Atravesamos un momento histórico en el que somos testigos del gran despliegue de la inteligencia artificial en todo tipo de ámbitos. Cada vez es mayor el número de compañías que adoptan la tecnología y esto desemboca en un par de retos.
El primero de estos retos es la rápida adopción y expansión de la inteligencia artificial, que está generando serios desafíos para la política internacional en su intento de regular su uso de manera efectiva. Hay una urgencia palpable en determinar las medidas adecuadas para asegurar que esta tecnología no amenace cientos de miles de empleos ni la supervivencia de la humanidad.
El segundo es el consumo energético ligado a los centros de datos encargados de procesar su demanda.
El primer reto, por el momento, queda en manos de políticos y especialistas, mientras que el segundo representa tanto una oportunidad para los emprendedores como una amenaza latente.
La pista la encontramos en una de las inversiones recientes de Sam Altman, CEO de OpenAI, quien junto con las firmas de inversión a16z, Atomic, han desembolsado 20 millones de dólares en la empresa estadounidense Exowatt, fundada tan solo hace un año.
Exowatt es una startup que desarrolla módulos de almacenamiento de energía y produce electricidad para centros de datos de inteligencia artificial. Sus módulos, de grandes proporciones, convierten la energía solar en electricidad de manera directa. La energía resultante se puede preservar durante un periodo de 24 horas.
Los contenedores de Exowatt almacenan calor en vez de electricidad, lo que le permite reducir, de manera considerable, los costes de operación frente al uso de las baterías electroquímicas. De esta manera también se elimina la dependencia de los materiales naturales raros típicos de las baterías de almacenamiento energético.
La tecnología desarrollada por Exowatt presenta un ahorro potencial de miles de millones de dólares en consumo energético a empresas como OpenAI, ya que genera electricidad a un precio menor. La producción de sus contenedores de energía es tan sencilla, que estarán operativos a lo largo de este mismo año, según representantes de la startup.
Un informe reciente de la Agencia Internacional de Energía asegura que los centros de datos, y la explotación de criptomonedas consumieron un 2% de la energía mundial en 2022. Se prevé que esta cifra se duplique en 2026, subrayando la urgente necesidad de encontrar soluciones que puedan satisfacer el creciente consumo energético a medida que emergen nuevos actores en el sector.
El 2% del consumo global de energía es significativo. Para ponerlo en contexto, el 4% del consumo energético mundial equivale a la cantidad de energía que Japón utiliza en un año completo.
Otra cifra impactante: si ChatGPT llegase a procesar 9.000 millones de solicitudes en un solo día, su demanda energética equivaldría a la de 1.5 millones de ciudadanos de la Unión Europea.
El voraz apetito de la inteligencia artificial supone todo un desafío, pero Exowatt muestra el camino a otras startups que buscan maneras de innovar en este espacio.
No obstante, los centros de procesamiento de inteligencia artificial no pueden sobrevivir a base de energía renovables, ya que requieren de una fuente de alimentación continua.
Éste es el principal motivo que despierta de nuevo el interés por las centrales nucleares. Tras dos décadas en las que los gobiernos marcaron distancia con el consumo nuclear, la llegada de la inteligencia artificial ha cambiado los planes de manera radical.
El desastre en la central nuclear de Fukushima, después del terremoto y el tsunami que azotaron la costa de Japón en 2011, llevaron a los líderes mundiales a replantearse la construcción de nuevas centrales nucleares. La expansión de la energía renovable también supuso un duro revés para la energía nuclear. Sin embargo, ahora la energía nuclear se alza como un candidato sólido para dar respuesta a la demanda de los centros de datos.
La gran pregunta es: ¿logrará el ecosistema de startups aportar soluciones durables a la alta demanda de consumo energético de la inteligencia artificial o presenciaremos un nuevo auge de las centrales nucleares?