Decíamos que Trump ya había ganado. O eso parecía tras el atentado hace una semana. Un nuevo giro de guion en la campaña americana le ha convertido en héroe, sí, pero también en “el viejo” de la contienda. Al dar un paso atrás, Biden (más o menos forzado o no) y dejar vía libre a Kamala Harris, su vicepresidenta, cambia el tablero por completo.

El balazo y, sobre todo, la reacción de Trump tras sentir el disparo, cambió por completo la perspectiva. Eso no se ensaya. Sale o no sale. Trump se ha convertido en protagonista. Si no patina demasiado, lo tendrá fácil.

Ha creado Momentum. Lo más deseado, la capacidad de tener atención, mover ficha y liderar. Todo junto.

Es lo que buscan las empresas tech. Siempre. En todo momento. ¿Se acuerdan cuando nació Clubhouse en plena pandemia? Parecía que iban a matar a la radio y los pódcast en el mismo día. Tener una invitación para saltarse la lista de espera era una manera de mostrar el pedigrí de Silicon Valley como usuario.

Tres años después apenas se usa. El pódcast sigue creciendo y las conversaciones en directo tienen lugar en Twitter/X.  

La pandemia puso a Miami en el mapa de la tecnología. Además de eMerge Americas, surgió la Miami Tech Week, convertida en mes. Con impulso por parte de los venture capital que se mudaron, sí, pero un modelo que después llegó a Los Ángeles y Nueva York. Es decir, replicable y que pone de manifiesto el brillo de cada uno de estos ecosistemas.

El año pasado, con Alex Santana, un gran líder de ecosistema de AWS, capaz de aunar startups e inversores en un congreso, un debate o un partido de pádel, tomó la responsabilidad de hacer la primera México Tech Week en otoño. Fue todo un éxito. Con un programa principal y varios temáticos, satélites, que generaban oportunidades de negocio y confianza mutua, además de contenido interesante para entender en qué punto está la Ciudad de México en cuanto a innovación e inversión. 

A finales de agosto Colombia celebra su primera tech week bajo la misma estructura: sumar, sumar y sumar. Diferentes actores del ecosistema organizando sus debates con el equipo de Truora al frente y un papel destacado para Andrés Bilbao. No solo se celebrará en Bogotá, sino también en Cali y Medellín.

Siguiendo este mismo planteamiento: Valencia tiene su summit. ¿Por qué no una Madrid Tech Week? Tras pasar unos días por la capital española, queda cada vez más patente su interés internacional. Y, sí, el South Summit es relevante y cumple una función parecida, pero es quizá más un polo de atracción del exterior a Madrid y no de Madrid hacia el exterior.