Desde la pandemia, en Estados Unidos se ha hablado constantemente de la escasez de mano de obra para cubrir trabajos repetitivos y pagados con el sueldo mínimo de cada estado. Cadenas de comida rápida, restaurantes, residencias de personas mayores y el sector de la agricultura se enfrentan a problemas para dar con profesionales dispuestos a aceptar estos sueldos.
El sueldo mínimo no ha crecido al ritmo de la inflación y éste es uno de los principales retos a los que el mundo corporativo del país norteamericano se enfrenta. ¿La solución? No, no es subir el sueldo mínimo (a no ser que una nueva ley les obligue). Las grandes corporaciones han optado por sustituir estos puestos de trabajo con robots.
Miso Robotics, en Los Ángeles, sustituye a chefs en las fogatas con robots que combinan el aprendizaje automático con la visión computarizada. Las patrullas de policías en Nueva York han sido reforzadas con robots. La falta de trabajadores en el campo se suple con tecnología capaz de recoger una manzana por segundo.
Hasta ahora, ha existido un enfoque fuerte en el desarrollo de robots para otras industrias, pero poco a poco, los androides comenzarán a llegar también a nuestros hogares.
El Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del Instituto de Tecnología de Massachusetts fue uno de los pioneros en introducir la figura del robot en el hogar. Su famoso invento, la Roomba, supera los dos millones de unidades vendidas cada año.
El éxito de estas aspiradoras automáticas captó el interés de Amazon, que el año pasado mostró su disposición para adquirir iRobot, la empresa responsable de Roomba. De esta manera, Amazon quería ampliar su oferta en el departamento de domótica. Sin embargo, la compañía tuvo que desechar la idea en enero de este año por el posible veto de la Unión Europea y sus fuertes regulaciones antimonopolio.
No obstante, ésta hubiera sido la única incursión de Amazon dentro de este departamento. Hace tres años lanzó el robot Astro, que se desplaza por el hogar con ruedas y es capaz de responder a cualquier comando de Alexa. Por su parte, Tesla desarrolla el Optimus Gen 2, que entraría en producción a lo largo de este año.
Apple también busca asegurar su posición en el mercado de la robótica, una decisión que llega tras abandonar proyectos significativos como el desarrollo de su vehículo eléctrico y la creación de pantallas propias para el Apple Watch. Ahora, la compañía se orienta hacia el ámbito de la robótica de consumo.
Según el medio estadounidense Bloomberg, Apple se halla en las etapas preliminares de investigación y desarrollo de robots domésticos. La visión de la empresa incluye la creación de un androide que pueda acompañar al usuario por el hogar, además de un innovador robot de mesa diseñado para ajustar su pantalla automáticamente hacia la posición del usuario, mejorando así la interactividad con el mismo.
Si algo nos ha enseñado Silicon Valley en las dos últimas décadas, es que ésta es una oportunidad única para el ecosistema de startups. Aquellas empresas emergentes que ya llevan años invirtiendo en tecnología y acumulando patentes relevantes se encuentran en una posición privilegiada para colaborar o pavimentar el camino hacia el éxito en la colaboración con gigantes tecnológicos como Apple.
Hemos sido testigos de este mismo fenómeno con la inteligencia artificial. Desde su explosión, Apple no ha escatimado en gastos para ponerse a la altura de sus competidores. La empresa ha liderado el mercado en la adquisición de startups enfocadas en el desarrollo de la inteligencia artificial, con un total de 32 empresas adquiridas solo en 2023.
La última fue la startup canadiense DarwinAI, cuya adquisición se completó a principios de año. DarwinAI logró captar más de 15 millones de dólares en financiación en 2022.