Es uno de los nombres propios del sector fintech en Latinoamérica, una región donde Pomelo no para de crecer y donde este 2024 pisa el acelerador para instalarse en nuevos mercados como Chile y ganarse a pulso la candidatura a próximo unicornio en la región.
Sus 100 millones de dólares captados hasta la fecha -40 millones de ellos este año en una ronda liderada por Kaszek, el fondo de venture capital más grande de Latinoamérica- son una prueba fehaciente del interés que sus soluciones financieras para pagos con tarjeta despiertan entre otras fintechs, bancos y empresas inmersas en procesos de transformación digital.
Gastón Irigoyen, Hernán Corral y Juan Fantoni son los impulsores de la startup con sede en Buenos Aires, un proyecto disruptor que vio la luz en 2021.
Los tres emprendedores, procedentes del universo Endeavor y exejecutivos de Naranja X, Mercado Pago y Mastercard, trataron de dar respuesta con la creación de la compañía a su propia frustración en el sector fintech.
Tras distintos procesos de lanzamientos de productos al mercado, se percataron de que la industria de servicios financieros operaba sobre tecnología desarrollada hace más de 40 años. "Estaba obsoleta y fragmentada".
"Actualmente, las empresas de tecnología están transformando la industria, los unicornios suelen ser regionales, los usuarios tienen nuevos hábitos de consumo -por ejemplo, cambiando las sucursales por los teléfonos-, e incluso existen activos digitales como las criptomonedas que eran impensados décadas atrás. Por eso, esta nueva realidad requiere de una nueva infraestructura regional y moderna".
Habla para D+I Gastón Irigoyen, CEO y cofundador de Pomelo. "Nuestro principal objetivo es transformar la industria financiera con soluciones modernas para que, con una única integración, fintechs, bancos y empresas en proceso de transformación digital puedan lanzar y escalar sus tarjetas de crédito, débito o prepago en solo cuestión de semanas".
Una solución para expandir el negocio en varios países
La rapidez y la escalabilidad regional es la verdadera nota diferencial de Pomelo frente a otras propuestas en el mercado. Además, cuenta con tecnología modular que permite acompañar el crecimiento de cada compañía y exportar su propuesta de valor en cuestión de semanas.
Hay otro valor añadido que no debe pasarse por alto: "Es la primera vez que se construye una infraestructura regional que facilita que una misma empresa expanda su negocio fintech a múltiples mercados, a pesar de las diferentes jurisdicciones, regulaciones y hábitos de consumo de los usuarios locales".
"La gran diferencia entre Europa y Latinoamérica es que ustedes tienen un Banco Central y nosotros tenemos tantos como países. Eso significa que hay varios reguladores con distintas miradas sobre por dónde tiene que ir la regulación en materia financiera. Hay países más conservadores como México y otros más innovadores como Brasil", indica Irigoyen.
Pero ¿cuál es el perfil del cliente de Pomelo? Su modelo de negocio es B2B y cuenta con unas 120 empresas como clientes, con una preeminencia de compañías de tecnología entre ellas fintechs, pero también procedentes de otros sectores como el delivery, un caso que ejemplifica Rappi, el Glovo de México.
"Permitimos que la misma empresa expanda su negocio 'fintech' a múltiples mercados, pese a las diferentes jurisdicciones o regulaciones en cada país de Latinoamérica"
Por otra parte, Pomelo ha simplificado el pricing en la industria a través de los diferenciales de producto tales como: la rapidez, la escalabilidad, la transparencia, la personalización de las soluciones según las necesidades de los clientes, y la tecnología de punta y de fácil implementación.
Además, cuentan con seguridad certificada, "poseemos los más altos estándares de seguridad y certificaciones que nos respaldan".
Duplicar el negocio en 2024: el gran reto
Esta solidez tecnológica les permitió en 2023 multiplicar por siete el volumen de pagos, y alcanzar una capacidad de procesamiento de 55 millones de transacciones diarias, fortaleciendo así sus alianzas estratégicas con Mastercard y Visa en todos los países en los que opera.
La compañía porteña afronta este 2024 un arduo proceso de expansión dentro de la región con la apertura de nuevas operaciones en Chile, "el sexto país dentro del roadmap en Latam y donde tenemos planeada una inversión relevante", anuncia el CEO.
A su vez, Pomelo continúa consolidándose, en concreto, en Argentina, Brasil, Colombia, México y Perú para alcanzar un ambicioso objetivo al término de 2024: duplicar el tamaño del negocio en 2024 y continuar invirtiendo en tecnología disruptiva que transforme los pagos con tarjetas en toda la región.
En su corta, pero prolífera trayectoria, Pomelo contempla hitos destacables como la autorización de operación como Institución de Pagos por parte del Banco Central de Brasil y los premios recibidos durante 2023.
Entre ellos, se encuentra el Founders Games Webit 2023 de Davos, el Most Innovative Financial Technology Companies Globally 2023 by Global Finance, el Premio a la innovación Visa y La Nación 2023 y el Mastercard Engage Excellence Awards 2023 (Growth Champion).
Nada de ello sería posible sin el equipo humano que refuerza su propuesta disruptora y tecnológica, compuesto por 265 personas. "Tenemos un equipo multidisciplinario, técnico, proveniente de empresas relevantes de la industria fintech y banca a nivel internacional, con amplio expertise y knowknow".
¿Próximo unicornio?
En sus tres años de andadura y tras la recaudación de inversión lograda, Pomelo empieza a sonar como uno de esos próximos unicornios que fructificarán en Latinoamérica en los próximos años.
Su CEO reconoce que el objetivo de la fintech, aquella frustración que motivó la génesis del proyecto para poder operar en varios mercados desde una única integración de servicios financieros, está más cerca.
"No lo hemos logrado todavía, pero estamos en vías. Eso es lo más importante para nosotros", concluye el responsable de la startup argentina.