Beryl está llegando a Texas ya en categoría 1. Mejor así. La semana pasada hablamos de los modelos de predicción y de cómo no termina de ser ninguno fiable. Miami ha esquivado a Beryl, pero es el primer aviso de lo que espera hasta octubre. O más…

Cada año en cada hogar, ya sea piso, casa o estudio, se recibe una guía actualizada. En la misma se explica qué es lo necesario para poder sobrevivir si la cosa se pone realmente fea. Incluso se añade una cartulina con un OK verde o un HELP en rojo como señal en caso de emergencia post-tormenta.

Después, cuando llega el momento, la realidad es que cada cual lo interpreta como quiere. Muy pocos siguen las normas a rajatabla. Algunos aprovechan para hacer fiestas con amigos y pasar el tiempo juntos. Otros, en familia.

Hay quienes no vuelve a encontrar su coche nunca más y también quienes lo aparcan en plazas habilitadas por el condado para evitar disgustos y todavía más accidentes por paso del fenómeno meteorológico.

Cualquiera que viva en Florida tiene una, si no varias, aplicaciones para saber cómo evoluciona cada nueva amenaza meteorológica. Después, lo que hagan, no queda tan claro. Hay quien sigue las reglas al pie de la letra. Y también caza tormentas, como tal se entienden desde aficionados a la meteorología extrema, que lo hacen por placer, a canales de YouTube, de todo hay, que se dedican al género.

Las aplicaciones más populares son My Hurricane Tracker, Ventusky (sí, el nombre suena a chiste pero es en serio), Storm Radar y Clime, mucho más orientada a profesionales del sector.

Y los hay que se van. Los que se han criado en Miami y se lo pueden permitir, aprovechan para visitar Europa. Ibiza y Santorini a la cabeza, pero todo el Mediterráneo es objeto de deseo y postureo instagrameable.

Los más prácticos, además, hacen negocios y exploran mercados de interés. Ese es el caso de Lourdes del Castillo, conocida ejecutiva de Miami, miembro clave del Economic Club y al frente de Latam Family Office Society. Se ha convertido en una de las personas más reconocidas a la hora de conectar América Latina, Estados Unidos y Europa. Su reciente llegada a Madrid promete sinergias en tecnología e inversión.