La pandemia no sentó bien a California. La llegada de los confinamientos y el trabajo remoto impulsaron el éxodo de talento a otras áreas donde la vivienda era más asequible. Tras el auge vivido en ciudades como en San Francisco y Los Ángeles durante las dos últimas décadas, en las que el coste de la vivienda se disparó a máximos históricos, el estado comenzó a desinflarse.

Miles de trabajadores se mudaron a otras regiones emergentes como Texas, Colorado y Florida. El éxito inicial del trabajo remoto llevó a los CEOs de las principales empresas tecnológicas a prometer la permanencia de este modelo, una promesa que eventualmente romperían. Silicon Valley se comprometió a mantener el trabajo remoto de forma indefinida, pero la situación cambió con la reapertura del mundo.

Hubo otros CEOs que, desde el inicio, se opusieron de manera radical al trabajo remoto. Elon Musk lideró este movimiento. El CEO de Tesla mantuvo un enfrentamiento abierto con el gobernador demócrata de California cuando este último ordenó el cierre de las fábricas de Tesla en plena pandemia (abril de 2020). 

Al éxodo de empleados le siguió la sangría de multinacionales que comenzaron a dejar sus oficinas en California para asentar los cuarteles generales en otros estados que ofrecieran más flexibilidad con las cuarentenas y una reducción en los impuestos.

En 2020, Silicon Valley comenzó a desinflarse. En cuestión de meses, el estado perdió las oficinas centrales de grandes marcas como Tesla, HP y Oracle. Solo en el año 2021, la región vio cómo 153 empresas abandonaron sus sedes para reubicarse en otras partes de Estados Unidos. La cifra causó todo un quebradero de cabeza en la administración demócrata, ya que fue un aumento considerable con respecto a las 75 empresas que abandonaron el estado en 2020. Los republicanos no dudaron en utilizar estos datos en su guerra contra uno de los estados más progresistas del país.

No obstante, California puede presumir de haber logrado revertir la situación. Por primera vez en una década, el estado se ha convertido en el hogar del mayor número de empresas Fortune 500 en los Estados Unidos. 

Las empresas Fortune 500 son las 500 corporaciones más grandes de todo el país, clasificadas en este ranking a partir de sus ingresos totales por año fiscal. La lista es compilada y publicada anualmente por la famosa revista Fortune e incluye tanto a empresas públicas como privadas. El ranking se considera a menudo como un punto de referencia para el éxito empresarial y el poder económico dentro de Estados Unidos. 

La noticia, celebrada por el gobernador Gavin Newsom en su cuenta de X, está también relacionada con el aumento de la población en 2023, tras el declive experimentado durante los años de pandemia. El Estado Dorado cuenta con 39.1 millones de habitantes. En este sentido, California se acerca a la población total de un país como España. Además, el estado es la quinta potencia económica mundial.

Por primera vez, desde el año 2014, la región ha logrado superar a estados como Texas y Nueva York al acoger el mayor número de empresas del ranking de Fortune 500, con un total de 57. Al listado de empresas habituales como Apple, Disney, Alphabet, Meta, Nvidia, Intel, Uber, Salesforce y Netflix, se le suman nuevas incorporaciones como Doordash, Workday y Clorox.

Nueva York y Texas se sitúan, empatadas, en el segundo lugar del listado, con un total de 52 empresas. 

De esta manera, California demuestra que, a pesar de los problemas que enfrenta a la hora de ofrecer incentivos fiscales y el elevado coste de la vivienda, sigue siendo el motor del sector tecnológico en el país.