores a los que apoyan.
El próximo año será clave, ya que los inversores tendrán que comenzar a adaptarse a la nueva normativa, que se aplicará a aquellas firmas que cuenten con sede en California o que realicen cualquier tipo de operaciones financieras en el estado. También afectará a firmas con inversores o inversiones en startups californianas.
Este gesto de la administración de Newsom demuestra el esfuerzo por reducir la considerable brecha de inversiones que afecta a las minorías étnicas y a las mujeres. Estos grupos solo reciben un 2% del capital total destinado a nuevas empresas.
Algunas compañías de inversión, como M13, ya están a la vanguardia, publicando informes de transparencia que reflejan sus esfuerzos por incluir a grupos minoritarios. A pesar de esto, la ley ha generado debate, con críticos argumentando que puede disuadir a las firmas de permanecer en California.
La Asociación Nacional de Capital Riesgo (NVCA, por sus siglas en inglés), afirma que la ley tendrá el efecto contrario al deseado, ya que podría dar lugar a que se reporten “datos engañosos y contraproducentes, lo cual tendría un impacto negativo en los esfuerzos por fomentar la diversidad, la equidad y la inclusión y al mismo tiempo crearían costos y riesgos innecesarios para las firmas de inversión de riesgo de California".
Promovida por un colectivo de legisladores, principalmente mujeres y personas de grupos minoritarios, la ley no busca imponer cuotas de inversión en grupos minoritarios, sino asegurar la transparencia en el sector. Las empresas que no cumplan con los informes de diversidad se exponen a sanciones.
California se posiciona una vez más como estado líder en legislación progresista, enviando un mensaje al resto del país. Illinois, entre otros estados, está considerando medidas similares.
Esta ley llega en un momento crítico, ya que las cifras apuntan a una desaceleración global que se extenderá durante los próximos meses. El mes pasado, la inversión global descendió a los 21.000 millones de dólares, lo cual representa un 24% menos comparado con octubre de 2022, cuando la inversión global en startups alcanzó los 28.000 millones de dólares.
La administración de Gavin Newsom es consciente de que la nueva ley no es perfecta y que hay margen para mejoras. Por eso, su equipo se dedicará a perfeccionar su lenguaje y estructura para reforzar el impacto positivo en la industria.
De esta manera, California se vuelve a perfilar como el estado que brinda más oportunidades a los inmigrantes. La nueva ley promueve el estado como el lugar idóneo donde innovar, aunque Newsom tendrá que seguir luchando para detener o amortiguar la marcha de grandes compañías a otros estados como Texas y Florida, donde la carga de impuestos a corporaciones es mucho menor.