Si California fuera un país, su economía lograría situarse en el quinto puesto entre las más poderosas del mundo. La economía del estado es la más grande de Estados Unidos, con un producto estatal bruto de 3,89 billones de dólares en 2023. 

Apodado "el estado dorado" por los exploradores que llegaron durante la fiebre del oro, California se ha transformado en el centro energético del país. Es una nueva fiebre dorada, pero esta vez impulsada por el sol.

En estos momentos, California y China lideran el panorama internacional de instalación de baterías gigantescas para el almacenamiento de la energía solar. Según un reportaje del ‘New York Times’, el pasado 30 de abril las baterías instaladas por el estado lograron proporcionar una quinta parte de la electricidad consumida entre las 7 y las 10 de la noche.  

La potencia de la electricidad generada por la energía solar fue tal, que equivaldría a la misma creada por siete reactores nucleares. Es un avance importante que se produce en un momento de inflexión. El auge de la inteligencia artificial conlleva un aumento considerable de la demanda energética.  

Lo logrado el pasado 30 de abril es un hecho histórico y demuestra el compromiso de la región con las energías renovables. Las baterías de almacenamiento han sido la solución a un problema aparentemente sencillo: el estado era capaz de proporcionar energía solar durante el día, pero su consumo se desplomaba por las noches porque, simplemente, no había manera eficiente de almacenar los excedentes producidos por la energía solar

Esto cambió en 2020, momento en el que California comenzó a expandir la instalación de las baterías de almacenamiento. La tecnología ha avanzado a gran velocidad, algo que también se ha visto plasmado en otros sectores, como el de los coches eléctricos. Otro ejemplo más común es el de las baterías de litio que usamos en el día a día en nuestros smartphones y que cada año tienden a mejorar su rendimiento.

En un estado azotado por el cambio climático y una temporada de incendios que se expande desde abril hasta octubre, la energía solar es clave para luchar contra los apagones eléctricos que suelen tener lugar durante las olas de calor.

A pesar de que California todavía obtiene un 40% de la electricidad a partir del gas natural, una cifra elevada que ha disminuido en los últimos meses, su gobierno demócrata tiene la misión de alcanzar la neutralidad de carbón para el año 2045.

Otro problema al que se enfrenta la energía solar en el estado es la llegada del invierno. Las baterías actuales no cuentan con la tecnología para almacenar electricidad durante meses, un problema que varias startups de norteamérica están intentando resolver.

El movimiento a favor de la neutralización del carbón está generando una nueva revolución industrial con oportunidades únicas para la innovación. Una de las últimas grandes apuestas de California es la tecnología de aire comprimido.

El subsuelo del valle de San Joaquín se transformará en un laboratorio experimental en los próximos años. En enero de 2023, la startup canadiense Hydrostor recibió autorización para construir un sistema de cavernas donde almacenará aire comprimido utilizando energía solar y eólica durante los días de menor demanda y precios más bajos. 

Durante los días de invierno, cuando las reservas de las baterías de litio se agoten, Hydrostor liberará este aire comprimido a través de una turbina para generar electricidad limpia.

Está previsto que la planta energética finalice su construcción en el año 2028 y se convierta en un referente internacional.

La tecnología desarrollada por Hydrostor ha despertado el interés de los inversores. La startup ha captado 250 millones de dólares de inversión de Goldman Sachs y otros 25 millones del Plan de Pensiones de Canadá. 

Esto demuestra el auge de las startups pioneras en el desarrollo de soluciones para las energías renovables. Además, California muestra el camino a seguir a otros estados como Arizona y Texas, que también cuentan con largas horas de sol al día.