La escena ‘tech’ de Los Ángeles recibió el nombre de Silicon Beach como alternativa digna a la cuna de la innovación en California, Silicon Valley. El término se acuñó hace una década y sirvió como llamada a aquellos fundadores que quisieran buscar una alternativa al mercado saturado de San Francisco.

En la última década, los alquileres de San Francisco subieron precipitadamente y rápidamente se convirtió en la ciudad más cara de Estados Unidos. Los Ángeles comenzó a abrirse camino como el nuevo destino de la innovación en el estado, con precios un tanto más asequibles.

El despegue de Los Ángeles en el ecosistema fue fuerte. Rápidamente, la nueva zona de desarrollo de Playa Vista, cerca de la ciudad de Santa Mónica y de la zona de Venice Beach, se convirtió en la cuna tecnológica de la ciudad.

Snapchat, uno de los grandes éxitos surgidos en Venice Beach, mantiene su sede en el lugar donde comenzó. Sin embargo, ahora cuenta con una plantilla reducida debido a la disminución de ingresos por publicidad

Meta y Google se asentaron en grandes complejos de oficinas localizados en Playa Vista. No obstante, la pandemia y la propagación del trabajo remoto provocaron que esta zona de la gran urbe se desinflara.

Santa Mónica, por su lado, cuenta con un sector fuerte con pesos pesados como Disney (con las oficinas de Hulu). Culver City, localizada en el centro de Los Ángeles, acoge las oficinas de Apple, Sony y Amazon.

En 2021, Silicon Beach vivió uno de sus mejores momentos. El sector tecnológico floreció gracias al boom digital de la pandemia. Los Ángeles se erigió como uno de los principales focos de atracción de capital en Estados Unidos.

Ese año, la ciudad del cine, que ahora también comenzaba a mostrar fuerza en el espacio de la innovación, logró atraer más de 25.3 mil millones de dólares en inversión. Un aumento considerable, teniendo en cuenta que en 2019 la cifra era de 13 mil millones de dólares. 

Sin embargo, tras la escalada inicial de 2021, la burbuja se desinfló. Las grandes firmas comenzaron a rectificar las contrataciones en masa que realizaron durante los primeros años de la pandemia y los despidos no tardaron en ser anunciados. A eso se le añade la reticencia de los trabajadores de volver a la oficina. No es de extrañar, teniendo en cuenta que las grandes corporaciones se atrevieron a anunciar el trabajo remoto “permanente”, al ver los resultados de productividad de los empleados.

La promesa del trabajo remoto, como muchos anticiparon, no perduró. Actualmente, el sector tecnológico enfrenta una congelación en la contratación debido a la inflación y lucha por llenar los edificios de oficinas vacíos desde hace cuatro años. Ni Google ni Meta han logrado ocupar todo el espacio de sus instalaciones en Playa Vista.

Podrían parecer señales negativas, a lo que se le suma el hecho de que en 2023 la ciudad solo captara 6.8 mil millones de dólares, una caída en picado comparado con las cifras de 2021. No obstante, Los Ángeles comienza a mostrar datos de recuperación.

La ciudad se encuentra entre las cuatro principales de Estados Unidos en términos de atracción de capital. Se sitúa por detrás de San Francisco, Nueva York y Boston. San Francisco, por su parte, sigue siendo la meca de la inversión, con una atracción de capital de 53.6 mil millones de dólares el año pasado.

En el primer trimestre de este año, Los Ángeles atrajo 2.500 millones de dólares de inversión, un incremento de casi el 80% si se compara con los datos del año anterior. Por otra parte, la reconocida firma de inversión Andreessen Horowitz anunció sus planes para abrir sede en Santa Mónica.

Estos datos, más el apoyo de los grandes estudios de cine, podrían dar el empuje que la ciudad necesita para volver a situarse entre las tres principales metrópolis de captación de inversión.

Para ayudar al ecosistema, el ayuntamiento demócrata de la ciudad ha anunciado que agilizará los trámites burocráticos para aquellas empresas que estén buscando asentarse o expandir sus negocios en Los Ángeles.