México atraviesa una etapa dorada para la inversión y así lo demuestra el préstamo de 1.000 millones de dólares al país concedido este mes por el Banco Mundial.

El desgaste de las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos no ha hecho más que favorecer al país latinoamericano. El archiconocido lema ‘America First’, adoptado por el expresidente Donald Trump durante su gobierno, no hizo más que contribuir al deterioro de los acuerdos existentes entre China y EE.UU. La pandemia y los consecuentes problemas de logística obligaron a Estados Unidos a explorar relaciones comerciales con otros países.

Estados Unidos pronto pasó del offshoring al nearshoring. En otras palabras, tanto Donald Trump como Joe Biden decidieron reemplazar a China y priorizar a México como su principal aliado comercial.

En 2023, México se convirtió en el socio comercial número uno de Estados Unidos, con un total de 798.000 millones de dólares en comercio entre exportaciones e importaciones. En segundo y tercer lugar se encuentran Canadá y China, respectivamente. 

Estados Unidos se ha convertido en el aliado comercial más importante de México, representando el 60% de las transacciones totales de México con el resto del mundo. Un 80% de las exportaciones de México están destinadas a su país vecino.

De esta manera, Estados Unidos ha logrado reducir significativamente su dependencia de China en los dos últimos años, ya que este país tiene cada vez menos peso en la economía estadounidense debido a los altos aranceles establecidos para la importación de productos chinos.

Un ejemplo evidente de la obstaculización a la expansión del mercado chino en Estados Unidos son los altos impuestos y las estrictas medidas regulatorias que han impedido a los fabricantes de coches eléctricos chinos establecerse en un mercado dominado por Tesla

El peso, la moneda mexicana, también ha cobrado fuerza frente al dólar en el último año. Sin embargo, recientemente ha experimentado una nueva caída tras la elección de Claudia Sheinbaum como presidenta del país, a pesar de que su figura asegure una continuidad política del partido Morena. 

Este entorno ha favorecido la decisión del Banco Mundial de dar luz verde al préstamo de 1.000 millones de dólares a México. Este paquete, aprobado el 3 de junio, un día después de las elecciones presidenciales, tiene como objetivo fortalecer la financiación del sector privado, con especial atención a las pymes. Los recursos serán administrados y distribuidos por Nacional Financiera (Nafin) y los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA). 

Asimismo, el fondo está pensado para ayudar a grupos minoritarios, especialmente a las empresas lideradas por mujeres, y su objetivo también es impulsar la economía sostenible. Otro dato clave de esta inversión es que promueve el establecimiento de nuevas empresas en el país para fomentar el nearshoring.

El Banco Mundial sostiene la necesidad de reducir la brecha de la pobreza aportando créditos a aquellos emprendedores que no suelen contar con las mismas oportunidades que otros grupos demográficos.

La sede del Banco Central se encuentra en Washington D.C. (EE.UU.) y fue fundado en el año 1944 con el objetivo principal de reducir la pobreza a través de préstamos con bajos intereses y créditos sin intereses. 

Se trata de una cifra récord para la historia de México, lo que demuestra el importante momento económico en el que se encuentra. En la última década, México se ha convertido en uno de los principales motores económicos de latinoamérica, con uno de los núcleos más fuertes para el emprendimiento y el favorecimiento de creación de unicornios. Startups como Kavak, Clara y Clip han superado en los últimos años la valoración de los 1.000 millones de dólares.